1 x 0. El Itaquerão iba camino de repetir la tragedia del Maracaná, pero apareció el menino paulista y la historia repitió el camino de la obviedad: 1 x 1. Luego penalti dudoso, 2 x 1, otra vez Neymar… y de ahí en adelante la escenificación de un axioma que adquiere vigor(...)
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