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La solución del 2008 es la angustia del 2009: Sin DMG, DFRE y demás negocios simplificados con iniciales a modo de amorosos acrósticos, para muchos es ahora casi imposible solventarse económicamente.
¿Quién no se ha visto enfrentado a pedir el favor de conseguir un préstamo? La familia es el primer recurso. Efectivo, pero no ilimitado. El amor filial no resiste los embates de la mala administración económica o la simple desfachatez de “no tengo a quien más recurrir” cuando tan solo hace 15 días le resolvieron un problemita.
Siguen los amigos. Fácil. Así como pueden andar mejor que uno, comúnmente se encuentran en el mismo estado de llevadez extrema. Solidarizar la pena no es sinónimo de solucionar el problema, además de poner en riesgo la relación si uno realmente no paga en el plazo prometido.
La pareja. Acá comienza el medidor de la vergüenza. Si le pido prestado ¿me compromete más con esa persona? ¿Pensará que soy un pobre vaciado o una pobre mantenida? La excesiva confianza no suele ser buena consejera a la hora de resolver un apuro financiero.
Los compañeros de trabajo. No son del parche, pero tampoco son un mundo aparte. El problema está en la manera de abordarlos para obtener una respuesta. Difícil si uno apenas los saluda.
Mención de honor para los bancos: tras señalar a la muchedumbre que creyó en las promesas de los faraones del dinero fácil empezaron a atraer a nuevos clientes con tretas seductoras como rentabilidad, intereses mínimos, rapidez…pero cuando solicitan que un trabajador independiente debe certificar sus ingresos con un contador, realmente uno entiende la dimensión del impacto conseguido por tanta caja menor. Las exigencias buscan fiabilidad, pero no apagan incendios, no están hechas para las emergencias, así que, como en una Divina Comedia criolla, vuelve e ingresa al círculo de papás, hermanos, amigos, pareja…Ni hablar de los gota a gota, sinónimos de usura al por mayor.
Para los que me leen y hayan afrontado una dificultad económica, ¿conseguir plata prestada es un descenso a los infiernos? ¿Se ha complicado más esta alternativa tras el derrumbe de las pirámides? ¿Qué clase de sacrificios han hecho con tal de atender una urgencia?
La excesiva confianza no suele ser buena consejera
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