Cerrar Menú Blogs
Las opiniones de los blogueros son de su estricta responsabilidad y no representan la opinión de este portal.
Profile image

Ingresa o regístrate acá para seguir este blog.

Seguir este blog

Tal vez si cumpliéramos la palabra, nuestra vida sería distinta. Pero no. Somos un país  lleno de merengues donde el valor de la palabra se deshace en medio de la baba. Cuando decimos si, debemos entender, tal vez. Cuando decimos no, debemos entender, de pronto. La palabra no vale y por eso ser notario es el mejor de los negocios.

Como somos culiprontos, ladinos e insidiosos, nos  gustan las promesas, porque tenemos claro que no  las vamos a cumplir.  Nos movemos al vaivén de lo que pasa y de lo que nos conviene. Prometemos a los hijos juegos y paseos que nunca se dan. Juramos amor eterno en ceremonias fastuosas  y a la menor oportunidad traicionamos sin recato. Ofrecemos puentes donde no hay ríos o triunfos donde no hay trabajo. Ponemos citas que  no cumplimos, llegamos siempre tarde,  y así se nos va la vida, diciendo sin hacer y sobre todo, sin ponernos colorados.

 Incumplir la palabra viene de la mano de una característica muy pero muy colombiana y es nuestra incapacidad para decir no. Por el contrario. Decimos que sí al poner una cita, al comprometernos a un trabajo, al prometer una ayuda, al asegurar un hecho, al decir que el vestido estará listo a las cinco y la página web a las tres. Dice que sí la guerrilla cuando afirma que respetará el Derecho Internacional Humanitario, dicen que sí los políticos cuando  prometen que no robarán, dice que sí el Estado cuando jura sobre la Constitución que defenderá la vida, honra y bienes de todos los colombianos. Dice que si el expresidente, el obrero, el intelectual, el mecánico, el diseñador, el domiciliario. En resumen, todos decimos que sí. Y esa actitud positiva, proactiva nos debería colocar cerca al cielo. Pero no, cada vez estamos más cerca al infierno. Y no es gratis. Y no es mala suerte. Nuestra habilidad para olvidar lo prometido, para deshacer lo hecho, nuestro “importaculismo”, nuestra facilidad para transgredir los compromisos nos tiene al borde del abismo. Porque con la misma facilidad que prometemos, nos olvidamos y por cuenta de nuestra irresponsabilidad hay un montón de gente colgando de una brocha. Pero además, como nos creemos más que los demás, no nos importa.

Para completar, tenemos la capacidad para voltear las situaciones. El que llega puntual es un intenso. El que exige cumplimiento es un intransigente. El que pregunta es un cansón. El que pide explicación es un impaciente. El que se molesta, es un histérico.

Una sociedad que no cumple lo pactado, es una sociedad inviable por donde se le mire, pero ahí seguimos y así nos va, porque somos hombres de palabra, pero a las palabras se las lleva el viento…

@malievan

 

(Visited 1.148 times, 1 visits today)
PERFIL
Profile image

Reflexiones de a pie de un ciudadano en bus. Notas cotidianas con humor y sobretodo con dolor. Periodista, escritor de libros y novelas, Creador de Atardescentes .

Más posts de este Blog

  • Deportes

    Fútbol y fritanga

    Que tumben la Ley de Garantías es preocupante, que Duque cometa todo tipo de tropelías es grotesco, pero lo(...)

  • Política

    Votar por Nadie

    Amigos: Yo de política no sé. Voto por intuición y por pura fe. No entiendo tus análisis sesudos, ni(...)

  • Bogotá

    En la ciudad de la furia (y de los miedos)

    Nunca aprendí a bailar y me arrepiento. Sin embargo, mi dislexia rítmica no impidió que en mi juventud lejana,(...)

  • Política

    Explosión de democracia

      Un vasito de agua, un madrazo y una candidatura presidencial, no se le niega a nadie. Y es(...)

Ver más

Lo más leído en Blogs

1

No puedo dejar pasar este tema del agua sin preguntarme: ¿y(...)

2

Dios nos habla por medio de nuestros sueños. Esta es una(...)

3

Quizás eres como yo, de esos que siente que marchar es(...)

0 Comentarios
Ingresa aquí para que puedas comentar este post
Reglamento de comentarios

ETCE no se responsabiliza por el uso y tratamiento que los usuarios le den a la información publicada en este espacio de recomendaciones, pero aclara que busca ser la sombrilla de un espacio donde el equilibrio y la tolerancia sean el eje. En ese camino, disponemos de total libertad para eliminar los contenidos que:

  1. Promuevan mensajes tipo spam.
  2. El odio ante una persona o comunidad por su condición social, racial, sexual, religiosa o de situación de discapacidad.
  3. Muestren o impulsen comportamientos o lenguajes sexualmente explícitos, violentos o dañinos.
  4. Vulneren o atenten contra los derechos de los menores de edad.

Además, tenga en cuenta que:

  • - El usuario registrado solo podrá hacer un voto y veto por comentario.
Aceptar
¿Encontraste un error?

Para EL TIEMPO las observaciones sobre su contenido son importantes. Permítenos conocerlas para, si es el caso, tomar los correctivos necesarios, o darle trámite ante las instancias pertinentes dentro de EL TIEMPO Casa Editorial.


Debes escribir el comentario
¡Gracias! Tu comentario ha sido guardado
Tu calificación ha sido registrada
Tu participación ya fue registrada
Haz tu reporte
Cerrar
Debes escribir tu reporte
Tu reporte ha sido enviado con éxito
Debes ser usuario registrado para poder reportar este comentario. Cerrar