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De cañas por Madrid

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Los españoles hablan de una forma particular el castellano. Como les sucede a los mexicanos, a los venezolanos, a los argentinos. Todos tenemos una forma diferente de expresarnos, con variaciones más o menos importantes. Pero mientras para los latinoamericanos eso es algo(...)

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Por si alguno se lo pregunta, después del suicidio homeopático sigo vivo y escribiendo. La cosa fue sencilla: la mañana del sábado unas cuarenta personas nos tomamos una sobredosis de calmante homeopático, unas pastillas que sabían a dulce y que eran una mezcla de(...)

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Siento salirme un poco de los tópicos que he venido tratando en este blog, pero me encuentro profundamente decepcionado. Esta situación se sigue prolongando, y en vez de detenerse se extiende cada vez más. Así que he decidido suicidarme para intentar terminar con todo. Sé(...)

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Entrar en una cafetería y pedir un café no debería ser algo complejo. Pero por varias razones en España han conseguido que algo tan simple tenga un número absurdo de variantes que podrían volver loco al más paciente de los camareros. Hasta donde yo recuerdo, en una(...)

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Tal vez uno de los padecimientos más grandes que se pueden tener en Madrid cuando uno está recién llegado es buscar un sitio donde vivir. Una labor que en el mejor de los casos se puede solucionar con la presencia de algún familiar o buen amigo, y que en el peor conduce a un(...)

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Estar de forma permanente en Madrid implica recorrer muchas zonas, ir conociendo bien los barrios y situarse en sus calles. Comienzan a hacerse familiares algunos de los miles de nombres que tienen las vías de la ciudad, sobre todo las principales. Por ejemplo, desde la Puerta(...)

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Nunca entendí muy bien la idea del Niño Jesús. Cuando era pequeño me costaba comprender quién era y por qué se dedicaba a traer regalos el día de su nacimiento. Lo veía ahí en el pesebre, y me preguntaba cómo era posible que un bebé en pañales pudiera conseguir ese(...)

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A menos que a uno lo esté esperando alguien conocido, un familiar, un amigo cercano, llegar a una ciudad nueva implica directamente estar más perdido que un pulpo en un garaje. Los únicos lugares de referencia son aquellos que uno ha visto por televisión, en fotos o por(...)

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Uno deja todo. Deja la familia, deja los amigos, deja la novia, deja la casa. Y no se da cuenta que hay otro montón de cosas que también se quedan atrás, y no se perciben tan fácil. Porque uno también deja las empanadas que se come en la esquina, la emisora que más le(...)

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