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Bogotá ignorada

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Todavía estoy temblando, pero no del susto ni del dolor sino de la ira. Cómo es de difícil curarse de esa emoción cuando está acompañada de la impotencia que produce ser víctima de un ladrón que te sorprende por la espalda, te roba y se aleja entre la multitud con la(...)

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Cuando el sonido de las armas, los gases y el tropel se apagaron emergieron como de una pesadilla los seres humanos: vestidos de harapos, trasfigurados por el efecto de las drogas, oliendo a mugre de una vida entera y con su identidad perdida. Fue difícil identificarlos en medio(...)

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Es la pregunta que se hacen los pasajeros del transporte público en Bogotá, especialmente quienes deben utilizar el servicio de buses alimentadores y buses tradicionales, en barrios alejados del centro. En estos lugares, puñal en mano, los asaltantes intimidan a los pasajeros(...)

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¿Hasta cuándo vamos a seguir ignorando el impacto que el embarazo adolescente le está causando en Bogotá, y en particular al desarrollo y al futuro de las mujeres? Actuamos como si el problema fuera por allá de unas muchachitas que no se saben cuidar, y muchos se limitan a(...)

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Con todo el respeto que merecen las personas que han elegido la bicicleta para movilizarse en la ciudad quiero llamar la atención por el peligro que representan algunas –muchas- que transitan por los andenes y los puentes peatonales como si fueran pistas de carreras. Es un(...)

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Soy usuaria de TransMilenio y en múltiples ocasiones me ha invadido la ira infinita de tener que esperar hasta 40 minutos la ruta de bus que me sirve para ir de mi trabajo a mi lugar de residencia, sin que algún funcionario se tome el trabajo de explicarme qué pasa. Me indigna(...)

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Ser parte de las estadísticas nos convierte en un código, apto para situaciones como medir tendencias o calcular presupuestos, y eso nos hace prácticamente invisibles como individuos porque somos números. No obstante, hay escenarios en que ser parte de(...)

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