Ingresa o regístrate acá para seguir este blog.
Por: Camilo Correa I.
Dos penales convertidos en aquella tarde eufórica del 11 de octubre, en el Metropolitano de Barranquilla, lo convirtieron en el héroe de la selección Colombia. Falcao no sólo se había asegurado el tercer lugar de la tabla de goleo en las eliminatorias, detrás de Suárez y Messi, sino que también había confirmado el pase de la tricolor a Brasil 2014 con un agónico pero emocionante empate tres a tres contra Chile, después de ir perdiendo tres a cero. Doscientos treinta y cuatro días después, el 2 de junio de 2014, Pékerman certificaba lo que hasta entonces era una noticia a voces: Falcao no estaba en la lista definitiva de los que irían al mundial.
Llegó el dos de junio, y ni los chamanes, ni los arrepentimientos de Soner Ertek (aquel que lesionó al jugador samario el 22 de enero, quien incluso llegó a ser amenazado de muerte si Falcao no se recuperaba a tiempo de su lesión), ni los trabajos intensivos realizados por el delantero durante los tres meses, lograron que la lesión curara del todo. ‘El tigre’ mismo aseguraba, bajo el ambiente de tristeza, que dejaba sentir en esa sala de prensa, que pese a que la mejoría se notaba y a que ya estaba relativamente bien, no quería quitarle el puesto a otro compañero que estuviera al 100%.
Si antes de la tan mencionada rueda de prensa la desesperanza circundaba por el ambiente, luego de ella el pesimismo total fue el sentimiento que embargó los corazones de todos aquellos que tenían las ilusiones puestas en la tricolor. Nadie vio, ni mucho menos veía en esos instantes, lo que había venido ocurriendo en esos tres meses…
…
La pantera sigue lo suyo
Mientras Falcao se acababa de lesionar, por allá en los meses de enero – febrero. Mientras todos los colombianos se sumían apesadumbrados al negativismo, cargado a su vez de emotividad por mensajes enviados por el samario como: “Quiero agradecerles a todos ustedes por tantos mensajes de apoyo en estas últimas horas […] No les voy a esconder que mi tristeza es enorme, mi corazón está destrozado […] Dios hace posible lo improbable, en Él creo yo!!!”… mientras esto sucedía, en la península ibérica, más exactamente en Portugal, una pantera seguía haciendo de las suyas.
Jackson Martínez, quien ya la temporada anterior (2012-2013) venía dando muestras de su gran olfato goleador tras terminar con 26 goles a favor en 30 partidos, la estaba bordando de nuevo. No sólo seguía trepado en lo más alto de la tabla de goleo de la Liga Sagres, sino que además, por esos días en que El tigre se lesionó, los goles de la ‘pantera’ Martínez mantenían vivas las ilusiones del Porto en su lucha por el campeonato contra los rivales de siempre: el Benfica y el Sporting. Finalmente la liga fue ganada por el Benfica, y la temporada del Porto fue pobre en cuanto a títulos nacionales, pero aun así Jackson Martínez se llevó el trofeo a mayor goleador, esta vez con 20 goles en 30 partidos.
…
El colombiano que puso a vibrar Alemania
En otro rincón europeo, por el mes de marzo, cuando Falcao publicaba fotos con cada especialista que lo trataba y mensajes de ánimo y esfuerzo en cada una de sus redes sociales, surgía en Alemania la figura de un morocho goleador. “El Tigre publicó un nuevo video con ejercicios de recuperación, acompañado de este mensaje: ‘#5semanas 3días. Al ritmo de Rocky fue el entreno de hoy’”, es lo que cuenta en su cronología de la lesión de Falcao el diario El universal en el día 4 de marzo. Para entonces, ya ‘adriancho’ había sido nombrado mejor jugador de la Bundesliga en la primera vuelta, por encima de Ribéry, y seguía liderando un equipo que cada vez iba de menos a más.
Llegado al Hertha Berlín alemán en 2009, vivió cuatro años en los que su equipo fue como una montaña rusa: descendió dos veces (2009/10 y 2011/12), pero ascendió igualmente otras dos (2010/11 y 2012/13). Sus reconocimientos se empezaron a cosechar en los años en que el Hertha estuvo en la segunda división, temporadas en las cuales Adrián colaboró con sus 17 y 11 goles respectivamente, para lograr los anhelados ascensos.
Sin embargo fue en la temporada 2013/14 donde adriancho se salió con la suya a nivel de rendimiento. Con 14 goles en 20 jornadas cumplidas de la Bundesliga, en aquel entonces el goleador colombiano superaba a arietes de la talla de Lewandowski o Mario Mandzukic, y tenía a un equipo que venía de la segunda división, en la séptima casilla de la primera. Con estas actuaciones fue que logró conseguir el galardón de mejor jugador de la Bundesliga en diciembre. Reconocimiento que se le otorga al ganador en una encuesta que organiza la página oficial de la liga alemana. El premio, ganado en diciembre, se lo llevaría por un contundente 52%, sobre el 14% logrado por el francés del Bayern Munich.
En el segundo semestre decayó un poco su rendimiento, pero aun así siguió ayudando al Hertha a cosechar triunfos con sus actuaciones. Logró sólo dos goles más, para un total de 16, asegurándose la cuarta plaza de la tabla de goleo en Alemania. Eso y su impresionante desempeño durante la primera parte de la temporada le valieron el interés y finalmente la firma de contrato con otro de los grandes equipos alemanes: el Borussia Dortmund. También sus buenas actuaciones le valieron su justificada convocatoria a la selección con miras a la cita mundialista.
…
Como diría Meluk, ‘a falta de tigre, bueno es Bacca’
Llegamos a la etapa final de la lesión de Falcao, una etapa donde la incertidumbre reinaba en el país a causa de la entrega definitiva de la lista de convocados por parte de Pékerman a la FIFA. Falcao a lo suyo, regresó a Mónaco y empezó con sus entrenamientos, cumpliendo con aquella promesa hecha desde enero, de que mantendría la ilusión por llegar al mundial hasta el final. Pero en esa etapa final, otro delantero colombiano salió a la luz mundial, sobre todo con doblete nada más y nada menos que ante el poderoso Real Madrid. Ese humilde y portentoso delantero, era Carlos Bacca.
No ganó premios a mejor jugador, ni mucho menos quedó pichichi, teniendo en cuenta que en su liga están los dos considerados mejores jugadores del mundo. Lo que sí hizo fue llevar al Sevilla a un nivel de juego excepcional. Él y su compañero croata Ivan Rakitic pusieron al equipo sevillista a jugar un fútbol que había perdido en las últimas temporadas. Tanto así que los blanquirrojos terminarían ganando la UEFA Europa League (4 goles de Bacca) y logrando el quinto puesto de la Liga BBVA (14 goles), detrás del duopolio de gigantes, el Atlético Madrid, vigente campeón, y al Athletic Bilbao. Esta actuación con su equipo le valió lo suficiente para entrar en la convocatoria no como uno de los delanteros de relleno, sino como una carta seria para la ofensiva del equipo cafetero.
…
Y sin embargo…
“No es una buena noche. Llegamos al límite para entregar la lista de 23 y con mucho dolor tengo que informarles que no estarán en el Mundial Radamel Falcao y Luis Perea por no estar recuperados de lesión, y Luis Muriel, por decisión técnica”. Esas eran las palabras con las que Pékerman empezaba la rueda de prensa definitiva. Luego vinieron opiniones, análisis, críticas (sobre todo de aquellos piadosos que pensaban que, a pesar de no estar al 100%, Falcao merecía estar en esa lista), palabras que ya de poco valían puesto que ya estaban definidos los 23, aquellos que nos representarían en Brasil.
…
Después de la tempestad vino la calma… y la historia.
A día de hoy, ya sabemos todos qué fue lo que pasó luego de aquella fatídica tarde de dos de junio. Otro gallo cantó y Colombia, bajo la batuta de un inesperado, pero inmenso James Rodríguez, hizo historia. No sólo dejó atrás el mito triste y empañado de aquella selección Colombia del 90 que prometía pero que acabó con toda la ilusión en el que era considerado el partido más accesible, sino que a base de goles, buen fútbol, carisma y baile, llegó hasta cuartos de final, donde tuvo que medirse a la anfitriona en un partido en el que, a pesar de mostrar garra y sentido de pertenencia, terminaron vencidos por marcador de 2 a 1, gol de James incluido, para poner cifras concretas de 6 goles en Brasil, el goleador más joven en mundiales desde el inolvidable Pelé.
La derrota de Colombia no quebró la buena imagen presentada hasta el momento (como sí sucedió en el 90). Por el contrario, el país entero desbordó alegría, orgullo y agradecimiento en la tarde del viernes 4 de julio. Estos muchachos no sólo se fueron de Brasil con las botas puestas y la frente en alto, sino también dejando a la selección Colombia en el lugar que se merece: entre las mejores del mundo.
¿Y Falcao?, ¿dónde está aquel muchacho por el que todos rezaron durante el primer semestre de este año?, ¿qué es de la vida de ese prócer patriótico que tan desolados nos dejó a todos al anunciar su ausencia en el mundial? Nadie lo recordó mientras Colombia brilló en Brasil. Ahora, algunos resentidos lo recuerdan bajo la excusa de que tal vez Brasil no nos hubiera eliminado si Falcao hubiera estado allí. Pero y si así hubiera sido, ¿habría llegado la selección tan lejos?, ¿habría hecho tan buen papel?, ¿habría sido ‘falcaodependiente o no? El terreno de los hubiera es un espacio perdido. Ya de nada vale pensar en lo que hubiera sido Colombia con Falcao, y mucho menos cuando, sin él, se hizo algo increíble y tal vez nunca pensado, sobre todo por aquellos que afirmaban que sin Falcao no seríamos nada en el mundial: sin Falcao en el mundial, se hizo historia.
Siempre nos acordaremos de falcao
Califica: