Cada año se reportan por lo menos dos incendios forestales en el municipio de Villa de Leyva, departamento de Boyacá. En su mayoría se atribuyen a las acciones inconscientes del hombre, la quema de basuras, las fogatas, quemas descontroladas y el uso de pólvora.
@Cruzrojacol
El incendio que afectó 200 hectáreas de bosque nativo alcanzó, el primer día, llamas de 5 metros que amenazaban con llegar al centro urbano del municipio, y extenderse rápidamente a montañas cercanas colmadas de gran cantidad de vegetación nativa.
Llegamos a las 4:30 p.m., el miércoles 1° de octubre, al sector de la Piscina en el municipio de Sáchica. El humo y la ceniza se extendían por todo el lugar, mientras que en el cielo un helicóptero de la Fuerza Aérea Colombiana realizaba las últimas descargas de agua que se sumaban a los 40 mil litros arrojados durante el día.
Cerca de las 6:00 p.m. los Bomberos de Bogotá intentaban reducir las llamas de los focos más complicados, ya que en la noche las condiciones del viento cambian, son mucho más fuertes y esto puede causar un incendio de mayores proporciones.
Durante la noche del miércoles, 20 voluntarios de la Cruz Roja Colombiana desde su puesto de atención pre-hospitalaria monitorearon la zona afectada, con el fin de alertar a la comunidad y a los demás organismos de respuesta sobre una posible extensión de las llamas que se desplazaran rápidamente al casco urbano, y se requiriera el desalojo de los habitantes más cercanos al cerro afectado.
Al día siguiente, los organismos de socorro iniciaron labores para extinguir el último foco del incendio que había resurgido durante la noche, el cual se eliminó por completo antes del mediodía. Gracias a la labor conjunta de todos los organismos de socorro para salvar vidas cientos de familias rurales de Villa de Leyva resultaron ilesas ante la emergencia.
Algunos voluntarios socorristas se coordinaron con las demás entidades para realizar apoyos directos en la zona. Tal es el caso de Juan Pablo, quien lideró el equipo de la Cruz Roja Colombiana revisando el área de emergencia afectada, atendiendo a la comunidad cercana y por supuesto dando reportes cada hora de la situación del incendio.
“No es solo cuestión de atender una emergencia, sino de salvar vidas en momentos difíciles que enfrentan las comunidades. Es grato ayudar de manera desinteresada a quienes más lo necesitan, es parte de nuestra compromiso como voluntarios de la Cruz Roja Colombiana”, afirma Juan Pablo.
¡Porque a esta hora hay alguien de la Cruz Roja trabajando por Colombia!
100 AÑOS DE ACCIÓN HUMANITARIA
PACO Y PANICA: En 2013 el proyecto cumplió 39 años ayudando a los niños que viven en situación de alta vulnerabilidad, violencia y abandono de algunas regiones del país.