A lo largo de la semana pasada, el Ministerio de Educación publicó y divulgó los Derechos Básicos de Aprendizaje – DBA. Un conjunto de aprendizajes básicos para las áreas de lenguaje y matemáticas que, en teoría, debieran ser logrados por todos los niños escolarizados en Colombia de primer grado a once. ¿Qué implicaciones tienen?
Las implicaciones de los DBA (Disponibles acá) sobre el panorama educativo en Colombia son varias y en varios niveles. Si bien el término ‘Derechos’ resulta problemático para algunos (a mi también me pareció fuera de lugar en su momento), cuando es mirado con mas detalle, plantea consecuencias interesantes. Si apelamos a la lógica de ‘Los derechos de unos son los deberes de otros’, se desprende que los aprendizajes que están asociados a los DBA son las cosas que los niños en Colombia tienen el derecho de aprender en su forma mas básica. En ese sentido, se desprende también que las instituciones educativas tienen el deber de garantizar dichos aprendizajes. De una manera implícita, los DBA instituyen unos estándares currículares los cuales, si bien pueden ser discutidos con respecto al nivel de exigencia necesario para garantizar una educación de calidad, cuando menos le dan a las instituciones educativas unos mínimos sobre los cuales realizar sus planeaciones; así mismo, plantean, a futuro, la posibilidad de utilizar estos derechos básicos de aprendizaje como referentes a ser tenidos en cuenta con respecto a la evaluación docente.
La implicación más importante, sin embargo, tiene que ver con la manera en la que los DBA han sido difundidos, y la manera en la que son presentados, la cual le permite a los padres familiarizarse con estos derechos de una forma rápida y sin muchas complicaciones. En la medida que los padres de familia se apropien de ellos, les será posible pedirle a las instituciones una rendición de cuentas mas profunda que vaya mas allá de los informes de calificaciones al final de cada periodo, creando un feedback positivo en el proceso de mejora de la calidad educativa.
Sin embargo, la tarea está lejos de ser concluida exitosamente. Depende de una divulgación masiva por parte de las entidades territoriales y las instituciones educativas, pero lo mas importante, depende de los padres de familia, como primeros responsables del bienestar de sus hijos, que estos derechos sean garantizados en las aulas.
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