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América Latina y el mundo han estado prestos a lo que sucede en Brasil de cara a sus elecciones presidenciales. No obstante, Bolivia también se presentará a las urnas este fin de semana, pero la única diferencia es que ya se sabe a ciencia cierta que Evo volverá a ser presidente de Bolivia. Sin tener siquiera la menor simpatía con el régimen de Evo en Bolivia, es importante reconocer que uno de sus mayores aciertos es haber logrado la estabilidad política. Básicamente porque en aquél país ha habido 188 golpes de Estado desde su independencia en 1825.
Evo llega al poder en 2006 y ha sido el líder político cocalero que ha gozado de una importante popularidad dentro de los indígenas sin tener un gran carisma y con una deficiente elocuencia a la hora de transmitir sus ideas. No obstante, sin ser un líder de talla global, ha replicado algunos mensajes antiimperialistas en los cuales se ve bastante cómodo y se le recuerda por haber sido un escudero político del proyecto de Chávez y su enigmático ´Socialismo del Siglo XXI’. También ha pasado a la historia por decir cosas inapropiadas, fuera de contexto, sin sustento como el recordado evento del efecto de comer pollo y el grado de homosexualidad en los hombres o por ejemplo «Cuando voy a los pueblos, quedan todas las mujeres embarazadas y en sus barrigas dice EVO CUMPLE».

Así las cosas, sin creer en los pronósticos de las encuestas, es importante considerar que Morales tiene aproximadamente el 57,5 % de intención de voto, mientras que su opositor Samuel Doria Medina con sólo un 17, 9%. Todo indica que será una victoria definitiva y sin segunda vuelta. Si todo sale como lo previsto, Evo sobrepasaría en duración en el poder al mariscal Andrés de Santa Cruz (1829-1839).
Teniendo en cuenta lo anterior, Evo no parece ser el mismo de 2006 cuando se temía sobre el futuro económico del país, la estabilidad macroeconómica e incluso una amenaza de desintegración territorial por parte de Santa Cruz de la Sierra. Con sus desaciertos políticos, de seguridad, su apoyo al proyecto venezolano y salidas en falso a la hora de manejar su discurso, Morales ha podido darle un cierto grado de confianza a Bolivia en materia de desarrollo económico y reducción de la pobreza. Adicionalmente, con Evo se ha vuelto a exacerbar la iniciativa de la salida al mar de Bolivia, donde lo más seguro es que su pretensión quede aguada. Bolivia seguirá «evada».
Profesor de Relaciones Internacionales – Universidad Santo Tomás
@cesarnino4