LOS BUENOS Y LOS MALOS DEL PERIODISMO

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LOS BUENOS Y LOS MALOS  DEL PERIODISMO.

El ejercicio del periodismo fue durante muchísimo tiempo regentado por autodidactas y empíricos con lujo de detalles que se dieron a la tarea de ir formando y trasmitiendo sus experiencias y conocimientos a una nueva generación que se encargara, sin solución de continuidad, de seguir con esta noble misión; que deleite en otrora abrir un periódico en las primeras horas del día y toparse con unos escritos pletóricos de la buena retórica, de sindéresis y sintaxis, de variedad de temas, con enfoques serios, respetuosos, independientes y veraces, sólo basta evocar algunos de los paladines del periodismo, cada uno encuadrado en su estilo y conocimiento: Alberto y Carlos LLeras, Calibán, Klim, Alfonso Castillo Gómez, Fabio Lozano Simonelli, Argos, Antonio Panesso Robledo, Alfonso Palacio Rudas, Alfonso López M., Guillermo Cano Isaza, y tantos que me volvería interminable, época, sin lugar a dudas, de inmensas y gratas añoranzas.
Esta profesión tan respetable tiene como criterios universales éticos y deontológicos el análisis crítico, respeto a los derechos a la información, a la honra y a la intimidad, sobre unos principios de veracidad, imparcialidad, equilibrio, credibilidad, independencia y, por sobre todo, responsabilidad, con una misión ineludible: capacidad crítica, analítica, interpretativa e investigativa que lo conduzca de manera inequívoca a la seguridad de la información, valores estos que con frecuencia son desconocidos o pisoteados por ciertas personas que se reputan como periodistas o comunicadores sociales, pero sin lograr entenderlos ni poder clasificarlos en el grupo de editorialista, columnista, articulista, cronista social, judicial o deportivo o, simplemente, periodista callejero- cazanoticias; porque, también, en muchos de sus escritos dejan muy en claro su desmedida soberbia y la prepotencia, como producto de la avenencia y del despliegue inmerecido que le proporciona el medio; otros por su ingenuidad; algunos por su pusilanimidad, y otros más por su enajenación mental, muchos otros tantos por insulsos y estultos; ciertos artículos, si es que se pueden llamar así, que son a toda luz mendaces, ultrajantes, violadores de la honra y la intimidad, deberían de ser sometidos a un análisis para bien de quien lo escribe como para el de su destinatario, porque ésta, también, es una manera de generar violencia, y muy peligrosa.
Los medios nos están llevando a través de sus columnistas o articulistas o cronistas o periodistas o comunicadores, a un estado de incertidumbre y de duda cuando recurren a relatos de fantasía y de opiniones fuera de todo contexto presentando  hechos distorsionados y acomodados que no corresponden a la realidad; como también, nos llevan a la exacerbación forzándonos a tener que soportar a una misma persona como comunicador social o periodista o presentador, no sólo en la prensa, sino en la radio y la televisión, como quien dice: que buen don de la ubicuidad o, como el refrán: al que no quiere caldo se le dan dos tazas. Señores directores de medios hay que vincular a los nuevos profesionales de la comunicación social, esos tiempos de los eternos animadores como el gran Pacheco, ya pasaron a la historia,  esto es un atropello y falta de respeto para con el lector, radio-escucha o televidente.

Mi intención con este escrito es hacer un aporte respetuoso, positivo y constructivo a una serie de fallas ya mencionadas, a mi modo de ver, que se están dando de manera protuberante y cotidiana en el ejercicio del periodismo y las cuales nos atañe a todos como miembros  de una comunidad, es por ello, que voy a tomar como muestreo apartes de ciertos artículos que me impactaron por diferentes razones, sin mencionar a sus autores, ya que este no es mi objetivo.
“Si al fin no hay reelección presidencial, no quiero ni imaginar cuántos colegas y amigos podrían perder sus trabajos por falta de inspiración periodística” (El tiempo, enero 11 de 2009)
Según este artículo si Álvaro Uribe no es reelegido presidente, Felipe Zuleta, Ramiro Bejarano, Daniel Coronell, Juan Gabriel Uribe, María Jimena Duzán y el “pobre” Vladdo,  quedan condenados al ostracismo periodístico y al pavoroso asfalto   engrosando las filas de desocupados, ya que su cerebro de hormiga de piñal no les da para escribir nada distinto del tema Uribe.¿Cree Usted, señor director, que este artículo merece estar en la página editorial de un periódico tan importante como El Tiempo?¿No cree que este es un acto de felonía y deslealtad con unas personas que dice el ‘escribidor’ ser sus colegas y amigos, y que estos hechos no se deben de cohonestar en estos medios?.
“Hasta ahora, las relaciones sentimentales de Ingrid y Luís Eladio Pérez, y las de Jorge Gechem y Gloria Polanco, que eran vox pópuli en Colombia, habían sido manejadas con discreción por los medios. El libro de los gringos irrumpe para arrancar brutalmente estas relaciones del respetuoso secreto en las que habían debido permanecer”(El Tiempo, marzo 1º de 2009)
Debemos cantar un responso por el periodista Jorge Eduardo Botero, por su anunciada  muerte civil dentro del gremio, ya que no le vuelven a leer sus escritos, ni a ver sus videos periodísticos; no tenía idea de que las relaciones sentimentales que se vivían a diario en el Campamento Caribe fueran vox pópuli en Colombia, de ser así, los gringos sólo se limitaron a repetir, con conocimiento de causa como testigos presenciales, lo que todos en Colombia sabían, menos yo, o sea, no sacaron ningún secreto a la luz pública, mas es el escándalo que se hace dándole el pésame solidario por los ‘cachos’ que le pusieron a la señora de Luís Eladio, a quien ni siquiera conoce; le concede a la ex candidata licencia para actuar como le venga en gana dentro del ‘Campamento Político’ frente a sus compañeros de ‘hospedaje forzado’, aún poniendo en peligro la vida de los gringos diciéndole a los farianos que ellos eran agentes de la CIA., se hace referencia peyorativa a los tres gringos porque no conocen otro tema distinto al de los motores de aviones y que por esto no son dignos contertulios de Ingrid que tiene muchas virtudes y cualidades.
“Hace unos meses, los medios dieron cabida a unas denuncias ridículas de asedio a los magistrados de la Corte Suprema- Una magistrado convirtió un simple daño mecánico de su carro en un atentado…-otro que lo querían matar porque alguien lo miró mal en misa. Uno dijo que  se equivocaron los ladrones que entraron a un barrio vecino, porque en realidad iban para su casa…Iguarán parecía estarse retractando de sus afirmaciones sobre las chuzadas en en el Das- Creo que el origen de todo fue la obsesión que tenía el presidente de que existía una conspiración en su contra…” ( El Tiempo, mayo 10 de 2009)
Obsérvese la sutileza con la que  se trata de desdibujar o minimizar unos hechos delincuenciales concretos y ciertos que atentan en materia grave contra el Estado Social de Derecho, presentándolos desde una óptica amañada como si se tratara de algo de poca monta porque todo apunta a la Casa de Nariño y en donde algunos altos funcionarios pueden resultar incursos en este jueguito abominable y punible, máxime cuando en su condición de periodista  tiene que ser fiel a los principios ya enunciados que lo conduzca a una seguridad inequívoca de la información que trasmite a la opinión pública; el artículo en mención está tan fríamente calculado para su cometido final que no será otro del que ‘aquí no pasa nada’ con su consabida cortina de humo, que ya se anuncia con la muy segura ‘reculada’ del Fiscal General, según lo trata de insinuar el artículo, y eso que hay que abonarle el show mediático que armó cuando  el C.T.I. terminó la recolección de pruebas en las salas de grabación del Das y nos contó sobre su excelente olfato, recuerdan el “fastidioso hedor”¿Cree, señor director, que un medio de la importancia y seriedad que ha caracterizado a El Tiempo, le pueda dar cabida a esta clase de artículos tan faltos de seriedad y de objetividad que sólo buscan sembrar incertidumbre?¿Si merece este mensaje de introducción cizañero estar en la página editorial?.
“Si Iguarán no lo alcanza a resolver, el nuevo fiscal tendrá que definir si acusa y con qué cargos a Mario Uribe, el gran aliado político por el que el Presidente ha batallado…- También definirá los cargos de la Yidispolítica…-El del DAS…-Y los Falsos positivos…Por eso la preocupación en la Casa de Nariño por quien será el nuevo fiscal…Si el Presidente consigue que la Corte escoja un fiscal que le de tranquilidad y confianza en que no usará su cargo para perseguir a sus colaboradores y aliados… no se presentará a las elecciones del 2010” ( Semana-edición 1413, mayo de 2009 )
Lo que menos le puede perturbar la tranquilidad y confianza al presidente es que el nuevo fiscal persiga, como esperamos que suceda, a sus colaboradores y  entrañables amigos políticos. Hasta donde tengo conocimiento siempre he oído, leído y me han contado que los sátrapas no tienen amigos, son indolentes y egoístas o, para muestra un botón, no recuerdan cuando empezaron a detener a sus incondicionales congresistas por ‘parapolítica’, les ordenó, sin sonrojarse, que “votaran en el Congreso los proyectos antes de que se los llevaran para la cárcel”. No, a Uribe no lo deja dormir otros ‘ asunticos’ de mayor envergadura, como dice el refrán: él si sabe que le sube pierna arriba. Lo que no se atrevió a decir o analizar este artículo, lo dijeron de manera superficial y casi con un poco de pusilanimidad o de temor reverencial en el artículo “la inseguridad democrática”, publicado por El Tiempo, junio 1º de 2009. Esa si es la causa del desasosiego, la paranoia, el afán de perpetuarse en el poder, su connivencia con un Congreso putrefacto y sinvergüenza, la intolerancia con el disenso, las peleas con raimundo y todo el mundo, su alma, no en llamas, sino en candela,  él, y sólo él, está enredado en el laberinto cerebral de la indecisión, etcétera, etcétera.
Los escritos de José Obdulio, y otros ‘escribidores’, no vale un comentario.
Sigo sosteniendo y estoy plenamente convencido de que las personas que escriben columnas o artículos de opinión, no deben en ningún caso ser remuneradas.
Marco Aurelio Uribe García
Manizales, junio 5 de 2009.