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Cada 4 años en elecciones a los colombianos les recuerdan a través de los medios de comunicación a manera de cliché, que “la democracia en Colombia es la más antigua de la región” o “la más sólida”. Lo que no se dice es que es la más conveniente con los gamonales de turno de la exótica y variopinta política criolla, la cual, cambia de color y favoritismos a donde esté el sabor dulzón que produce la mermelada gobierno tras gobierno.
En Colombia la democracia es como un arte, como un deporte lleno de malabares donde casi siempre triunfa el peor, el que por rebote cae parado y muchas veces sucede por decisiones colaterales a los procesos electorales. No hay que tener bola de cristal para predecir que el anuncio de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) de suspender de manera inoportuna y temporal la extradición de alias ‘Jesús Santrich’ recabará en votos por millones al favorito de las encuestas, que dicho sea de paso, con sus predicciones cautivará a los incautos votantes, escogiendo así al extremismo que tanto gusta a los colombianos.
En la historia republicana del país, las guerrillas convertidas hoy día a grupos residuales también han tenido su responsabilidad con las elecciones. Ellos mismos con sus actos se han encargado de promover a lo más repugnante de la clase política colombiana, de verdad pareciera que no se dan cuenta para quien trabajan.
Ahora, sobre procesos electorales queda la duda de si su voto será respetado. Se preguntará cualquiera, ¿para qué votar si la Fundación Paz y Reconciliación denunció que en el país de los carteles hay uno más que se dedica a vender cargos de elección popular en caso de que al candidato no le alcancen los votos? Grave la denuncia de esta organización en voz del analista político León Valencia quien dice que se pueden comprar curules a $2.500 millones de pesos con funcionarios corruptos de la Registraduría que, serían los encargados de manipular los formularios a donde se registra el conteo de los votos.
Si en Colombia los votantes van verracos a las urnas, impulsados con más odios que con argumentos, manipulados, algunos con el voto comprado o con candidatos elegidos por la mano negra o con reelecciones compradas ¿Entonces de cuál democracia se habla?
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Trino: Represa de Hidroituango, puente de Chirajara, deprimido de la 94, túnel de La Línea, metro de Bogotá, etc. Con todo lo que pasa ya ni se sabe si es mejor que hagan o no hagan obras…
