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Una dura noticia con un final feliz: Tendremos a Depeche Mode incluso contra los malos pronósticos de un tumor maligno… Hoy, además, el nuevo disco de Placebo se abre camino, y el impuesto del pobre que nos quiere subyugar, así es la radiografía del absurdo.
Steve Forrest, nuevo baterista de Placebo
¿Quiere escuchar el nuevo disco de Placebo, ‘Battle For The Sun’? Desde mañana (viernes) y sólo hasta la medianoche del domingo será posible hacerlo gratis en esta página web. Cada computador podrá hacerlo cinco veces, no más. Tampoco está disponible para descarga –ya su primer sencillo lo estuvo–, así que creo que es oportuno aprovechar este stream.
Yo ya tuve la oportunidad de escuchar el disco completo durante la promoción de prensa y pude hablar con el genial Stefan Olsdal acerca de este nuevo trabajo, del que declara “estamos en una onda muy positiva” (próximamente, léalo en vive.in). Contiene excelentes canciones (‘For What it’s worth’ y la curiosa ‘Kitty Litter’), lo siento más enérgico e incluso apegado a sonidos más retro, dando vueltas no sobre su propia carrera sino sobre el rock mismo. Creo que será uno de los mejores lanzamientos del año, junto al ‘Sounds of the Universe’, de Depeche Mode.
El álbum es un gran salto, es mucho más duro y rockero que ‘Meds’, más ‘guitarrero’ –en términos del mismo músico– y acelerado, pero además, es una especie de manifiesto de buenas emociones en el grupo, pese a que sufrió un fuerte golpe en el último año que pudo haber traído un aire de renovación, cambiaron de ‘Steve’… salió el baterista Steve Hewitt y entró Steve Forrest, proveniente de diferentes bandas de punk, con quien grabaron el disco.
Para los que no han escuchado nada del álbum, este es el sencillo ‘Battle For The Sun’… qué tal el baterista:
Por cierto, espectacular la nueva página web oficial de Placebo.
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La entrega de Depeche Mode
Dice ante las cámaras uno de los personajes fantasmagóricos que deambulan por la película ‘Things To Do In Denver When You Are Dead’ (Asuntos pendientes antes de morir, fue la traducción al castellano) “¿Puede haber una palabra más tenebrosa que ‘Maligno’?”.
Parece no haberla. Y para los fanáticos de Depeche Mode, resultaba muy duro leer en Internet un rumor que andaba circulando, acerca de que Dave Gahan, la voz de Depeche Mode, tenía cáncer.
Por fortuna y para felicidad de todos, el comunicado confirma además que en el proceso de la hospitalización, que comenzó como una gastroenteritis, descubrieron el tumor maligno pero de bajo grado de afectación, por lo que los médicos pudieron removérselo.
Ahora sólo tiene que enfrentarse a un proceso de recuperación que va hasta el 8 de junio, día en que la banda vuelve a subir al escenario, en Leipzig.
¡Cuánta entrega al público! Retomar la gira inmediatamente es un gesto único de un artista que se toma las cosas en serio por su gente. Depeche Mode se entrega a sus fanáticos. Es importante que el público le devuelva el gesto… ¡A llenar ese Parque Simón Bolívar!
Claro, si es que el Distrito deja…
Lo cierto es que he hablado con muchos amigos que me dicen “me encantaría ir a Depeche Mode, es una de mis cinco bandas favoritas, me sé todas las letras, la amo… ¡pero las boletas están muy caras!”. Y la explicación de fondo es bárbara.
Es más que insólita la incongruencia de nuestras instituciones y sus directrices, particularmente en este tema de los conciertos. Mientras el Ministerio de Cultura promueve la Ley de Espectáculos Públicos —como lo comentamos en una entrada anterior— para darse la pela por eliminar los gravámenes de impuestos para promotores de conciertos, a la Contraloría Distrital se le metió en la cabeza que eran pocas las cargas que ya pagaban los empresarios en Bogotá y ahora quiere revivir el Impuesto Fondo de Pobres, que les agregaría una cuota tributaria adicional de alrededor del 11% de lo que recojan en el espectáculo.
Por supuesto, cómo no pensar en los pobres, qué bueno poder apoyar para solucionar un duro problema social, muy loable propósito, pero…
Esta leguleyada administrativa para revivir un impuesto muerto casi desde el año en el que se lo inventaron, 1918, pues ningún espectáculo lo pagaba, nadie tenía claridad de para dónde va esa plata –ciertamente no han sido los pobres– ni quien debía reclamar este recaudo, parece echar por tierra todo el esfuerzo de las ya duras negociaciones para traer una buena gama de artistas a Colombia.
El reclamo de las personas a las que nos gustan los conciertos, que apenas en Bogotá somos decenas de miles y seguramente la siguen otras ciudades, no busca emancipar y eternizar el negocio de unos empresarios. No se trata de que intentemos privilegiar a unos negociantes. Pero hay unos tipos que, con todos los errores y embarradas posibles, están haciendo un esfuerzo por traer artistas de gran nivel al país, artistas que queremos ver, y es claro que las cargas de impuestos y seguros hacen a nuestros shows el doble de costosos que en otros países. ¿En qué puede terminar esto? Fácilmente, en conciertos fuera de Bogotá, donde las cargas administrativas son menores, o lo peor, en que se reduzca la oferta de conciertos y volvamos al oscurantismo.
Los colombianos queremos ir a conciertos, y para eso es necesario que bajen los precios de las boletas. Y ante la entrega de un artista como Dave Gahan, que vuelve a los escenarios luego de un tumor maligno, no debería haber reparos. La Contraloría Distrital tiene que escuchar esta petición, no hacer oídos sordos, y entender que no se trata de un capricho, pues hasta el Ministerio de Cultura está detrás de esto.
Más cultura y menos leguleyadas, por favor.
Suerte y pulso.
