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CAPÍTULO CXXXVI
En nuestros CAFÉS DOMINGUEROS a los que su ANFITRIÓN Mons. Darío Álvarez Botero Párroco de la Inmaculada Concepción,hace GALA de una MENTE ABIERTA y eso repercute en los DIALOGANTES como VIAJEROS de ida & vuelta con Uds…Es el momento de VISITAR su…
”Ciudad invisible
Sin duda, estos días, quienes vivimos en Bogotá, y también en las otras ciudades, hemos experimentado una ciudad que no es la común. No hay tantos carros, no hay transeúntes, vemos negocios y locales cerrados, iglesias cerradas, y también nosotros, cerrándonos y experimentando lo que antes no habíamos vivido: una ciudad distinta, un mundo distinto.
Hay una ciudad invisible, aquella que ha pasado de las calles vacías, a una ciudad que se mueve en las casas, y en forma virtual. Es el silencio de quienes estamos en la casa, recordando la importancia de vivir solos, de pensar en el sentido de la vida, en el sentido también de la muerte, en despejar nuestra mente y corazón del miedo a la tragedia. También abundan en estos tiempos, como fantasmas, en esta ciudad invisible, profetas y adivinos de desgracias, a esos no los debemos dejar entrar en nuestra casa ni en nuestra conversación.
¿Cómo es esa ciudad invisible? Es la ciudad que se mueve por el teléfono, por las comunicaciones virtuales, es la que permite en un momento, llegar hasta una persona que estaba lejos de nosotros. Es la ciudad que se mueve por los pedidos a domicilio, y en contacto con el mundo a través de los medios. Es la facilidad de tener al Papa Francisco, a nuestro obispo y al párroco, cerca de nosotros comunicándose por lass redes. Estamos viviendo un tiempo absolutamente novedoso. La familia humana, todos los países son solidarios con la pandemia, y quien no lo ha manifestado, es porque lo está escondiendo. Esta ciudad invisible, se abre a un mundo distinto. Potencias y países arrogantes tienen muchos ciudadanos contaminados. Esto nos hace pensar en las debilidades que nos unen. Con los países y las potencias mundiales, con el mismo problema que todos los demás pueblos y naciones del mundo, no permite postular una nueva manera de vivir de la familia humana, un mismo problema, una misma tarea, un mismo objetivo: luchar contra el virus, acabar con la pandemia, recuperar el planeta, volver a lo fundamental de cada uno, tener una mejor y real calidad de vida.
Hay también un mundo interior que estamos redescubriendo, es el mundo de las vivencias, de las preguntas, de la vuelta a la fe, que, en tiempos de pascuas, se traducen en mirar la cruz de Cristo, y ver que Jesús, se hizo hombre por nosotros, murió y resucitó para darnos una nueva vida. Sin templos abiertos, sin la posibilidad del sacramento de la eucaristía, buscamos fortalecer la fe en la vida, en Dios, en Jesús el camino hacia el Padre.”
Entre muchas REFLEXIONES que se nos vienen a la cabeza,hay una que nos GENERA mayor INQUIETUD… En cuanto TIEMPO volveremos a MALTRATAR nuestra CASA en COMÚN..?
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LOS DIALOGANTES DE HOY
Parroco MONSEÑOR DARIO ALVAREZ BOTERO
ALEJANDRO LOPEZ CONDE A.
FOTOS : CAROLINA SANCHEZ MONTEALEGRE
