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Subirse a una buseta en Bogotá es toda una ciencia. Uno se tiene que parar a la orilla del andén, ni muy hacia afuera, pero tampoco muy hacia adentro. Y cuando viene un bus, hay que hacer maromas para poder ver qué dice, porque los que están adelante de uno se le meten al frente y no dejan ver.
Ya cuando uno logra ver el letrero de la buseta, tiene que tener ojo de águila para leer lo que dice la tabla, antes de que se le pase. O de que se suban los demás y le cierren la puerta.
Yo alcancé a ver que decía calle 26 y CAN y me subí de una para ir a la EPS Compensar. Pero ya cuando íbamos llegando aprendí que uno debe saber, apenas se suba, si la salida es por el frente o por detrás. No todas las busetas tienen la puerta de atrás.
Cuando llegué a la puerta, vi el timbre tapado con cinta de enmascarar. Me arriesgué y puse el dedo ahí. Evidentemente, sonó. Pero el conductor pareció no oír. Y siguió hasta un puente peatonal, cuatro cuadras más arriba de donde yo pensaba bajar.
Resignado, caminando entre todo el mugre que suele haber a diario al frente de la sede de la Secretaría de Educación Distrital, me subí al puente y empecé a caminar hasta Compensar, pensando en por qué razón no habrán hecho ese puente al frente de la sede de la EPS, por donde a diario se arriesgan a pasar decenas de pacientes que van a citas médicas allí.
Me devolví en otra buseta, pero esta vez sí averigüé por dónde es la salida. Y me hice cerquita a la puerta. Pero me tocó de pie. Entonces, con la mano derecha traté de alcanzar en vano el tubo de arriba. Con la otra tenía abrazado el asiento del lado. Con un pie, hacía fuerza hacia adelante, cuando frenaba la buseta, y con el otro, hacia atrás, cuando esta arrancaba.
Luego me vine a enterar de que esa es la manera como los conductores ‘encarran’ a los pasajeros en la parte de atrás.
Cuando me fui a bajar en la Avenida Boyacá, el chofer me pasó unas cuatro cuadras más. Me pegué de ese timbre, pero no hubo nada qué hacer.
Cuando pude bajarme, abriéndome paso por entre todos los que estaban en la puerta, me devolví a pie para tomar un bus por la Avenida Boyacá. Ya estaba cansado y no hallaba la hora de llegar. Caminé hasta donde había andén y me quedé allí, mirando cómo pasaban los carros que hacían la oreja de la calle 26 hacia el sur por la Avenida Boyacá y buscando un paso peatonal que nunca encontré. Solución: échese la bendición y agarre a correr.
que man tan gomelo… lo peor que puede pasar en el bus es dormirse y pasarse del sitio donde toca bajarse… y eos de dejarlo 4 cuadras e spor fisico descuido, auqnue la verdad estoy totalmente de acuerdo con la actitud de los choferes, ya que cada media cuadra la gente timbra… no pueden caminar ni media cuadra pro que que pereza… mas bien siga en su carro viviendo en una realidad aparente…
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Las cosas al revés. El alcalde buscando a toda costa que los que tenemos vehículo no lo podamos utilizar, para que utilicemos el servicio público. Le aseguro, señor alcalde, que si el servicio público fuera decente y eficiente, TODOS dejaríamos el carro en casa. Ayer tomé una buseta de la calle 119 con 15 hasta la autonorte con 127. Qué tortura: Un chofer (conductor es otra cosa) que cree que lleva papas a granel. Frena, arranca, frena. Un pasillo por el que puede transitar una persona pero que se colocan dos filas y uno debe circular por el centro. Y aparte de todo con música al gusto del chofer (esto no estaba prohibido?). Y del transmilleno: de eso no se habla. Quisiera ver a samuelito subido en un bus de esos a las 6 p.m. en la estación de la 100 con autonorte.
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Si se escribiera más a menudo sobre este tema, al menos una queja por día, pudiera ser que algún funcionario del Distrito el alcalde?)se interese y presente un proyecto que vuelva ese “servicio público” normalito< Es sabido y conocido que los intereses de cierta/s familia/s impiden que se acabe con "esa guerra del centavo" que es solo una de las causas del problema
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Si se escribiera más a menudo sobre este tema, al menos una queja por día, pudiera ser que algún funcionario del Distrito el alcalde?)se interese y presente un proyecto que vuelva ese “servicio público” normalito< Es sabido y conocido que los intereses de cierta/s familia/s impiden que se acabe con "esa guerra del centavo" que es solo una de las causas del problema
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Para jhguzman- se equivoca.. yo vivo en Boston, y aca 1) el metro pasa cuando le da la gana, y preciso en invierno cuando uno esta padeciendo congelacion de sangre puede tomarse hasta MEDIA HORA, los conductores de los buses son unos hillbillies que tienen menos simpatia que jota mario, manejan esos buses como si fueran camiones llenos de marranos, en la estacion no hay “musica ambiental” esta es el mexicano tocando mariachi, o en su defecto el viejito camboyano tocando un violin ornamentalmente hecho con un rollo de papel higienico y un caucho de calzoncillo (completamente veridico, que me desmienta el que haya cogido la linea verde e boston en la estacion de park st a las 8 p.m. aprox). cuando hay partido de redsox el tren parece mas bien un tablero de tetris.. mejor dicho mi mensaje es que transporte publico es transporte publico aca y en monte carlo… pero pues con un poco de mente abierta uno hasta disfruta esas cosas…
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Agradezca que no lo robaron, ya que es la constante de viajar en transporte publico y peor si va lleno como el transmilenio que va desde pizones, aruñetazos y hasta groserias.
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Agradezca que no lo robaron, ya que es la constante de viajar en transporte publico y peor si va lleno como el transmilenio que va desde pizones, aruñetazos y hasta groserias.
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Ríase con …”las cosas que vamos extrañar del sistema tradicional de transporte”….en http://sehablacolombiano.blogspot.com/2009/05/las-cosas-que-vamos-extranar-del.html
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Bueno… según lo que cuenta le fue bien. Suceden cosas peores a diario con las busetas, buses, colectivos y taxis. Y ni le digo el transmilenio. Vaya alguna vez en la tarde (entre semana) a las estaciones de la caracas con 72 y con 76.
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Y lo peor el carro parqueado en el parqueadero gracias a nuestro querido alcade …….
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Describe perfectamente la triste realidad …. y yo pienso lo bien que se vive en un país civilizado. Vas a la parada, miras el horario, sabes exactamente en cuanto tiempo pasa el próximo bus o metro, esperas relajado (en las estaciones de metro incluso con música ambiental a bajo volumen) y en el momento exacto indicado por el horario, llega tu transporte, te subes y arranca con suavidad, no haces maromas ni esfuerzos para no caer y cuando llegas, fácil … pasas por el puente peatonal o simplemente por el paso de cebra (que para eso está), nadie te pita ni te echa el carro encima, mucho menos te van a parar en un lugar diferente a la parada establecida. Y no es tan difícil, es simple organización coordinada entre alcaldía + transportista + conductor + ciudadano.
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Eso es solo “la punta del iceberg” de la peligrosa, engorrosa, molesta y precaria situación de “coger” buseta. Que lo echen a uno para atrás a empellones los demás pasajeros para que bajo el marco de la puerta quepan otros 5, es solo una nimiedad, una anécdota al lado de la inseguridad y el desaseo en estos vehículos. Y a propósito del desaseo, lo más horroroso de subirse a una buseta cuando está llena es soportar los vahos de calor de los demás, o de mal aliento cuando van conversando a centímetros de uno, o ir en un colectivo repleto y con todas las ventanas cerradas. Afortunadamente tengo carro particular y al menor bochorno solo es bajar el vidrio, pero no entiendo cómo la gente se acostumbra a olerse entre ellos mismos, a respirarse, a restregarse, a soportar vahos desconocidos sin abrir una ventana y sin protestar. O, también, que me dice del petardo que habla a viva voz por celular? o que tiene los mas molestos ringtons a todo volumen y hablan fantochemente como si a los demás nos importara medio pito su vida o como si solo ellos tuvieran celular y estuvieran exhibiendo un aparato para despertar envidias?. Que decir los toqueteos que sufren algunas mujeres por machitos calenturientos e irrespetuosos? Y del “cosquilleo” con el que por ejemplo yo, perdí alguna vez mi celular? O del equilibrio circense que hay que tener mientras uno cuenta monedas en un colectivo y tiene que agarrarse de algún lado pero con las manos ocupadas? Y del irrespeto de los choferes con esa manera tan brusca de manejar como si transportaran un trasteo? Eso hay mil vainas para decir de este precario medio de transporte. La educación es un factor tan importante para vivir en armonía con los demás, para lograr el respeto mutuo, que es increíble como nuestros gobernantes no atienden a esta urgente necesidad.
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