Los intentos por seducir al público con nuevas experiencias sensoriales para favorecer el consumo masivo de plataformas y reemplazar los sistemas de reproducción sonoros algo oxidados por su uso ha fomentado, inclusive desde el siglo antepasado, una serie de experimentos que han conducido a la exploración de nuevas formas de escuchar los productos musicales y audiovisuales, con el fin de generar una experiencia innovadora que se traduzca en ventas.
Es así como desde la invención del fonógrafo en 1876 por parte de Edison, y luego de décadas de usar el sonido monofónico como fuente de reproducción primaria de la música ofrecida comercialmente para el deleite de los escuchas en aquel entonces, aparece el llamado sonido estereofónico, por allá en el año 1954, algo que revolucionó totalmente la forma de escuchar la música en los hogares e incluso de ver las películas en los cinemas del mundo.
Expliquemos un poco estas tecnologías que, aunque usted no lo crea, nos siguen acompañando hasta nuestros días, ya entrados en pleno siglo 21. Cuando nos referimos al sonido monofónico, hablamos, por ejemplo, de la reproducción de una canción, en un sistema sonoro donde no somos capaces de escuchar ninguna clase de ubicación de tipo espacial en el plano horizontal dentro de esta. Es decir, toda la música simulará aparecer desde el mismo punto donde se ubica la fuente sonora (un parlante dentro de la sala de una casa por ejemplo). En este sistema de reproducción, no podremos escuchar algunos instrumentos apareciendo a la izquierda, otros a la derecha, otros en el medio del espacio sonoro como si lo hacemos en un sistema estéreo. Todo parece sonar desde un solo punto. Algo así como si usáramos un solo parlante para reproducir nuestra canción preferida en nuestro cuarto. El parlante se convierte en la única referencia espacial desde donde sale el sonido. Todos los instrumentos musicales que hacen parte de esta canción parecerán salir de allí, de ese único parlante, sin ninguna ubicación sonora diferente a esta. Aburrido, ¿no?
El sonido estereofónico aparece como una novedad para los melómanos y es que ya podemos saborear al escuchar música, de la ubicación de los instrumentos dentro del plano horizontal; es decir, ya los instrumentos que hacen parte de una canción, tienen una ubicación espacial, algo así como si escucháramos en un auditorio a los músicos tocando esta canción en vivo, como si los tuviéramos en frente nuestro.
Cuanto estamos en un teatro escuchando un concierto, nuestro sistema auditivo, de acuerdo a las ubicaciones espaciales de los instrumentos, genera un sentido de localización geográfico que le permite al cerebro darnos una idea de si por ejemplo la guitarra está a la izquierda, a la derecha, si el saxofón está en el centro del escenario o totalmente a la izquierda. Esto es lo que en sí permite la reproducción de la música en formato estéreo; permitirnos en nuestras casas escuchar o simular como si tuviéramos a los músicos enfrente nuestro. De ahí la novedad que comenzó a finales de los 50`s y nos acompaña hasta hoy, 68 años después de la masificación del invento.
Para llevar a cabo esta reproducción sonora en casa, en nuestros automóviles o con nuestros smartphones, necesitamos de al menos dos parlantes, para así enviar a estos la ubicación de los instrumentos grabados previamente en el estudio. De esta forma si la guitarra aparece en el parlante de la izquierda, automáticamente nuestro cerebro interpreta esta posición. Si el saxofón aparece en el parlante (o audífono) izquierdo, quedará clara esta ubicación espacial del instrumento para nosotros, lo cual convierte el ejercicio de escuchar música, algo mucho más activo, o por lo menos pasivo que la escucha monofónica, al poder simular como si estuviéramos en un auditorio viendo y escuchando a nuestros artistas favoritos.
Hay que aclarar que la palabra estéreo o el término estereofonía viene del latín stereós que significa solido o firme y phone que traduce sonido. Es decir, estéreo es escuchar música con una ubicación solida de los instrumentos en el plano horizontal (izquierda, centro, derecha). Dicha tecnología en la reproducción sonora fue también usada para recrear el sonido de las películas en los teatros a partir de los años 60`s, con lo cual el público podía sentir más real lo que pasaba dentro de la pantalla, ya que cada elemento que se veía en la pantalla, sonaba en el mismo lugar de origen.
Luego de la llegada y masificación de la televisión en el mundo, en los años 60`s, termina la edad de oro del cine y este entra en una crisis monumental. Dicha crisis como todo en la humanidad genera oportunidades para el cambio y la experimentación, todo esto con el fin de conseguir más público, ya que este pierde mucho interés por volver a las salas de cine, debido a que ya se tiene toda la entretención en casa con un televisor.
Esta experimentación por mostrarle al público en los cinemas nuevas formas de ver y escuchar las películas, trae como consecuencia el lanzamiento por ejemplo de cinemas con pantallas gigantes extendidas como lo fue el cinemascope, para así poder ver los productos en telones más y más grandes, y en términos sonoros, de la mano de la compañía estadounidense Dolby, llega una nueva forma de escuchar en los teatros. Aparece en los 70`s el sonido envolvente o sonido surround en las salas de cine.
A diferencia del sonido estereofónico donde simulábamos como si estuviéramos escuchando al artista en frente de nosotros en un auditorio, el nuevo sonido envolvente trataba de simular como si estuviéramos en medio de una banda de rock o pop, es decir, envuelto por los músicos, convirtiendo la experiencia de escucha en un evento mucho más atractivo para el oyente. Ya podemos aquí escuchar elementos sonoros inclusive por detrás nuestro.
La compañía con base en San Francisco Dolby lanza entonces al mercado el sistema surround Dolby Stereo en 1976, y usa una película de un joven director llamado George Lucas como excusa para hacerlo; hablamos de las películas de Star Wars, cuyo éxito rotundo en taquillas ayudó a empujar y catapultar esta tecnología en el mundo del cine.
Para envolver y rodear al espectador, el sonido surround debe usar más parlantes que los que se usan convencionalmente en un sistema estéreo. Así como en el sistema estéreo para simular la ubicación de los instrumentos al frente del escucha debe tener al menos dos parlantes, para rodearlo o envolverlo, sonoramente hablando, debe usar al menos 4 parlantes (llegando en algunos sistemas hasta 8 parlantes). En un sistema de sonido envolvente se usarían entonces mínimo dos altavoces ubicados al frente para entregarle la información sonora de lo que pasa allí y mínimo dos atrás o a los lados (parlantes conocidos como surround) para entregarle la información de lo que pasa atrás del oyente y poder rodearlo con la información sonora proveniente de una película. Para complementar este sistema, y ofrecerle una experiencia que simule peligro en el espectador y deposite y refuerce en su psiquis esta idea, es necesario sobre todo para el sonido de las películas un parlante que genere sonidos graves estruendosos. A este parlante se le conoce como el subwoofer y es el responsable de generar en un teatro el sonido de estampidas, terremotos, y el sonido del peligro per se. Hay que aclarar que el sonido surround pese a lo novedoso para su época, es un sonido solo en dos dimensiones, ya que le falta la sensación de lo que le pasa al espectador arriba y abajo de este.
La llegada de este sonido surround no fue algo que pasó de la noche a la mañana en los teatros de cine del mundo. Hasta principios del siglo 21 en Colombia por ejemplo, habían aún muchos cinemas que proyectaban el sonido de sus películas en formato estéreo. De hecho, siendo el 2022, tenemos aún canales de televisión regionales en el país cuyo sonido es emitido a los colombianos en formato monofónico.
Desafortunadamente, para la industria de la música la implementación del sonido surround en los productos comerciales fue imposible, debido a que el oyente en su casa debería comprar más parlantes y adaptar una tecnología especial para poder reproducir la música en formatos envolventes o cuadrafónicos (una variante del sonido envolvente que apareció también en los 70`s), lo cual volvió poco práctica y menos atractiva dicha tecnología para la gigante y masiva industria musical, sobre todo teniendo en cuenta que a la gran mayoría de las personas les gusta llevar de forma portátil sus gustos musicales y solo puede hacer uso para escuchar sus canciones de dos parlantes (los dos audífonos convencionales que usamos todos), con lo cual la reproducción de la música en estéreo fue el único formato posible de forma personal y aún hoy día es el sistema de reproducción musical más usado.
El sentido de exploración de los humanos y la búsqueda de formatos de reproducción que generen un mayor número de consumo y por ende de ventas, llevó a la exploración de nuevas formas de escuchar la música usando solamente las herramientas que tienen popularmente a disposición las personas para escuchar música sin comprar nada adicional: un juego de 2 audífonos, ya que nadie está dispuesto a invertir más para escuchar más.
Los científicos descubrieron hace décadas que, pese a que nosotros tenemos solo dos oídos, podemos reconocer el sonido en 3 dimensiones, 360 grados. Es decir, nuestro sentido de la audición nos permite con solo dos oídos escuchar las fuentes sonoras provenientes en un determinado espacio por atrás, a los lados, al frente, arriba y debajo de nosotros. Para hacerlo fuera del canal auditivo y todas las estructuras que hacen parte del oído medio e interno, la herramienta principal de la geolocalización sonora es la llamada oreja o pina como se le conoce científicamente a este órgano de nuestro cuerpo. Gracias a su forma física y a los canales y bifurcaciones que la orejas tienen, nos sirven como un obstáculo para los sonidos provenientes de atrás y como un retardarte para los sonidos provenientes de arriba y abajo. Tanto así que, si desafortunadamente perdiéramos las orejas, podríamos seguir escuchando, pero la ubicación espacial de los sonidos en un lugar sería casi que imposible.
Usando esta información sensorial, los científicos (entre ellos nuevamente la compañía Dolby) idearon la forma de engañar a nuestro cerebro, creando la ilusión solo con dos parlantes (o dos audífonos para nuestro caso) de una reproducción sonora tridimensional sin la necesidad de más altavoces. De otra manera, para reproducir sonidos en tres dimensiones necesitaríamos de parlantes casi que por todo lado. Surge entonces el llamado sonido 3D, sonido binaural, sonido espacial o sonido inmersivo dentro de la industria sonora, liderado nuevamente por la compañía Dolby y su sistema de audio espacial Dolby Atmos.
Aquí los científicos, al conocer el comportamiento y función de la pina (oreja), pudieron simular en laboratorio a través del uso de retrasos, cambios y bloqueos implementados en los instrumentos musicales que hacen parte de una canción, por ejemplo, utilizando los mismos recursos empelados por nuestro sistema auditivo, pero escuchando a través de unos simples audífonos, poderle hacer creer a nuestro cerebro que una guitarra está ubicada atrás de nosotros, que el piano está arriba nuestro y que el cantante incluso está dentro de nuestra cabeza. Todo esto con el fin de generar una experiencia mágica que ya no nos haga estar solo en medio de la banda de músicos que acompañan al artistas, sino que estemos inmersos dentro de la misma música, haciendo que la experiencia para el público sea excitante, innovadora y placentera en todo momento, y lo mejor de todo esto es que el consumidor no deba invertir en equipos nuevos o tecnología extra, sino que solo con un par de audífonos convencionales puede acceder a esta tecnología llamada sonido inmersivo. Desafortunadamente si quiero escuchar en esta tecnología las canciones deben venir mezcladas y producidas en formato de sonido inmersivo, de lo contrario se escucharán en estéreo tradicional.
Para catapultar esta vieja tecnología (debo recordar que se comenzó a experimentar con el sonido binaural desde finales del siglo XIX), un gigante de la industria se puso de su lado. Apple Music lanzó en 2021, dentro de su plataforma, las primeras canciones de sus catálogos en el sistema de sonido espacial Dolby Atmos para ser usado a través de sus airpods o audífonos tradicionales. De esta manera y mes a mes empezaron a salir y han seguido saliendo los últimos álbumes y sencillos de los grandes artistas (incluyendo a J Balvin) que alimentan sus playlists en este tipo de formato multidimensional (junto a las mismas canciones también disponibles en el formato estéreo convencional para los más tradicionales). Definitivamente un paso gigante para la decaída industria musical.
En el campo del cine y debido a su competencia con las plataformas de streaming de video, se ha usado precisamente el sonido como tecnología a favor para atraer al público de nuevo, con la implementación de más y más salas en formato de sonido inversivo (siendo el más popular el formato Dolby Atmos para cinemas).
Así, al estar inmerso en una película, el espectador puede sentir cómo los cazabombarderos circulan encima de su cabeza, cómo las flechas van desde la pantalla hacia atrás en el teatro y cómo los monstruos nos caen encima, gracias a la ubicación de muchos parlantes dentro del cinema (pueden haber hasta 64 diferentes parlantes ubicados en todo lugar del auditorio para una experiencia más realista). Es tan apetecido e innovador dicho sistema de reproducción, que ya las plataformas de streaming de películas empiezan a ofrecer sus títulos en formato inmersivo para aquellos que tienen la fortuna de poseer un sistema de estos en sus casas.
Este y otros temas serán tratados en la Semana del Audio y la Radio, que se llevará a cabo en el auditorio Jaime Michelsen Uribe del Politécnico Grancolombiano del 24 al 28 de octubre de 2022.
Por: Henry Acero Ortega, docente de la Escuela de Comunicación, Artes Visuales y Digitales del Politécnico Grancolombiano
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