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Con uno de los primeros negocios que hicimos fui y me compré un televisor de 50 pulgadas, una buena cantidad de ropa y un Wii U. Así de aburrido estaba en mi vida que tuve que volver a Nintendo. Me hacía falta Mario Kart. «El maestro» se compró un montón de libros, drogas, mucho trago, un iPad y un tiquete a otro país para visitar a su novia. Recuerdo que ese día íbamos caminando por la calle y se nos acercó un indigente a pedirnos plata. “Odio” sacó 50.000 pesos y se los dio. El hecho me sorprendió un poco y le dije que dejara de botar la plata. Que hacer trending tópics no era algo de todos los días y que ahorrara porque quién sabe cuándo nos iban a volver a llamar. Pero él me respondió que dejara la bobada. Que la plata era para regalarla, gastarla y que si uno ayudaba a ese tipo de gente el universo te la iba a multiplicar. Me quedé pensando por un momento. Saqué un billete de 20.000 pesos, me devolví donde el indigente y le dije que se fumara todo ese bazuco por los dos. El indigente me chocó las cinco y se cagó de la risa.
Desde ese momento entendí que habían pequeñas acciones, que para muchos egocéntricos podían ser insignificantes, pero que para ciertas personas eran valiosas y que quizás el cabrón que juega con nosotros en el universo podía llegar a valorar y hasta premiar. Así que comencé a darle propina a los de los domicilios. Compartirle una rodaja de pizza y un vaso de Coca Cola al portero del edifico donde vivo por temporadas en Bogotá, y al vigilante de la cuadra donde vivo en Cali. Empecé a darle sus billetes a los viejitos que venden dulces, a las putas que veía por ahí en la calle y a las empleadas de mi mamá. A los drogadictos y “locos”, y a esos peladitos que mandan a trabajar en los semáforos. A prestarle mi clave de NetFlix a los tipos con los que trabajo que no tienen tarjeta de crédito y hasta a pagarles a algunos el Spotify. Llevé a comer a la empleada de mi casa a McDonald’s –le encanta pero nunca va porque le parece caro–. A mandar en Uber a esos conocidos que les toca montarse en el cochino MÍO/Transmilenio porque no les alcanza para más. Y empecé a alcahuetearle —cuando tengo— la vagabundería a toda esa gente que vive porque le toca. A toda esa gente que se la rebusca.
La vida es dura, pero solo piensa que 10.000 pesos que te gastas en una cerveza en Baum, Blues o cualquier bar de mierda, para otros pueden ser varios días de una habitación; una aplicación que los entretiene un mes, sus tres comidas diarias o la droga necesaria para calmar su angustia. No cuento esto para que digan “qué tipo tan caritativo”, no. Cuento esto porque desde ese día, al «maestro» @Odiomisweets y a mí nos empezó a ir mucho mejor.
@dani_matamoros
Me parece ideal un proposito de vida como lo describes, pero hay que ser genio para lograrlo. Felicitaciones !
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Me cansé de intentarlo.
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Excelente, magnifico, bello escrito. Sensacional, merecedor de premios. Tanta belleza junta en la letra, grandioso, majestuosa forma de expresarse.
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Excelente, magnifico, bello escrito. Sensacional, merecedor de premios. Estamos impresionados con tanta belleza, grandioso, majestuosa forma de expresarse. Uff lo logré.
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Excelente, magnifico, bello escrito. Sensacional, merecedor de premios. Estamos estupefactos con tanta belleza, grandioso, majestuosa forma de expresarse. A ver si este comentario no me lo censuran.
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No lo logro, ¿cómo hago para hablar bien de este ser de la naturaleza dedicado a escribir cosas bellas con la segura anuencia de sus progenitores preocupados por su imparable consumo de cositas que afectan su cabecita? a ver si así no me censuran….
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No lo logro, ¿cómo hago para hablar bien de este ser de la naturaleza dedicado a escribir loqueras con la segura anuencia de sus progenitores preocupados por su imparable consumo de drugs?
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Me esforcé, pero no lo logré, ni siquiera lo estoy insultando, pero no pude evitar tratar mal a este ígnaro que escribe tanta sandez junta.
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ígnaro, me hizo perder el tiempo leyendo tanta barrabasada junta. Hijo fracasado de papi que le consigue estas chanfas para que se distraiga y evite en algo drogarse.
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asno
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Jajajaj me reí, pero de la censura de mi comentario, dizque, este comentario está pendiente de moderación. Lo único que escribí es que este bloguero es un burro hijo de papi que le consigue estas chanfas para que evite drogarse.
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Otro burro fracasado, hijo de papi que seguramente lo mantiene y le consigue estas chanfas para que se distraiga y evite drogarse.
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Pues viejo, si eso te ayuda, que así se haga. Que no sepa la mano izquierda a quién ayuda la derecha!
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Me gustó. Me hiciste más agradable el día. Algo más por lo que el universo te premiará.
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Felicitaciones, otra escoria mas !
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Si usted cree que escribir cuanta palabra vulgar le viene a la cabeza, lo hace escritor, esta MFT. Que ordinario….
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