CAPÍTULO CIX.
En la MESA de los CAFÉS dominicales , los DIALOGANTES que se acercan ; pensando en la gente ; pueden ser PARTE de verdaderos SUNAMIS de palabras , exposiciónes y relatos sorprendentes de los que muchas veces dan pie a estos TEXTOS…
Es ahí cuando el PADRE LUIS FERNANDO MUNERA nos regala su costado ACADÉMICO y capacidad de ANÁLISIS de la realidad , acercándonos a MEDITAR…
Esta es su PROPUESTA para HOY…la que de alguna manera nos deja un APORTE muy particular sobre el MOMENTO actual…
“Y la gente qué…
No soplan buenos vientos para la paz y la democracia en el continente. La búsqueda de la paz y la justicia encuentra fuerzas locales y nacionales que parecen ahogar todos los esfuerzos.
Esta semana se conmemora un año de una oleada de violencia y represión en Nicaragua. A raíz de una protesta social motivada por los impuestos a las pensiones, se desató una reacción violenta de parte del gobierno que ha dejado más de quinientos muertos y varios centenares de presos y desaparecidos.
Esta crisis ha frenado el crecimiento de más de una década del país, ha impulsado la emigración y la fuga de capitales. Para presionar al gobierno se han anunciado sanciones económicas desde Estados Unidos y la Unión Europea. Desde fines de febrero pasado se ha iniciado un frágil proceso de negociación. Por el momento se ha logrado la liberación de algunos presos, pero la negociación se encuentra en un punto muerto porque no se han podido abordar los puntos centrales que pueden abrir a un proceso de transición a la democracia.
Los presos y la represión de parte del gobierno y las sanciones internacionales de parte de la oposición parecen ser las armas en un pulso de fuerza. En medio de todo esto está la gente: las familias de los muertos y los encarcelados, un desempleo creciente, la pobreza que se incrementa.
De otro lado, nos encontramos con la situación de Venezuela que tiene los tintes de una tragedia humanitaria de enormes dimensiones. Hace unos meses, veíamos por televisión como un grupo de ciudadanos venezolanos se enfrentaba impotente a la Policía y, en confusos hechos, un camión cargado de alimentos y medicinas ardía frente a la mirada desconsolada de cientos de personas. Para recoger la ayuda humanitaria se organizaron colectivos de voluntarios que recorrieron muchos kilómetros para acercarse a los puntos fronterizos entre Colombia y Venezuela.
Como fruto de este esfuerzo, quedó planteado una vez más un pulso de fuerzas entre la oposición venezolana, que ganó apoyo internacional, y el gobierno que mostró su control sobre las fuerzas del orden y su capacidad de controlar el territorio y las fronteras. Se dieron declaraciones de muy diversos actores internacionales y tanto gobierno como oposición se mostraron “vencedores” en este trágico episodio.
Entre tanto, ¿qué pasó con los miles de venezolanos que se trasladaron a la ahora cerrada frontera con Colombia?, ¿qué pasó con los heridos en los ataques? Queda la terrible impresión de que la gente y su sufrimiento termina siendo una pieza más de un complicado ajedrez político. El hambre, el frío, la enfermedad de la gente son instrumentos de presión y monedas de cambio en la complicada y violenta transición venezolana.
No podemos olvidar que la búsqueda de la paz y la justicia tiene sentido porque se busca aliviar el sufrimiento de la gente y se busca construir un futuro compartido. La política, en medio de estrategias y cálculos, parece haber olvidado a los ciudadanos, las personas concretas de carne y hueso, con historias y sueños, por las que tiene sentido construir lo público.
Quizá sea el momento de volver a los ciudadanos, cada uno de nosotros y nuestra responsabilidad de participar en la construcción de lo público. La política no es un tema de técnicas y de expertos, es el esfuerzo de los pueblos, desde sus valores y tradiciones, de construir un espacio en el que quepamos todos y una idea de bien común por la que valga la pena luchar juntos.
Coda: ¿Por qué es tan valiosa la Catedral de Notre-Dame, para que el mundo se estremezca al verla incendiarse? Monseñor Michel Aupetit, Arzobispo de París, dice que el gran tesoro allí resguardado por la piedra, los vitrales y los metales preciosos es un trozo de pan. Este trozo de pan, que se parte y se comparte en la comunidad, es la presencia misteriosa de un Dios que ha querido compartir nuestra historia.
Este viejo edificio nos ha recordado una vez más que aquello que perdura en el tiempo nos abre a lo que es más que nosotros. Las llamas abrazaron lo sagrado y por eso reconstruir este edificio nos pone una vez más frente a la identidad y los valores de un continente que se forjó coloreando la luz, haciendo música el aire y mirando al cielo.”
Es por ello que siguiendo sus LETRAS aquí van estas IMÁGENES…
Recapacite y síganos aquí o en…
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LOS DIALOGANTES DE HOY
Padre LUIS FERNANDO MUNERA
ALEJANDRO LOPEZ CONDE A.
FOTOS : CAROLINA SANCHEZ MONTEALEGRE
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