Por: Diego Laserna
@dglaserna
Publicado en: Combo 2600
Bogotá siempre ha sido como bipolar. En pleno furor uribista le dio el primer gran triunfo a la izquierda colombiana cuando eligió de Alcalde a Lucho Garzón. Cuatro años después con Uribe aún más popular votó en masa por Samuel Moreno. En 2010, Santos ganó la presidencial en 17 localidades de la ciudad y al año siguiente salió elegido Alcalde Gustavo Petro, el principal crítico del gobierno Uribe.
Y así parece que la historia continua.
Hace dos semanas, contra todos los pronósticos, la lista del Centro Democrático que no tiene muchos amigos en el Concejo y que sólo tenía a Miguel Gómez en la Cámara sacó el 17% de la votación. Este resultado le da derecho a 5 curules, el mayor número para un partido en la capital.
No me interesa saber qué pasó para que el Centro Democrático sacara tan buena votación. Como dice Daddy Yankee “Lo que pasó pasó”. Lo que sí me interesa es saber qué implicaciones tiene este resultado para Bogotá .
La primera consecuencia sin duda es que al Centro Democrático se le abrió el apetito en la ciudad. Hace unos meses no hubieran osado creer que podrían ganar la Alcaldía con un candidato propio pero con los resultados del 9 de marzo las perspectivas cambiaron. Ya Pacho Santos está haciendo fila para lanzarse en 2015 y Oscar Iván Zuluaga está botando “propuestas” para la ciudad.
Inevitablemente la siguiente pregunta es ¿tiene el uribismo una agenda programática para la ciudad? ¿o van a llegar acá a hablar de Venezuela, La Habana, la dosis personal y el aborto?
A juzgar por las propuestas de Zuluaga están lejos de tener unas propuestas aterrizadas. Pero eso es de esperarse, Zuluaga es caldense y se está lanzando a la presidencia. Más grave aún parece que los recién elegidos representantes a la Cámara por Bogotá ninguno tenga propuestas especificas para la ciudad y solamente tengan una mínima experiencia política acá.
María Fernanda Cabal, la cabeza de lista tiene como principal credencial política ser la esposa del Presidente de la Federación de Ganaderos y concentró su atención en campaña contra el proceso de paz y el matrimonio gay. Tiene algo de experiencia en Bogotá organizando foros ciudadanos con los Andes y las relaciones de la Policía con la comunidad de San Cristóbal pero más allá de algunas referencias superficiales a la educación y a la seguridad (que parecen más disculpas para echarle puyas a Petro que una plataforma) no hizo mayor énfasis en qué se debe hacer con la ciudad. De hecho su página de internet no tiene una sola propuesta sobre cómo debe mejorar la capital.
La segunda de la lista, Esperanza Pinzón fue Edil de Bosa y concejal de Bogotá por el Partido Nacional Cristiano en 2004. Viene del grupo político de la Concejal Clara Sandoval y la exsenadora Claudia Rodríguez de Castellanos vinculadas a la Misión Carismática Internacional. Aunque evidentemente tiene una trayectoria política en la ciudad, no se le conocen propuestas especificas sobre cómo sacar a Bogotá de su actual estado de postración.
La tercera, la periodista Tatiana Cabello aparte de un bonito video en la biblioteca Virgilio Barco tampoco tiene muchas propuestas de ciudad. Acá se pueden ver algunos comentarios generales pero nada especial. Sorprendentemente gracias a su paso por la jefatura de comunicaciones de la ETB en lo que si fue muy concreta fue en comprometerse a hacer control político para que Claro le pague la plata que le debe. Habrá que ver.
El cuarto, Edward Rodríguez es conocido por ser el candidato de los hijos de Uribe. Hace cuatro años hicieron una inusual intervención política junto a Juan Manuel Santos para apoyar públicamente a Rodríguez quien se quemó en su aspiración a la Cámara. Esta vez mojó algo de prensa al acusar a Iván Cepeda de estar saboteando las reuniones de Uribe pero como en los casos anteriores, lo más cercano que llega a una propuesta especifica es decir que promoverá la seguridad social para los taxistas y crear una policía azul para prevenir el robo de celulares. Nada revolucionario. Aparte de eso no hay mucho más que lugares comunes sobre la seguridad, la educación y el medio ambiente.
El quinto y último elegido es Samuel Hoyos, un joven psicólogo profesor de la Universidad Sergio Arboleda que viene de trabajar en el equipo del representante a la Cámara Miguel Gómez. Al igual que sus colegas de bancada, poco habla de Bogotá. Habla de la educación, las FARC y el Coronel Plazas pero de la ciudad muy rara vez. De hecho, es columnista de El Nuevo Siglo y de 12 artículos solo hay uno sobre Bogotá; discute la revocatoria que lideraba su jefe en el momento. Aparte de eso nada.
Podrán decir por supuesto que el Congreso es para hacer leyes que aplican para todo el país y que no se puede pensar solo en Bogotá pero hay muchos problemas específicos de la capital que necesitan gestión en el congreso o cambios de ley y de los que los congresistas del Centro Democrático no parecen estar enterados. Algunos ejemplos son las relaciones Bogotá-región, la normatividad para los vehículos especiales, la recocha de los taxis, la legalización de los bicitaxis etc.
Uno de los grandes errores de la izquierda ha sido llegar a Bogotá sin unos planteamientos claros de qué es lo que necesita la ciudad. Nos ha costado sangre a los ciudadanos. Ojalá el uribismo no llegue a gobernar Bogotá nunca pero si quieren competir con nivel ojalá por lo menos se molesten en definir claramente qué es lo que quieren hacer.