Cerrar Menú Blogs
Las opiniones de los blogueros son de su estricta responsabilidad y no representan la opinión de este portal.
Profile image

Ingresa o regístrate acá para seguir este blog.

Seguir este blog

Hace poco visitaba con mi hija una estupenda exposición de arte moderno en la Casa Republicana de la Biblioteca Luis Ángel Arango, en Bogotá.  Al salir, me provocó tomarme un tintico; pasamos por la cafetería, y en todo el frente había un recuadro en la pared que me llamó la atención.  Le dije a mi hija:

—Qué interesante ese recuadro ¿Sabes qué representa, y quién es el que aparece ahí?

—No, no lo sé.  No alcanzo a distinguirlo —contestó.

Claro, no tendría por qué reconocerlo, ella pertenece al siglo XXI.  Aquella imagen me transportó en el tiempo.

Grafiti en la Luis Ángel Arango. Foto tomada por Gustavo Aguirre.

Grafiti en la Luis Ángel Arango. Foto tomada por Gustavo Aguirre.

 

1990: en las mañanas yo estudiaba en la universidad y en la tarde trabajaba como profesor en un colegio.  Pero era junio, así que en mi trabajo estábamos de vacaciones de mitad de año, mientras que en la U seguíamos en clases. En ese momento presentábamos exámenes.  Entonces me encontré con mis compañeros en el salón de monitoria de la carrera, pues al día siguiente, el martes, yo tenía un examen a las 8:00 a.m.

—¡Oigan, pilas!  Suspendieron las clases de mañana  a partir de las 10:00 a.m. por el partido.  Las de 6:00 a.m. y 8:00 a.m. se harán normalmente —dijo alguien.

“Qué bien” pensamos todos, entonces, nos pusimos a dar pronósticos, nos volvimos comentaristas, directores técnicos y hasta jugadores.

Estábamos en pleno mundial Italia 90, hacia 28 años que Colombia no iba a un mundial, era su segunda participación.  Vivíamos del recuerdo del 4-4 ante la Unión Soviética, cosa que a ninguno de los presentes le había tocado.  Así, cada uno de nosotros se había vuelto hincha de otras selecciones que sí participaban en los mundiales, generalmente de Argentina y Brasil; y yo, en particular, de Alemania.

Todos estábamos súper ilusionados y emocionados con la presentación del equipo, que para nosotros era un equipazo.  Había dado señales de buen conjunto en la Copa América de Argentina 87, al quedar tercera, ganándole 2-1 a la Argentina que lideraba Maradona, Campeón del mundo en México 86, mundial que, a propósito, Colombia había declinado realizar.  Antes del 87, casi siempre perdíamos por goleada.

—Pinsky, mañana tenemos ese examen, y yo pienso más en el partido que en el dichoso parcial.  Yo creo que se me borró el cassette… —dijo sonriendo Caliche.

—¡Cómo se te ocurre!  Nosotros estudiamos muy juiciosos el sábado y el domingo.

—No, ese partido va a estar muy bueno.  A Colombia le va a ir muy bien.  Yo sé porque se los digo —expresó Pepe frotándose las manos varias veces, esbozando una enorme sonrisa.

—Seguro que sí, mañana se lucen esos manes y hasta ganamos.  René firme en el arco, Andrés y Leo conteniendo, Carlos armando el equipo, la “Gambeta” metiendo los goles —comentó eufórico Guille, hablando de los jugadores como si fueran viejos conocidos suyos.

—Ah, no canten victoria.  No ven que se van a enfrentar nada más ni nada menos que a la poderosa Alemania.  Ese equipo es una máquina, recuerden  que a Yugoslavia le metió 4 goles y a Emiratos 5 —pronunció Chalo, con un dejo de fatalismo.

—¡No, pues, ya llegó este bulto de sal!  Ándate, no jodas.  Ándate con tus malos augurios a otra parte  —dijo Caliche riéndose, haciendo el signo de la cruz con sus dedos.

A continuación, todo se volvió una recocha y una tomadura de pelo entre unos y otros.

Por cierto, en aquel momento había reglas diferentes en el fútbol, por ejemplo: Clasificaban 24 equipos a nivel mundial, no 32 como ahora.  Si un equipo ganaba, le daban 2 puntos y no 3.  El arquero podía tomar el balón con las manos, tras recibir un pase de un compañero, lo que permitía “quemar tiempo”.

El grupo que le correspondió a Colombia fue el D, conformado por Alemania Federal, Yugoslavia, Emiratos Árabes Unidos y Colombia.  Como dato curioso, dos repúblicas ya no existen como tal: República Federal Alemana y República de Yugoslavia.

Además, teníamos la fe puesta en que Colombia clasificaría a la siguiente ronda.  Con un empate pasaba como mejor tercero por diferencia de goles, a eso le apuntábamos, el primer partido lo ganaron 2 – 0 a Emiratos Árabes ¡Sí, fue el primer partido que Colombia ganaba en un mundial!  El otro, lo habían perdido, en un buen partido, contra Yugoslavia 1 – 0, así, sumaba 2 puntos.  Alemania Federal ya estaba clasificada, tenía 4 puntos.

—Bueno ¿Y dónde vamos a ver el partido mañana? —preguntó Pepe.

—¡En el teatro!  Van a poner una pantalla gigante, se conectarán a la transmisión en directo de la TV.  Les propongo que nos veamos aquí tipo 10:30 a.m. y salimos para el teatro.  Eso va a estar muy buenooo —contestó Guille.

—No se les olviden las banderas y los pitos ¡Mañana ganamos!

—¡Hum, ilusos!  Siempre ensillando las bestias antes de comprarlas —masculló Chalo, moviendo la cabeza de lado a lado.

Al siguiente día, llegamos tempranito a la U.  Presentamos el examen y salimos rápidamente para la monitoria.  Allí fuimos llegando cada uno, teníamos un optimismo arrollador, estábamos ansiosos y nerviosos, se respiraba confianza en el equipo.  Solo Chalo y Peter se mostraban escépticos, decían que eran realistas, que Alemania era un equipo muy fuerte, que Colombia era un equipo “normalito”, que fuéramos consecuentes.

Entramos al teatro, nos acomodamos en dos filas del centro.  No se imaginan el ambiente.  Era toda una fiesta, había banderas, trompetas, tambores, coros, pitos, chiflidos.  El telón ya estaba instalado.  De repente, se suben al escenario dos estudiantes con una inmensa bandera y empiezan a correr de lado a lado. La gente grita, se arma el coro, qué energía la que se siente en el recinto, suenan los tambores, parece que estás en el mismísimo estadio.  Dan instrucciones para organizar la “ola”, empezando desde las filas delanteras ¡qué fiesta!

—Uy, hermano me voy a quedar sin uñas, los nervios me están matando, a mi me va a dar algo —dice Guille que está a mi lado.

Al otro lado está Peter, y detrás Chalo, nos toca cerca de las escalas, al principio de la fila.  Se va acercando la hora del partido, siguen sonando los pitos, se mueven las banderas.

—¿Cómo te fue en el examen? —le pregunta Chalo a Caliche.

—¡Cuál examen hermano!  Ahora estoy en modo partido, Chalo, en modo partido, qué pena, “Colombia, Colombia…”.

Empieza la transmisión, la gritería es ensordecedora, aplausos, vivas.  Muestran el estadio en Milán, el San Siro o Giuseppe Meazza capacidad para 80,000 espectadores.  Algunos de mis compañeros están ahora “hablando” en italiano, jejejeje. El teatro tiene 1,200 sillas, pero parecemos como 2,000 asistentes.  No lo podemos creer, allí está nuestra selección y ¡contra los alemanes!  Salen los equipos, qué algarabía.

Valga decir que esos alemanes no solo intimidan con la apariencia física y el uniforme, también con sus nombres: Illgner, Augenthaler, Buchwald, Steiner, Lothar Matthäus, Günter Hermann, Karl-Heinz Riedle, Rudi Völler, Jürguen Klinsmann.

En la mitad del campo está la banda marcial que interpretará los himnos.  Empieza con el alemán.  Mi amigo Fercho está pálido, nervioso, le paso agua y le pongo la mano en el hombro.  Suena el himno de Colombia, los jugadores de la selección se llevan la mano al pecho, qué emoción. Nos paramos, cantamos a todo pulmón, casi gritamos.  La cámara enfoca a René Higuita, Gildardo Gómez, el “Chonto” Herrera, Leonel Álvarez, Freddy Rincón, Andrés Escobar, el “Bendito” Fajardo, “Barrabas” Gómez, La “Gambeta” Estrada, Luis Carlos Perea, El “Pibe” Valderrama.  Para mí es la mejor selección Colombia que he visto, solo falta el “Palomo” Usuriaga.  En el estadio hay hinchas de Colombia, pero la mayoría son de Alemania.

Imagen 2.  Selección Colombia, Italia 90. Tomada de pinterest.
Julio de 1990. Enfrentamiento de la Selección Colombia contra Alemania para los cuartos de final del Mundial de Fútbol Italia 90. El partido quedó empatado 1-1. Foto: Archivo particular. Tomada de eltiempo.com (https://www.eltiempo.com/deportes/futbol-internacional/mundial-italia-90-recuerdos-de-una-seleccion-inolvidable-213022)

Julio de 1990. Enfrentamiento de la Selección Colombia contra Alemania para los cuartos de final del Mundial de Fútbol Italia 90. Foto: Archivo particular. Tomada de eltiempo.com (https://www.eltiempo.com/deportes/futbol-internacional/mundial-italia-90-recuerdos-de-una-seleccion-inolvidable-213022)

 

Escuchamos en la narración el ¡Eee, oeee, oeee, oeee, oaaaa, uh… sí, sí, Colombia… sí, sí Caribe!…, todo el teatro lo corea.

Hacen el sorteo por el saque, tenemos el corazón a mil, qué nervios, qué ansiedad.  Suena el pito, y mueven el balón los tanques de Völler y Klinsmann.  Se escuchan los gritos, los vítores, los tambores, los aplausos.  Fercho se echa como 10 bendiciones, Margara está dichosa, mueve una bandera, Nena aplaude muerta de la risa.

Continuará…

Siguiente relato: Un partido que nos marcó y nos llenó de ilusiones. Parte 2.

(Visited 983 times, 1 visits today)
PERFIL
Profile image

Me gusta disfrutar en familia y con amigos. Me fascina escribir relatos y anécdotas de la vida cotidiana. Soy Ingeniero de Sistemas, crecí en Medellín, viví en Bogotá, Guayaquil y Cali. Gracias por sus lecturas y comentarios.

Más posts de este Blog

  • Vida

    Las Menudas

    —Flaco, hermano, cómo te parece que falleció Vicky, la Menuda —le dijo Alonso.  Alberto no lo podía creer, quedó(...)

  • Vida

    Mijo, ¿descompletó la platica del mercado?

    En el curso que dirijo en el Departamento de Ingeniería de Sistemas de la Universidad de Antioquia, cuyo objetivo(...)

  • Vida

    A solo un paso de tirar la toalla

    Sergio tomó el bus en el paradero de la ruta Circular, al frente de la clínica Las Américas, se(...)

  • Vida

    Messi, para qué te traje…

    —Messi, para qué te traje, ¡Messi! — grité desesperado cuando Lionel desperdició una clara oportunidad de gol.   Yo les(...)

Ver más

Lo más leído en Blogs

1

Mi vida adulta comenzó el día que vi cuánto pagaba de(...)

2

.:: Editorial ::. .:: Contenido ::. Estimados lectores: El uso adecuado(...)

3

No soy el mayor de los fanáticos de la salsa, pero luego de leer ¡Que viva la música!, del caleño Andrés Caicedo, queda uno con unas ganas de escuchar salsa...

Una completa discografía aparece al final de mi edición, lo que me permite escribir las referencias completas de las canciones que vienen a continuación. Esta música suena muy bien justo ahora que se está acabando el año.

Me voy sólo a lo seguro, porque yo no sé de salsa. Para comenzar, la más conocida de esta pareja; qué orquesta... y qué piano...

Sonido bestial, Richie Ray y Bobby Cruz (VAYA)




Ésta que viene también me gusta, aunque no sea exactamente la versión original. Recomiendo adelantar el primer minuto.

Agúzate, Richie Ray y Bobby Cruz (Alegre)




La novela está llena, completamente plagada, de versos tomados de las canciones. Es que está escrita de una forma tan particular... seguro que a muchas personas no les gustó. De aquí sale "Vente con Richie, Vente pa' ca...":

Richie's jala jala, Richie Ray y Bobby Cruz (Alegre)




Y de ésta, "Te conozco bacalao, aunque vengas disfrazao...". Aquí canta Willie Colón, aunque por ahí vi algunos videos en los que canta Lavoe.

Te conozco bacalao, Willie Colón (Fania)




¿Por qué no hay música de Los Graduados? Porque la protagonista detesta a Los Graduados. En cambio, ésta parece gustarle bastante: (el video está algo incompleto)

Anacaona, Cheo Feliciano, Fania 73 en vivo (Fania)




También hay mucho rock en la novela, especialmente al inicio, pero eso quizás dé para otra entrada.

En fin.

Mientras se lee el texto es claro que éste tiene un trasfondo más bien trágico. Este hombre, Caicedo, creía (y muy en serio) que era un desperdicio vivir más de veinticinco años, lo que en cierto sentido tiene su lógica, si se lleva el tipo de vida de la protagonista del texto. En fin, dicen que Caicedo se suicidó el mismo día que recibió la copia impresa de ésta, la última novela que terminó.

Nadie podría acusarlo de incoherente.

Feliz año nuevo.


dancastell89@gmail.com

4 Comentarios
Ingresa aquí para que puedas comentar este post
Reglamento de comentarios

ETCE no se responsabiliza por el uso y tratamiento que los usuarios le den a la información publicada en este espacio de recomendaciones, pero aclara que busca ser la sombrilla de un espacio donde el equilibrio y la tolerancia sean el eje. En ese camino, disponemos de total libertad para eliminar los contenidos que:

  1. Promuevan mensajes tipo spam.
  2. El odio ante una persona o comunidad por su condición social, racial, sexual, religiosa o de situación de discapacidad.
  3. Muestren o impulsen comportamientos o lenguajes sexualmente explícitos, violentos o dañinos.
  4. Vulneren o atenten contra los derechos de los menores de edad.

Además, tenga en cuenta que:

  • - El usuario registrado solo podrá hacer un voto y veto por comentario.
Aceptar
¿Encontraste un error?

Para EL TIEMPO las observaciones sobre su contenido son importantes. Permítenos conocerlas para, si es el caso, tomar los correctivos necesarios, o darle trámite ante las instancias pertinentes dentro de EL TIEMPO Casa Editorial.


Debes escribir el comentario
¡Gracias! Tu comentario ha sido guardado
Tu calificación ha sido registrada
Tu participación ya fue registrada
Haz tu reporte
Cerrar
Debes escribir tu reporte
Tu reporte ha sido enviado con éxito
Debes ser usuario registrado para poder reportar este comentario. Cerrar