¡Seguimos de pie! es la campaña del Programa Contaminación por Armas (CpA) de la Cruz Roja Colombiana y el CICR en convenio con la Cruz Roja Española y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), que busca reducir el impacto humanitario de la CpA en la población civil colombiana.

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Colombia es el segundo país con mayor número de víctimas en el mundo como consecuencia de la Contaminación por Armas, de acuerdo a cifras del programa Presidencial para la Acción Integral contra las Minas Antipersonal, entre 1990 y marzo de 2014 se han registrado en el país 10.682 víctimas por este fenómeno.

La Contaminación por Armas es el resultado de la presencia, uso y abandono de diferentes tipos de artefactos, en el marco de un conflicto armado o de situaciones de violencia; como minas antipersonal, restos explosivos de guerra y artefactos explosivos improvisados, que afectan a miles de personas cada año en el mundo.

Las consecuencias humanitarias de la CpA son los efectos que quedan en las personas, comunidades, territorios y sociedades, que han sido causados por hechos generados en conflicto armado, violencia armada u otras situaciones de violencia, y que causan daños indiscriminados físicos, psicológicos socioeconómicos y medioambientales a la población civil.

En Colombia, el flagelo de la Contaminación por Armas en el territorio nacional está dejando un sinnúmero de consecuencias humanitarias, cada vez más difíciles de medir, como es el caso de la contaminación al medio ambiente. El accionar de los artefactos no se limita a la duración del conflicto. Si las zonas afectadas no son limpiadas, los efectos de la CPA perduran por años, afectando a la población civil y al desarrollo de sus actividades socioeconómicas.

El Programa de Contaminación por Armas se viene desarrollando desde hace 17 años, 10 años con el CICR y desde el 2007 cuenta con la participación de la Cruz Roja Española, en los 32 departamentos del país, con mayor énfasis en 18 departamentos. Las actividades que se enmarcan en el programa de Contaminación por Armas se desarrollan en alianza con dos socios estratégicos, con el objetivo de reducir el riesgo del impacto humanitario por Contaminación por Armas en las comunidades más vulnerables del País. Estos son:

– Cruz Roja Española y la Agencia Española de Cooperación Internacional y Desarrollo con quienes se ejecuta el proyecto de “Reducción del impacto humanitario en victimas civiles en Colombia”: Antioquia, Bolívar, Cauca, Córdoba, Choco y Valle del Cauca entre los años 2011-2015.

– El Comité Internacional de la Cruz Roja con quien se trabaja de manera coordinada en 8 seccionales prioritarias: Arauca, Caquetá, Guaviare, Meta, Nariño, Norte de Santander, Putumayo y Tolima; y en 4 seccionales con acuerdos especiales: Caldas, Cesar, Huila y Santander, de acuerdo a un Plan de Acción desarrollado anualmente.

El proyecto “Reducción del impacto humanitario por Contaminación por Armas en víctimas civiles” de la Cruz Roja Colombiana ha logrado sensibilizar a 6.000 personas y ha promocionado cambios de comportamiento a fin de reducir el riesgo de ser víctima de accidentes por minas antipersonal u otro artefacto explosivo.

Estos talleres incluyen temáticas de difusión de la normativa internacional y nacional, educación en el riesgo, primeros auxilios psicológicos y comunitarios, análisis de vulnerabilidades y capacidades y comportamientos seguros. Estas capacitaciones permiten a las comunidades identificar áreas de riesgo y señales o indicios de Contaminación por Armas. Algunas de las recomendaciones son: “evite tocar, quemar o golpear objetos extraños”, “evite tomar atajos y caminos desconocidos” o “evite acercarse o entrar a lugares sospechosos o peligrosos”.

¡SEGUIMOS DE PIE! HISTORIAS DE VIDA!

 LUIS: Amputación en miembros inferiores y disminución auditiva.

“A mi me contrataron de guía. Íbamos caminando en la mañana y fue cuando me ocurrió el accidente. De ahí me llevaron al hospital, me hicieron las amputaciones. Ese fue un día bastante pesado para mí. Fue un día tan duro que hasta lloré,  porque la verdad uno se siente con las dos piernas perdidas y…. es tenaz volverlas a ver.

He tenido acompañamiento y apoyo para citas médicas y las terapias. Hoy Trabajo en el campo, siembro yuca, maíz, tabaco, pesco, pego bloques, construyo casas… La vida no se acaba por que uno pierda un miembro del cuerpo, hay que seguir luchando, hay que seguir trabajando. Hay que seguir de pie”.

LOLA: Amputación traumática transtibial del miembro inferior derecho.

“Me fui a acompañar a mi esposo al trabajo en el campo. Él que iba adelante y yo que la pisé. Quede sentada. Solo sentí una explosión y vi todo oscuro, solo veía polvo y basura.

Perdí mi pierna. Luego de haber recibido asistencia y rehabilitación, hoy llevo mi vida lo más normal posible. Yo le digo a otras víctimas que tenemos que seguir adelante, que no nos achantemos, que las cosas no se van a acabar, que hay que seguir de pie.”

¡Por que a esta hora hay alguien de la Cruz Roja trabajando por Colombia!