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El candidato Iván Duque lucirá la banda presidencial a partir del próximo 7 de agosto, ¡ni se ilusionen los petristas! y, aunque en el papel diga que lo hará por un periodo de 4 años, hay muchas dudas del cumplimiento de esas fechas, no se olviden que al jefe del Centro Democrático lo tienen bautizado de ‘eterno presidente’.
Las razones son sencillas. Es conocido que Álvaro Uribe quien es el hombre más poderoso de la política colombiana desde 2002, no solamente alteró el orden democrático con la modificación de “un articulito” que permitió su reelección para el periodo 2006 – 2010, sino que también buscó un tercer periodo que por suerte la Corte Constitucional en su sabiduría tumbó. Sin embargo, Juan Manuel Santos fue el candidato que dijo Uribe para 2010 – 2014, que luego con lucidez buscó la emancipación y cortó los hilos de marioneta que pretendía tener el poderoso amo y señor.
Ahora es Iván Duque el elegido de Uribe, utilizado para mantenerse en el poder, gracias a la vitalidad del rozagante joven de 42 años, con ideas frescas y renovadoras dicen, aunque lo respalden Uribe, Andrés Pastrana, César Gaviria, Alejandro Ordoñez, Viviane Morales por mencionar a algunos de los más revolucionarios de estos tiempos.
Como demostró la historia reciente, Uribe no se quedó quieto y con su astucia de animal político, no permitió la tranquilidad de Santos quien logró lo que su antecesor no pudo (paz con las Farc, Nobel de paz, ingreso a la OCDE y la OTAN, exención de visas entre otros), Santos entonces se convirtió en un paria, en la oveja negra y descarriada del uribismo.
Al hoy senador Uribe el ego le pudo, ha hecho hasta la saciedad para tirarse la paz del país con mentiras fantasmagóricas como el mito del ‘castrochavismo’, que han impedido avances en la unión y reconciliación de la nación, sugiriendo que Colombia va en la dirección de la catástrofe de Venezuela, pese a que al interior de sus linderos lo que se busca es controlar los poderes ejecutivo, legislativo y judicial, entre las que se incluyen la polémica unificación de las Cortes, vaya paradoja, ¡como en Venezuela!
Gustavo Petro tampoco se queda atrás, a él como a Uribe también les suena tramitar una Asamblea Nacional Constituyente, mejor dicho, a ninguno de los dos extremos les sirve la conformación actual de este Estado.
Colombia no lee, no recuerda y pasa de patria boba a la patria bruta cada cierto tiempo. Nada de mella hizo la recomendación de The Economist (https://econ.st/2s742eI), una de las revistas más influyentes del mundo que argumentó que tanto Iván Duque como Gustavo Petro son los candidatos más desacertados para gobernar al país.
Ya qué, ya pasó. En las elecciones más pacíficas de la historia gracias al proceso de paz, Duque sumó más de 7 millones 500 mil votos y Petro pasó de los 4 millones 800 mil sufragios, distancia que en la segunda vuelta seguirá siendo marcada entre uno y otro, pues al candidato de Colombia Humana lo desfavorece su narcicismo y su lógica económica que asusta, además de su imposible relación afectiva con la fuerza pública y los gremios económicos, motivos que desalientan tanto a los votantes de Sergio Fajardo como a los de Humberto De la Calle e indecisos.
Así entonces, Colombia vuelve al otoño del patriarca que viene con el aire de caudillo que le dejó la guerra que ganó y libró contra la paz para el beneficio particular en el famoso plebiscito del 2 de octubre de 2016, en el cual los colombianos tiraron a la basura una posibilidad de un país reconciliado y como resultado ha dejado la polarización más marcada que se recuerde recientemente aunque los resultados de hoy digan lo contrario, pues hace tres años en el Hospital Militar estaban siendo atendidos 130 soldados heridos en combate, hoy de cara a las elecciones de la segunda vuelta presidencial, tan solo uno.
Duque tiene el camino libre para hacer trizas los acuerdos como quisieran muchos, él dice reformarlos, lo cual según el ex candidato presidencial y negociador de paz Humberto De la Calle agrega “preparémonos para la continuación de la guerra, quizás con más presencia urbana” según su más reciente columna en El Tiempo (https://bit.ly/2J8Uhrf) ¿Se atreverán a tanto pese al respaldo internacional?
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Trino: “La derrota tiene una dignidad que la ruidosa victoria no merece”: Jorge Luis Borges
