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Si, hay algo odioso en la pregunta. Como cuando uno estaba chiquito y la tía le preguntaba "A quién quieres más ¿Al papito o a la mamita?" ¡Qué disyuntiva más complicada! No significa que los beatlemaniacos no disfruten a las piedras rodantes o viceversa, pero sí existen ciertas preferencias.
¿A qué viene la reflexión? Se debe al lanzamiento del último álbum de los RS, A Bigger Bang, y al de sir Paul, Chaos and Creation in the Backyard.
En alguna ocasión, en un grupo de melómanos discutimos el tema y nos dimos cuenta de que definir el asunto era como hacer un perfil psicológico del fanático del rock, un género con demasiados matices. La solución es una generalización (no tiene por qué ser así):
LOS BEATLEMANIACOS
Son más perfeccionistas y más sensibles. Sea cual sea la década en la que hayan sido adolescentes, en algún momento se sintieron identificados con el llamado de "Let it be" e "Imagine": Creyeron en ese objetivo sacro y, por lo general, tan lejano de "hacer un mundo mejor".
Optaron por los sonidos más elaborados y calculados en estudio -incluso los de Ringo Starr-. Admiraron que esta banda haya tenido tantas facetas: Repasaron una y otra vez el increíble salto de la era pre-Sargento Pimienta al post-Sargento Pimienta, y luego la época previa a los setenta.
Al menos en una ocasión sintieron verdadero odio hacia Yoko Ono. En algún momento han coqueteado con la idea de acercarse a las filosofías de oriente. Talvez jugaron frente al espejo con un cepillo para ver si podían posar su frondosa cabellera sobre las orejas y la frente -con el paso de los años ya les ha resultado difícil-. Viven constantemente esa melancolía de "Don"t let me down". Lo más curioso es que talvez mutaron en alguna de las siguientes patologías:
– Si les gustaba lo elaborado de los Beatles: Comenzaron a notar que les molestaban las disonancias de otros grupos -entre ellos los R.Stones- y en los setenta disfrutaron del Rock Progresivo y el Sinfónico (Yes, Pink Floyd, Alan Parsons). En los ochenta se fueron por el adult oriented rock (Journey, Queen, Kansas, Boston, etc..) y luego Dream Theater. Hoy están buscando en el World Music.
– Si les gustaba la faceta pop: Vivieron la mejor época de sus vidas en los años ochenta, porque se encontraron con el sonido de U2, INXS y Depeche Mode. Sus descendientes son los electrónicos de hoy y los kandy kids de hace un par de años.
– Si les gustaba lo suave: Posiblemente se encaminaron por el llamado soft rock de las baladas de The Carpenters, Fleetwood Mac, Chicago o, en los noventa, por The Cranberries, el Joe Cocker romántico, Sinnead O"Connor y 10.000 maniacs.
LAS LENGUAS
Son fanáticos del usualmente llamado "rock sucio", aquel descomplicado y falto de sofisticación que predicaba la simpleza -no por falta de talento, sino porque no le llamaba la atención ponerle élites-.
No temen al desorden en sus vidas: Son los que "se ponen de ruana la fiesta". Han cultivado su panza con cebada de lúpulo desde hace años. Si vieron a Jane Fonda hacer ejercicios, fue por ella, no por la calistenia muscular. Se identificaban con la impertinencia de "I just want to make love to you" y "Simpathy for the devil".
Sintieron la cercanía con los sonidos del blues: Encontraron algo mágico en Muddy Waters y B.B. King, así que, si son blancos, entendieron que le debían su gusto musical a la raza negra.
Cuando caminan por la calle sienten que "divagan por la vida". El cabello no tiene que ir todo en la misma dirección. Se demoraron para elegir qué iban a estudiar o a hacer en la vida. Les gustaba ojear la revista "Guitar Player" pero nunca la compraron. Si vivían en Bogotá, es evidente que compraron casettes grabados en los andenes de "la 19".
Aunque parecía desinterés, sí existía una desazón que los llevó a explorar sensaciones extremas, luego, con el punk o el heavy metal. Entre más velocidad tuviese el aullido de la guitarra -no usan la palabra tempo, eso es muy sofisticado- mejor.
Cuáles pudieron ser sus movimientos patológicos:
– Si les gustaba lo "cool" de los Rolling Stones: Pasaron derechito a las vibraciones del reggae. Encontraron un status perfecto en la vida descomplicada de Bob Marley.
– Si les gustaba lo fuerte: Luego de RS vinieron The Kinks y The Who. Luego Black Sabbath, Deep Purple y Alice Cooper. Luego Metallica. Segundas generaciones le pegaron más duro a la batería: Adoran a Pantera y van a ir al concierto de Slipknot este domingo.
– Si les gustaba lo ácido: Su otra mamá, además de los RS, fue The Doors (así no vinieran en la misma camada y los separaran kilómetros de océanos) y The Velvet Underground. Y ya con lo subterráneo vino el punk, y posteriormente The Cure e incluso lo gótico. Para ese momento, ya no se acordaban de RS.
– Si se trata de oídos jóvenes: Están felices hoy en día con The Hives y The Strokes. Ahora hablamos nuevamente de rock básico, y ahí viene a la cabeza el nombre Rolling Stones.
¿A CUAL PATOLOGÍA PERTENECE USTED?
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NOTA: Cuando escribo los blogs, siempre lo hago mientras escucho las canciones relacionadas con el tema. Hoy fue impresionante porque volví a todo lo básico, a las fuentes primarias. Ojalá ustedes hayan hecho lo mismo al leer este blog, amigos melómanos: Habrán vivido un viaje exótico hacia esos principios particulares.
Suerte y pulso.
yo tengo una patologia distinta….. soy una Piedra Rodante…. fanatico de Bob Dylan….
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Definitivamente padezco la patologia beatle desde hace 7 años (cabe notar q tengo 24 q no son muchos, aunque no me disgustan los lenguetazos de los stones y ne soñaria en un concierto de MIck. Simplemente lo q aconsejo es siempre tener bajo el brazo un cd o de los fab four o de las piedras rodantes. Aclaro, los beatles no son tan dulces como se percibe, o si no escuchen I want you (she is so heavy) del Abbey road o Helter skelter del white album.
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Yo soy más fanático de los stones y fue una fiebre que me llegó tarde en la vida. Creo que en el imaginario público, los beatles son más suaves, mientras que los stones son más pesados y polémicos, es como la vieja guerra entre el pop y el rock.
Ahora, también puede ser que quienes prefieran a los stones no se hayan dado el permiso de escuchar un album tan alucinante y sicodélico como Sgt. Pepper Lonely hearts club band, a mi gusto de lo mejor de la historia del rock. En conclusión, ni los unos, ni los otros, mejor ambos cada uno en su ley.
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Soy confeso e irrestricto seguidor de la patología Beatle, sin dejar, como es lógico de reconocer la trascendencia de los Stones. Sin embargo planteo una pregunta más.
¿A qué se deberá que, al menos en términos mayoritarios las generaciones jóvenes prefieran a los Stones que a los Beatles, e incluso al exhibicionista Morrison?
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dibu – diburome@yahoo.es – Muy buen block, creo que soy de los perfecionistas y sencibles… sin embargo entre tantos matices rockeros creo (a mi parecer) que se olvidaron mencionar a los movimientos glam y hard rock que hubieron en los 70″s y 80″s (que seguramente guardan mas relación con los Beatles y su Sarget Pepper… en fin) y bueno eso es todo… suerte.
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