Colombia es uno de los países más violentos de Suramérica según el informe “Índice de Paz Global” de 2013 revelado por el Institute for Economics and Peace. Cientos de colombianos sufren no sólo por los estragos de la naturaleza; sino también por la aguda violencia en varias comunidades del país, que a su vez no cuentan con agua potable, servicios de salud y educación.
Video Directora Voluntariado AQUÍ
Síguenos en @cruzrojacol
Alrededor de 40 mil voluntarios y voluntarias conforman el accionar humanitario de la Cruz Roja Colombiana, en cada una de sus agrupaciones (Socorrismo, Juventud, Damas Grises) han logrado con su trabajo e iniciativa, ampliar la presencia de la institución en el país, pues son ellos los que desarrollan y dan vida a la acción humanitaria de la Cruz Roja Colombiana.
En regiones en situación de violencia se presta una atención en Apoyo Psicosocial, Salud Mental y Rehabilitación Física; en zonas de mayores necesidades se ofrece una especializada atención primaria en salud y actividades para incentivar una cultura de la no violencia y paz, gestión en riesgo de desastres, entre otras acciones.
Meses después, Luis Ángel recibe una visita inesperada a su oficina, un hombre con cuello ortopédico y muletas que venía a conocer a la persona que le había salvado la vida. “Ese hombre con lágrimas en los ojos vino a darme las gracias, me contó que el médico le había dicho que si no hubiera sido por la inmovilización que se hizo en el momento, él hubiera quedado parapléjico. Esos momentos son gratificantes, pues uno hace las cosas con amor sin esperar nada a cambio”.
A diferencia de la creencia general, los voluntarios en su gran mayoría cuentan con una profesión que ejercen a cabalidad, mientras complementan sus actividades cotidianas con la vocación de servicio voluntario en favor de millones de personas, comunidades y familias en todo el territorio nacional.
¡Porque a esta hora hay alguien de la Cruz Roja trabajando por Colombia!
100 AÑOS DE ACCIÓN HUMANITARIA
1923: Se reune una junta preparatoria convocada por Eduardo Peláez. Dos días después se aprobaron los estatutos y se eligieron los dignatarios del Comité de la Seccional de Manizales.