SoundCloud recortó personal y cerró oficinas. ¿Podrá con eso mitigar la crisis y seguir ofreciendo servicios gratuitos?
Muchos hemos creído en SoundCloud por años, por su bonito reproductor -que podrás ver al final de este post- y porque parecía muy fácil publicar audios allí con una cuenta gratuita. Fue lo más cercano al codiciado lugar del YouTube para el audio que muchos soñaron. Pero bien lo dice el dicho «de eso tan bueno no dan tanto». Las cuentas que tiene que pagar la compañía para almacenar nuestros audios, los arriendos en 4 ciudades del mundo, los servidores, ingenieros, programadores, empleados, luz, agua y todo lo demás hay que pagarlo y no con canciones, poemas, audios de conferencias ni con podcasts; lo que ha metido en problemas a esa plataforma con muchas compañías discográficas, dueñas de los derechos de las canciones que muchos subimos sin autorización en SoundCloud.
Pero esos líos de derechos se han ido solucionando poco a poco entre los grandes sellos propietarios de las músicas y la empresa alemana de sonido en la nube. Sin embargo, no ha sido fácil la tarea de sanear y convertir en rentable esta tecnología que ve cada día más difícil competir con Spotify, Deezer, Apple Music, Apple Podcasts y Spreaker sin tener un modelo que le permita ganar dinero suficiente para sostenerse, pues apenas una minoría muy pequeña de usuarios se animan a pagar por la cuenta de SoundCloud. Tampoco tienen fuerza en publicidades que les den los ingresos, como pasa en YouTube. Y han aparecido como competencia tantas otras opciones buenas bonitas y baratas como Spreaker, BandCamp, ReverbNation, iVoox y el mismo Youtube (que ahora se usa también para oír música y audios), que hacen que el panorama no sea tan prometedor como cuando SoundCloud aprovechó la caída de MySpace y se coronó por algunos años como la reina del audio en internet. Duró lo que duró y ahora todos los productores de contenidos sonoros miramos en otras direcciones y buscamos otras alternativas.
No parece fácil que SoundCloud logre llegar al 2018
Tras la noticia que se relata en este episodio podcast, se supo que después de «dejar ir» al 40% de los empleados de la empresa se hizo una reunión con los que quedaban después de tan tremendo recorte de personal, con el que seguramente lograrán reducir costos para enfrentar la crisis económica de sostenimiento de la plataforma; sabiendo que no se han concretado los rumores de que la compañía sería comprada por Deezer o por Twitter. Pero los ánimos del 60%, el personal que no fue despedido, no parecen ser los mejores. Se cree que el ahorro en gastos operativos al cerrar las oficinas en San Francisco y en Londres y despedir a 173 personas le permitirán a SoundCloud llegar al final del año 2017 pero ¿y después de eso qué?
Se sabe que hubo una reunión general y los empleados que quedaron no se habrían sentido tranquilos, sabiendo que dentro de medio año más personas podrían perder sus empleos si no se encuentran soluciones definitivas para sostener a SoundCloud. Los chismes que corrieron después de esa reunión hablaban de que parte de quienes no fueron despedidos preferirían renunciar e irse también.
En mi experiencia personal como podcaster, SoundCloud por un tiempo me resultó mejor que Spreaker. Pero poco a poco la cosa fue cambiando y poniéndose al contrario. En este momento menos del 0,01% de las escuchas de mi podcast provienen de SoundCloud y apenas el 1% están en Spreaker. La mayor parte de los suscriptores de mis audios los reciben por suscripción vía iTunes o con aplicaciones como Overcast en iPhone o Podcast Addict en Android.
Lo bueno de SoundCloud:
- Es gratis (hasta cierto punto).
- Se ve bonito (aunque es plataforma de audio).
- Se integra bien en WordPress y otras plataformas web.
- Hay mucha gente que abrió cuenta (pero muchos olvidamos volver).
- Si pagas la cuenta premium puedes subir audio «ilimitado».
Lo malo de SoundCloud:
- No permite descargar (solo suena si tienes conexión a internet en el momento. No se puede usar en aviones, fincas ni si se te acaban los datos del celular).
- No ofrece velocidades para oír (en Spreaker, ApplePodcasts y otras se pueden oír más rápido los programas hablados).
- Tiene trolls, spam y usuarios falsos (alteran las estadísticas para hacer creer que algo es popular).
- Hay pánico entre los creadores de contenido (todo el mundo cree que van a cerrar y se perderán los audios ya subidos).
- Perdieron casi la mitad del personal (¿quién hará todo el trabajo ahora?).
- No tienen asegurado el presupuesto para seguir funcionando.
- Las emisoras y los podcasters están obligados a pagar una cuenta nueva por cada programa que quieran enviar a iTunes y Apple Podcasts (en Spreaker y otros una sola cuenta basta).
- Si no la acaban las deudas y los problemas con las disqueras, la podría acabar un retiro masivo de los contenidos y las cuentas de pago por el pánico que se está generando.
Yo, por mi parte, seguiré publicando en SoundCloud, pero como plataforma auxiliar, de manera que mis podcast pueden oírse también en todas las otras plataformas, como de hecho ha estado pasando de manera espontánea desde hace ya años.
Comentarios