La TABERNA de las MIRADAS CRUZADAS …un CUENTO de FRANCISCO RODRÍGUEZ PRADA…
En un momento que este PLANETA tiene la MALA costumbre de sorprendernos con NON GRATAS noticias en el DÍA a DÍA… programándonos para una existencia dignas de las TORTURAS más atroces…aparece FRANCISCO RODRÍGUEZ PRADA quien cuan QUIJOTE; con nombre de DISEÑADOR de MODA; quien con sus BISTURÍES modela piezas LITERARIAS dignas de SOPLOS de AIRE FRESCO para estos INSTANTES queden inmortalizados en en la WEB y al que el PLANETA agradecerá su GOTA en el océano del VIVIR…
De un ANÁLISIS de una EXPOSICIÓN a la creación de esta pieza LITERARIA que relata aquello que creemos son las FOTOGRAFÍAS… TAJADITAS de TIEMPO de un MILÍMETRO de ESPESOR… pintado a su ESTILO…
“La Taberna de las Miradas Cruzadas
Cuento por: Francisco Rodríguez-Prada
Fotografías: Adriana Lestido
Veía reflejados sus ojos llorosos en la copa de vermut,mientras trataba de cegar con el palillo la pupila de la oliva. No lograba pincharla, giraba sobre sí misma y se hundía. Su sadismo la entretenía y poco le importaba no contar con dinero para pagar la cuenta. Quizá ya estaba ebria. Aun así, cuidaba con celo su cámara Canon AE-1 modelo 76. Podía haber perdido su dignidad hacíamucho tiempo, pero nunca su cámara. No usaba el gorro pintoresco de la Bebedora de Absenta de Degas, pero con semblante parecido, denunciaba el recuerdo de un estrambótico fracaso. Bebía y bebía, hasta que por finlogró desollar el pimiento de la oliva. Observaba cómo se hundía el occiso hasta el fondo de la copa. No dejaba de oír en su mente el llanto de su hija, parodia de su vida. Los errores de aquella eran los suyos propios; la historia de la abuela se repetía en la nieta y en la hija.
Espinas de cortisol le punzaban las entrañas, mientras recordaba las profecías que le dijo el sindicalista Simeón: «Esta niña está destinada para ser caída y resurgimiento de muchos; será signo de contradicción, para que sean descubiertos los pensamientos de muchos corazones. Y una espada traspasará tu alma»... Alarmantes recuerdos le erizaban la nuca mientras oteaba antiguas fotos de su autoría. Las barajaba como cartas del Tarot con sus manos reumáticas. Era ya muy tarde para enmendar el pasado, el destino ya estaba echado: La Papisa, La Emperatriz, El Loco, La Torre, y La Muerte. Aquellos eran sus retratos de familia. Fotos del orfanato, de su militancia política, de su embarazo, de su novia lesbiana, de la negra asonada, y, finalmente, del destierro en la Antártida. Retratos de vida; relato de sororidad narcisista, capitaneando la Nave de los Locos.
Sonaba en la rocola perra música anglosajona. Era la melodía cursi del cantante Meat Loaf. La fotógrafa trataba de evadir recuerdos del pasado, pero la letra de la canción no ayudaba, repetía metafóricamente una y otra vez: “los objetos vistos en el espejo retrovisor pueden parecer más cerca de lo que están.” Buscó con mirada desafiante la rocola y se dijo con ira a sí misma – “¿No se supone que la dictadura censuró esa mierda de música en inglés?”. La canción rememoraba tres recuerdos dolorosos. La pérdida de una amistad de infancia, un padre violento y un amor perdido hace ya mucho tiempo. Quizá ella ya había vivido todo eso. Trató de silbar “Soy lo que soy” para callar los riffs de lasestruendosas guitarras heteronormativas del chabacanoMeat Loaf. De repente, le vino a la mente la tierna mirada de su negrita. No era tan guapa como Sandra Mihanovich, tampoco tenía la voz de Gloria Gaynor, pero en verdad la hacía sentir amada. La copa de vermut estaba vacía, y en su mano, arrugada, la foto de La Papisa, La Emperatriz y el Loco. En aquella imagen, la negrita besaba a su propio hijo y la fotógrafa, laboriosa, con cariño, organizaba la cocina.
La papisa Yocasta, su negrita, propina un beso estrangulador al pequeño loco. La unión de sus cuerpos y el beso esotérico recuerda la deidad budistaVajrasattva Yab-Yum con su consorte. Se devoró a su pobre loquito como alguna vez saturno devoró a su hijo.Ni Sófocles ni Goya hubieran podido describir mejoraquella escena del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales – APA.
Con el ceño fruncido, la fotógrafa baraja nuevamente las cartas, la aceituna en la boca impregnada de vermut la llena de entusiasmo. Echa el tarot sobre la mesa y caen las fotos correspondientes al arcano de La Emperatriz y al arcano de La Muerte. Dos fotos, la misma persona, dos autorretratos fatales: La niña del gineceo mancillado y la viuda embarazada. Como telón de fondo, Meat Loafseguía aullando su lastimera melodía. La canción referíaal episodio del padre violento. – “¡Que fastidio de música!”, dijo, mientras se agarraba las sienes. En la foto se observa a la emperatriz-fotógrafa cuando era niña. La imagen recuerda las musas de las pinturas de Balthus y su asqueroso gato erotómano, cronofílico y violador. El segundo arcano, el de la muerte, muestra el autorretratode la fotógrafa-emperatriz, viuda y abandonada. Estaba embarazada y no sabía quién era el padre. ¿Sería aquel guapo guerrillero Montonero o el elocuente sindicalista Simeón? El primero fue capaz de dar la vida por los pobres de la patria, pero no por sus rameras. El segundo, conjuraba sus amoríos promiscuos y demagogos para tod@s y todes, “en su larga marcha para tomarse las instituciones”. Ambos la abandonaron. Ya no había aceituna impregnada de vermut en su boca, solo un sabor cobrizo y nauseabundo. Se llevó la mano a los labios y corroboró que los tenía llenos de sangre. Se había mordido la lengua y sudaba frio.
Tenía sed. Quería sentirse viva por primera vez en su vida. La mano reumática barajaba nuevamente las fotos del Tarot tiñéndolas de un café-rojizo. Temblaba y trataba de contener el hipo. Perdió la lucidez por algunos minutos. Repetía una y otra vez el soliloquio demente – “Vete, llama a tu marido y vuelve acá. No tengo marido.Has dicho bien que no tienes marido, pues has tenido cinco y la que tienes ahora nunca será tu marido...¡Señooooor dame agua viva! ...” Una tos tuberculosa de sonido flemoso la despierta e interrumpe su plegaria. Se ve obligada nuevamente a limpiarse la sangre de los labios; saca su espejo de bolcillo, nota cómo los glóbulos rojos y el plasma parecían labial corrido. Se limpia con pudor. Se seca las lágrimas y ojeras negras escurridaspor la pestañina. Se ve obligada a delinearse las pestañas inferiores al estilo de Twiggy para disimular la mancha carbonizada. Suspira y sonríe exhalando unvaho alcohólico mezclado con su perfume Aliage deEstee–Lauder de contrabando. Recobra la esperanza y se decide nuevamente a echar las cartas. Esta vez cae sobre la mesa el arcano de La Torre, acompañado por el del Loco y el de la Emperatriz. Eran las fotos del orfelinato donde ella creció. Recordó que en ese antro infernal hubo luz amistad y cariño. Alguien la respetó y la protegió. Tuvo un amiguito, un niño muy sereno, de risa fácil y muy hábil para las piruetas. Un día lo adoptaron y nunca lo volvió a ver. Años después, se enteró de que ese niño, llegó a ser uno de aquellos caballeros pragmáticos que persuadían coercitivamente con la picana en la Escuela de Mecánica de la Armada de Buenos Aires.
El ruido del hipo continuaba con una cadencia inusual. En realidad, ya no se trataba de hipo, sino que súbitamente luchaba para no soltar una carcajada.Bocanadas de aire, impulsadas por el diafragma, le inflaban los cachetes a manera de arcadas, produciendo un ruidito nasal. De tanto pensar en orfanatos, recordó aquellos otros infernales orfanatos rumanos promovidos por Ceaușescu; aquellos que sus amigas feministasponían como ejemplo para promover el aborto. Sus amigas, convenientemente, ocultaban el hecho de que aquel señor era un dictador brutal, comunista yeugenesista. No obstante, la fotógrafa no se reía de eso.No, para nada. Lo gracioso para ella es que cayó en la cuenta, de que el peinado de Ceaușescu era similar al de David Lynch y al de Elvis Presley. Los tres señores, entre más envejecían, más alto se dejaban el copete y más alto crecía su ego... – “Basta ya”, se dijo así mismainterrumpiendo la risa y soltando un puñetazo sobre la mesa, mientras maldecía a los orfanatos y a los hombres. La copa vacía cayó rodando por la mesadeteniéndose sobre una fotografía. Ni se tomó la molestia de levantar la copa; jaló maniáticamente aquellafoto. La observó hipnotizada. En sus manos tenía la carta de un arcano mayor. Era La Papisa. Aquella imagen sublime ostentaba la sabiduría y desafiaba el poder civil. No obstante, la efigie no llevaba la tiara papal; en su lugar, llevaba un pañal blanco amarrado en la cabeza. Era una foto de las Abuelas de la Plaza de Mayo.
Por recomendación de una amiga partisana había mandado a esconder a su bebé en una guarderíafundada por el “cura de los pobres”. Se rumoreaba que los “patotas” del GT, ya no solo se entretenían dándole palizas a mariguaneros comunistas y a poetas borrachos a medianoche. Decían, que también, al igual que las brujas, los GT robaban bebés y se los llevaban a los aquelarres de López Rega. – “La gente supersticiosa cómo habla de mierda”. Se dijo a sí misma. – “¡Homiciiiiidio. Homicidio! ¡Es lo que tienen en común los del Grupo de Tarea con los Centuriones de la Triple A!”.Decía esto agarrándose la frente con desespero. Sabía que la observaban y simulaba el gesto de algunos autorretratos de Käthe Kollwitz. Lo cierto es que en los arrabales porteños se secuestraban jovencitas embarazadas en patrullas Ford Falcon verdes.Desaparecían también sus bebés. Dalila, su amiga partisana, le había dicho entre risitas que había conocido a un cura más guapo que el “Pájaro Espino”, parecía salido de una película de James Bond de lo guapo que era. Dalila, a su vez, también tenía algo de chica Bond. El cura era un tal padre Mojica. Por mucho que odiaran a los malditos curas, Dalila, le aseguró y le re-contraaseguró que el Pájaro Espino era uno de los suyos. Que incluso decían, que hasta un obispo de la Rioja los apoyaba. Estas razones hacían de la guardería un lugar discreto para proteger y ocultar a su bebita.
Junto al arcano Tarot, el de La Papisa de las Abuelas de la Plaza de Mayo, cayó también la foto con el arcano La Torre. Esta vez la carta cayó patas arriba. Es decir, para su correcta interpretación esotérica, la torre ya no podía entenderse como símbolo de protección, o de encierro.Sino todo lo opuesto: La fortificación cae en ruinas como la Bastilla y la debacle de la Torre de Babel. La fotógrafa, viendo las imágenes, recordó que en aquél nuevo episodio sucedió lo inesperado. A la misma hora en que las Abuelas hacían sus rondas en la Plaza de Mayo, a 300 km de distancia, en la ciudad de Rosario, el “Flaco”Menotti y el “Oso” Marcos Calderón recibían sobornos en los camerinos. Eran visitados clandestinamente por el General Videla y el innombrable Henry Kissinger con millonarias dádivas. En aquel momento, la selección de futbol de la Argentina logró la clasificación a la final de la FIFA de 1976 sin siquiera haber comenzado a jugar el partido. El marcador resultó un contundente 6-0 en contra de la selección del Perú. El crescendo de euforiafue aumentando con cada ¡Gol! hasta que la gente salió a las calles en un estallido de júbilo. No obstante, aquella algazara tumultuosa, tornó en un galimatías espantoso de acciones violentas. Hubo asonadas a lo largo y ancho del país. En esa noche negra, más negra y más larga que una sotana, fue asaltada e incendiada la guardería del “cura de los pobres”. Todos los bebés fueron desaparecidos. No hubo rastro de los perpetradores. Una vecina creyó ver una caravana de automóviles Ford Falcon verdes, pitando, celebrando y hondeando la bandera de su selección.
Estaba harta y enferma de ver cómo sus propias fotografías documentaban el periplo siniestro de su vida. Si tan solo tuviera una foto, una sola foto de su hijita para haberla conocido. ¿Cómo sería el tono de su voz, su sonrisa? ¿Usaría flequillos al estilo Bardot, se maquillaría los ojitos azules como bambi al estilo Audrey Hepburn?¿Sería una chica lista?; quizás no… que tal que salgaPeronista o Radical… ¿Y si hereda la nariz del bribón de su padre? Aishhhh! ¿Y si sale hincha del River?¡Uyuyuy! ¿y si prefiere Soda en vez de los Redondos?¡Ayayay! ¿Y si me sale Católica Romana? eeeeeeh, NO! … De repente, después de tragar saliva y con las pupilas dilatadas, continúa su soliloquio con total solemnidad: – “¿Reconocería y perdonaría a su mamá si alguna vez la volviese a ver? Prometo abrazarte y no soltarte nunca más” … Seguido a esto, un largo silencio, un palpitar no con pocas arritmias. “Porque no hay nada oculto que no haya de ser manifestado; ni escondido, que no haya de salir a luz”: Con ayuda de las Abuelas de la Plaza de Mayo se enteró de dos versiones estrambóticas de la identidad de los presuntos padres“apropiadores” de su nena. Estaba dispuesta a recuperarla a toda costa.
La primera versión indicaba que había sido adoptada por un milico Lefebvrista, de abuelos falangistas, el cual, después del asesinato de Sacheri, se había dedicado acazar y a asesinar con ahínco yihadista a los pibes delERP. ¡Pobre tío Santucho! La segunda versión estaba relacionada con esclavitud sexual. Era una
red internacional de trata infantil que ella, siendo fotógrafa, junto con otros periodistas, llevaban siguiendo para denunciar.
Escondía en sus viejas bragas marca Courrèges,negativos fotográficos que comprometían a altos funcionarios políticos argentinos. Los comprometía conla C.I.A., la masonería italiana y el Plan Condor. Tenían pruebas de que un familiar de Giancarlo Elia Valori había comprado su entrada a la Logia Propaganda Due. Logró esto, asegurando contactos comerciales entre lasempresas Fiat, Techint y Pirelli con el expresidenteFrondizi y con Perón. Aquellos negocios impulsarían el “Plan Europa” de Valori. No obstante, los empresarios italianos y su pull de abogados solicitaban un soborno del todo inusual. No solicitaban dinero. Éste llegaría tarde o temprano y por montones. Lo que solicitaban era prostitución infantil. Ellos sostenían que Gabriel Matzneff, Guy Hocquenghem, Michel Foucault, Jean Danet, Beauvoir y otros intelectuales del Mayo Francés, estaban a punto de lograr la derogación de la ley de Violación Estatutaria y Consentimiento en Francia. Si eso se lograba, la pedofilia también sería legal en Italia y después en toda Europa. Sería otro gran triunfo para la Masonería. Algunas Abuelas de la Plaza de Mayosostenían que la desaparición masiva de bebes argentinos se relacionaba con un tráfico sexual internacional.
Sabía que había llegado la hora del encuentro. Debía irse de la taberna. La fotógrafa, por última vez baraja las cartas del Tarot. Podría ser aquella su última noche. Echa las cartas sobre la mesa. Sale primero el arcano de la Emperatriz, cae patas arriba. Después caen dos cartas de La Muerte; una seguida tras la otra; la segunda, también patas arriba. Por último, la carta del Loco… – “¡Prevalecerá!”, dijo. Apretando el puño y los labios,recuerda la profecía lacónica de Simeón: «Esta niña está destinada para ser caída y resurgimiento de muchos«. A continuación, se levanta de la mesa, elevándose heroicamente como la Venus de Samotracia. Se coloca su parka soviética tipo “shuba” de piel de oveja. Desenfunda su cámara Canon AE-1 modelo 76, la cargajalando la palanca de rebobinado, ajusta el dial de velocidad de obturación y coloca el dedo sobre el disparador; todo como si se tratase de un fusil AK-47Kalashnikov. Avanza con determinación hacía la salidade la taberna declamando con sorna el soliloquio de Hamlet:
¡Morir… quedar dormidos… Dormir–tal–vez–soñar!
¡Ay! allí hay algo que detiene al mejor.
Cuando del mundo no percibamos ni un rumor,
qué sueños vendrán en ese sueño de la muerte?
La Taberna de las Miradas Cruzadas quedaba en la Avenida Maipú con la calle 25 de Mayo; ciudad de Ushuaia, Provincia de Tierra del Fuego. Un cronista de la agencia de fotoperiodismo europeo, EPA, de nombre Tomás Schuman, la esperaba en el puerto. Su encuentro debía de ser discreto ya que él sacaría clandestinamente los negativos fotográficos, prueba del delito, fuera de la Argentina. El señor Schuman, era de aspecto ridículo y de mirada esquiva. Su nariz respingada asimétrica,apuntaba al lado opuesto al de su estrabismo, dándole un aspecto desconcertante a su rostro. Manejaba unvehículo destartalado marca Lada Zhigulí para pasar de incógnito; no dándose cuenta de que aquella marcasoviética era una absoluta rareza en la Argentina. Tanto a la fotógrafa como al señor Schuman, les pisaban los talones los bandidos del Grupo de Tarea. Sabían que los observaban. Según los informes de Dalila, el mismísimo Villar, el célebre trepanador alias “Tubito”, comandante de los Centuriones, llevaba cazándolos como ratas desde Buenos Aires hasta la Antártida.
La fotógrafa no sabía que al señor Schuman le decían de cariño el “pibe Bezmenov” y que, al igual que la partisanaDalila, ambos eran agentes encubiertos. Dalila había escogido el puerto como punto de encuentro, ya que quedaba a cinco minutos de la base naval de Ushuaia y contaba con cómplices infiltrados en el Batallón de Inteligencia 601. Estaban en la boca del lobo. Dalila era en extremo atractiva, carismática y locuaz. Era algo así como la Mata Hari tucumana. Una leyenda urbana decíaque el Indio Solarí había compuesto la canción “Gran Lady” después de haber sido seducido por ella. Lo cierto es que Dalila llevaba tatuado sobre los senos las palabras latinas “Sursum corda”, detalle del cual estaban advertidos solo los agentes de la KGB y aquellos que yacían enterrados en la tumba.
Y es que en verdad Dalila conseguía información privilegiada. La fotógrafa y su equipo de periodistas habían recibido por parte de ella un mensaje encriptado. Como las telecomunicaciones digitales estaban comprometidas por el enemigo anglosajón, decidieronusar tecnología arcaica. La imbécil de la telegrafista atinóa transmitir el siguiente mensaje: “Dice el galeno; operación a una tal Rosario en las Malvinas, pobrecilla,el administrador colonial Rex Hunt la contagia del Virus de Papiloma Humano. Cirugía: principios de abril”. No lograron descifrar correctamente la información a tiempo y la Junta Militar usó la gran noticia como propaganda triunfalista.
Un mes después, Dalila sufría de urticaria, no solo por la incompetencia de la telegrafista sino porque su línea de trabajo le exigía depilarse la línea del bikini. Los británicos hacían eficiente La Zona de Exclusión Total Marítima por la presencia de sus submarinos nucleares.Hundían buques comerciales, incluyendo aquellos que importaban loratadina y otros antialérgicos a la Argentina. ¡Pobre Dalila! Aquella zona de exclusión obliga a la Fuerza Aérea Argentina a tomar cartas en el asunto. Delegan al comodoro García Puebla, alias Cobra, y a su heroica caballería aérea de avionesCamberra B-101 a bombardear las fragatas británicas.Los pilotos se confesaron con el capellán Rauch de la Segunda Brigada Aérea, volaron nocturno, rasante sobre el gélido mar picado, portando 8 bombas Exocet AM 39de 1000 libras, cada una con la efigie de la Virgen de Luján ilustrada en la espoleta. Volaban arriesgados, tan abajo sobre el nivel del mar, que los destructores británicos apenas los detectaban 7 segundos antes del impacto. No alcanzaban a armarse los sistemas de defensa de las fragatas; enganchando y desenganchando el blanco hasta recibir el bombazo en la cubierta. Los Camberras ganaban altura nuevamente emprendiendo salvaje huía. Maniobraban y virabanfrenéticamente por los aires, soltaban chaffs y bengalas para evadir misiles AIM-9L Sidewinder, de guía infrarroja; manadas de modernos aviones Sea Harriers británicos,emprendían la persecución. Sin saberlo, Cobra y sus muchachos habían logrado hundir el destructor HMS Sheffield británico (D80) y a otras peligrosas fragatas¡Ave María Purísima!
Mientras tanto, el señor Schuman esperaba impaciente a la fotógrafa en el puerto de Ushuaia. Nada que llegaba.Estaban en Estado de emergencia. Había Toque de Queda. Observaba alarmado el flujo de aviones Hércules que llegaban con heridos y salían con municiones desde la Base Naval Integrada Almirante Berisso, rumbo a la Base Aérea de Rio Grande. La infantería de marina obligaba el cierre de los establecimientos públicos y realizaba retenes y requisas a los transeúntes. La Taberna de las Miradas Cruzadas recibe la inspección de una cuadrilla de infantería. Una Cariátide vestida solo con una parka soviética tipo “shuba”, de piel de oveja,alcanza a salir con el pecho descubierto, desnuda y sin bragas. Los soldados requisan gente a su espalda. Camina. Se aleja algunos metros mientras pasa de largo dos coches Ford Falcon verdes llenos de tipos barbados.La estaban esperando.
Fin, The End, Конец a “
“Sobre la ARTISTA :
Adriana Lestido (n.1955), es una reconocida fotógrafa internacional cuya obra transita entre el fotoperiodismo y la crónica artística fotográfica. Investiga y articulaconmovedores ensayos visuales que no solo dan razónde la profundidad de las relaciones humanas, su acervo cultural, sino del accionar intersubjetivo de la artista con los protagonistas de su trabajo. Su contundente obra fotográfica, analógica, captura imágenes espontáneas,con mirada sensible y agudo tecnicismo. Hace delcontraste claroscuro, un aura dramática que destaca lasemociones de sus protagonistas, los cuales, conmueven por su belleza y sinceridad.
Lestido cuenta con una importante trayectoria profesional de vida, ha trabajado como fotoperiodista en diarios como La Voz, la Agencia DyN y el diario Página 12. La autora ha recibido múltiples galardones entre los cuales destacan las becas Guggenheim y Hasselblad. El Premio Mother Jones, el Premio a la Trayectoria (Academia Nacional de Bellas Artes). El Gran Premio Adquisición del Salón Nacional de Fotografía. El Premio a la Trayectoria (Asociación Argentina de Críticos de Arte). Fue la Personalidad Destacada de la Cultura por la Legislatura de CABA. Ha recibido dos veces el Premio Konex en su periplo de vida.
Es autora de ocho libros. Su obra Metrópolis, fue seleccionada como mejor libro de PhotoEspaña y también en el Prix du Livre Arles 2022. Sus fotografías han sido exhibidas en Buenos Aires, Madrid, New York, Johannesburgo, Río de Janeiro, Berlín, Guadalajara y Sète.
Su obra la coleccionan destacadas instituciones como el Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires MFAH. El Museo de Bellas Artes de Houston, EE.UU.. La Fondation Cartier pour l’art contemporain y BibliothèqueNationale de París, Francia. El Hasselblad Centre de Göteborg, Suecia, entre otros.
La galería Rolf Art ofrece la exhibición antológica de Adriana Lestido titulada “Donde Todo Empieza”.
Reúne sus más emblemáticos ensayos fotográficos e icónicas obras. Podrán apreciarse “Madre e hija de Plaza de Mayo” (1982) y las series “Mujeres Presas”(1991-1993), una selección de “Madres adolescentes”(1988-1990), “Madres e hijas” (1995-1998), “Metrópolis”(1888-1999) y “La Antártida” (2012).
Inauguración: 29 de junio 2023 – 6PM. Permanenciahasta el 11 de agosto del 2023
Rolf Art | Esmeralda 1353. Buenos Aires, Argentina. “
Y como diría CARLOS GARCÍA MORENO; conocido como CHARLY GARCÍA;…
SAY NO MORE..!
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