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Whatever Gastronomy

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Las quesadillas no son aburridas en sí mismas. De hecho, podría comerme varias en una misma sentada. Pero siempre he creído que algo les falta (¿un poco de diversión, tal vez?), algo que me saque de ese lugar monótono en el que empiezo a patinar después de un par de(...)

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Si Bogotá es caótico, el centro lo es aún más. No importa el alcalde. Pero por naturaleza, creo que esto pasa en todas las capitales de este país. Sin ese barullo infinito, el centro de una ciudad perdería su gracia. O, al menos, así pienso hoy, como ser inconforme que(...)

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Hace unos cuatro años, cuando empecé a trabajar en La Candelaria, conocí un restaurante italiano muy encantador a media cuadra del Chorro de Quevedo. Se llamaba Nuraghe y era atendido por madre e hija. En aquel entonces ofrecía un plato que ellos llamaban la bandeja sarda, y(...)

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Una de mis grandes amigas, vegetariana ella, cuenta riéndose casi siempre que de vez en cuando le gusta comerse una hamburguesa chiquita, porque -según dice- su cuerpo se lo pide. Yo no la juzgo (ni más faltaba), porque a mí, carnívoro de toda una vida, también me gusta, de(...)

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¿Qué más puedo decir yo de Perú cuando ya cronistas, críticos gastronómicos, blogueros, viajeros, etc., lo han contado casi todo? En un aprieto de estos no queda sino jugármela con la mía. Y así lo hice. Me la jugué por el Perú de los amigos, de los que madrugan,(...)

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Mi esposa me ha vuelto detallista. Por esto, en época navideña, y haciendo un barrido por mi grupo de amigos y conocidos, me he encontrado con todo tipo de personajes a los que me gustaría darles un regalo. Tampoco es una tarea fácil, porque hay de todo: los amigos de toda la(...)

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Es una dicha visitar restaurantes a los que no se les ha dedicado una sola línea. Eso es lo mío. Uno de ellos está en el edificio Bogotá, en todo el centro de la capital. Llegar es complicado y me atrevería a asegurar que solo lo conocen los que se mueven por sus(...)

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Una de las dos cosas que más me gusta hacer en la vida es ver programas de cocina. Pero debo confesar que me causa tremenda frustración ver que algunas buenas recetas se hacen con ingredientes sofisticados y aparatos complejos. Por eso soy admirador de los cocineros simples,(...)

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En Usaquén hay lugares escondidos que se vuelven especiales descubrimientos. El de hoy se llama Catación pública y está arriba, en la loma, en la zona menos farandulera. Es un local pequeño que se ocupa de darle a la gente una buena experiencia más allá del café de(...)

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A unas pocas cuadras de mi casa hay una pareja de abuelos que día a día, religiosamente, arman un improvisado horno de leña en una vieja carretilla. Es una tarea que empieza cuando apenas despunta el sol y que va hasta poco antes del medio día. Venden arepas, de eso viven, y(...)

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