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Ejército Nacional de Colombia. Disponible en https://www.ejercito.mil.co/
Si la emergencia sanitaria no hubiese golpeado al mundo de forma tan breve e inmediata desencadenando una crisis con gigantescas consecuencias sociales, económicas y políticas, estas breves líneas serían otras al momento de hablar de los retos e intereses geopolíticos de Colombia. Pese a que no es una cuestión meramente estática, este escenario gravita en el monitoreo diario de lo que sucede con el número de pruebas realizadas, número de camas UCI, número de recuperados, número de muertos y el cumplimiento de las normas jurídicas y sociales con el objetivo de aplanar la curva de contagio. De ahí que se explique como señala, Kattalin Gabriel-Oyhamburu, que la geopolítica depende del momento histórico en que se produce.
El manejo de los intereses geopolíticos y de política exterior de Colombia se pueden centrar como ha sido lo usual en el papel del Estado y desde luego de la soberanía nacional, roles que -por ahora- no parecen ser suficientes al momento de explicar lo que será el nuevo orden internacional. La seguridad y defensa nacional, la seguridad alimentaria, la escasez de recursos hídricos, el comercio exterior, la crisis petrolera, han estado en la mesa de centro de las principales potencias y de los países de acuerdo con su contexto geopolítico. Escenario que indudablemente tendrá que estar alineado a una adecuada y necesaria gestión de la crisis producto de la pandemia. De esta manera, Colombia deberá seguir sumando esfuerzos y continuar enfocándose en estos factores, pero al mismo tiempo deberá identificar aquellos en los que probablemente no lo pueda hacer solo. Los Estados que han logrado aplanar la curva de contagio y que han permitido establecer marcos de cooperación en materia de salud pública serán preferiblemente los más opcionados. Lo que representa un gran reto, pues la práctica del manejo de la crisis ha demostrado un debilitamiento en los mecanismos de integración entre vecinos en la región y en el mundo haciendo que la mayoría de los ojos estén puestos en países que lo vienen haciendo bien, especialmente en el continente asiático.
Durante mucho tiempo, la geopolítica ha estado asociada al Estado y al principio de soberanía nacional, pero al parecer transitamos a un proceso de reformulación. Precisamente, Estados Unidos que ha sido un aliado histórico e importante para Colombia en temas de cooperación internacional, inversión y lucha contra el terrorismo ha cedido espacio y ha perdido capacidad de dirección en la toma de decisiones estratégicas para enfrentar la pandemia. Si bien el país norteamericano ha enviado personal médico y material para la prevención y contención del virus a otros países, China ha demostrado un manejo eficiente y disciplinado de la crisis. Este tipo de acciones, además de ser un clásico ejercicio geopolítico, hace que Colombia priorice sus intereses de política exterior en el contexto de la emergencia sanitaria con el fin de acelerar las medidas que permitan estabilizar la economía, reactivar el sector productivo, salvar vidas y fortalecer el sistema de salud. No cabe duda de que los intereses geopolíticos son aquellos que proyectan al país en la relación con los otros Estados, siendo las respuestas divergentes de Estados Unidos y China la manifestación cuidadosa de dos sistemas: capitalismo liberal frente al autoritarismo descentralizado y federalista, que responden a una crisis idéntica.
Política de fronteras: Venezuela
Con relación a la política de fronteras, particularmente las relaciones de Colombia con países de la región y especialmente con Venezuela, en el sentido de reafirmar la expresión de gobernabilidad, conviene indagar sobre los diferentes mecanismos de seguridad y defensa nacional que permitan reducir las amenazas transnacionales fronterizas.
Colombia para Venezuela funge como un “Estado tapón”, al impedir la expansión ideológica y delictiva en la que se ha edificado la Venezuela post Chávez. En este sentido, los respectivos dirigentes políticos deberán evaluar si los intereses son susceptibles de ser cambiados o reducidos, conforme con el grado de esfuerzo que se deba realizar para defenderlos. En palabras de Brzezinski, Colombia debe jugar un doble rol pensando en cómo ser un jugador estratégico activo y cómo lograr un desarrollo interno con visión hacia el exterior de la mano de los instrumentos jurídicos desarrollados por el derecho internacional y penal internacional porque los mecanismos diplomáticos han sido un fracaso. Es ahí donde los procesos de integración regional juegan un papel importante y son clave: Alianza del Pacífico, Comunidad Andina de Naciones (CAN), y con especial atención el Grupo de Lima.
La geopolítica del covid-19 traerá consigo el regreso del Estado, pero este será el del Estado sanitario, poniendo nuevas reglas en el contexto geopolítico que claramente Colombia deberá aceptar y adoptar en el marco del multilateralismo.
