Las transfusiones de sangre salvan millones de vidas cada año en todo el mundo, principalmente durante emergencias, conflictos o catástrofes naturales. De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Salud (INS) en nuestro país más de un millón de personas requieren transfusiones de sangre al año.

@Cruzrojacol

Bogotá, D. C., Colombia, julio de 2016. Aunque Colombia cuenta con una red de 84 bancos de sangre privados, incluidos los seis con los que cuenta la Cruz Roja Colombiana en Bogotá, Bolívar, Antioquia, Caldas, Valle, Quindío y Meta, la demanda de sangre todavía supera a las reservas disponibles debido a que muchas personas no donan principalmente por desinformación al respecto.

A continuación reproducimos parte de la entrevista hecha por ElTiempo.com a Juan Gabriel Cubillos el Coordinador de la Red Nacional de Bancos de Sangre de la Cruz Roja Colombiana, quien aclara algunas dudas que existen sobre si es verdad que se debe pagar por las transfusiones de sangre.

¿Qué debe hacer una persona que necesita una transfusión de sangre?

El médico debe formularle la transfusión sanguínea para que su EPS o su aseguradora se la cubran. Las transfusiones son procedimientos que deben realizarse en hospitales de segundo, tercer y cuarto nivel de complejidad, y se pueden hacer de forma ambulatoria u hospitalaria.

Después de que el médico la formula, se envía al servicio transfusional que por ley toda clínica debe tener habilitado. La entidad tiene dos opciones: acudir a su propio banco, si lo tiene, o llamar al banco distribuidor para que le envíen la unidad requerida.

¿El paciente debe llevar sus propios donantes?

La necesidad de sangre en Colombia es grande ya que de cada 1.000 habitantes, donamos solo 17,5 personas. Por eso se promueve la donación voluntaria y yo no puedo como entidad negarle algún servicio al paciente porque no traiga los donantes. Es una responsabilidad de la institución hospitalaria velar por tener esas unidades de sangre, pero también es una responsabilidad compartida con el banco. Al final se vuelve un círculo cerrado porque estamos dependiendo de los donantes.

Lo ideal es que siempre se puedan tener reservas, pero como desafortunadamente el porcentaje de donaciones es tan bajo, hay que hacer campañas al respecto.

En la Cruz Roja Colombiana un grupo sanguíneo O+ no alcanza a durar 24 horas. Si se dona la sangre hoy, mañana en la tarde es posible que ya no esté.

¿El paciente debe pagar por una unidad de sangre?

La sangre como tal no tiene precio, lo que tiene costo -y así está estipulado por el Ministerio de Salud- es el procesamiento de los componentes sanguíneos; es decir, la realización de los exámenes, las pruebas que se necesitan y los insumos que se utilizaron; pero la sangre que está dando el donante nunca tiene costo.

¿Cuál es el costo de ese procesamiento?

Depende del tipo de componente. La sangre se divide en varios componentes. Los principales son glóbulos rojos, plasma, plaquetas y crioprecipitados. También hay unos productos especializados que se llaman plaquetas por aféresis o glóbulos rojos por aféresis. Son procedimientos de alta tecnología que requieren instrumentos, máquinas e insumos que, en su mayoría, son importados. El procesamiento para una unidad de glóbulos puede estar alrededor de los 200 mil pesos y para una unidad de plasma puede costar 50 o 60 mil pesos, pero eso varía dependiendo la región y el proveedor.

¿Eso lo paga directamente el paciente?

Eso se le cobra a la EPS, como cuando una persona está hospitalizada y le formulan cualquier medicamento. Si es un paciente particular que no tiene una aseguradora debe pagarlo directamente.

¿Cuál es el costo de los insumos, por ejemplo de la bolsa en la que se deposita la sangre?

Como no hay un único proveedor, eso depende de las negociaciones que se hagan. Lo que más cuesta son las pruebas A a cada unidad de glóbulos rojos se le hace siete pruebas para siete enfermedades: hepatitis B, hepatitis C, VIH/sida, chagas, sífilis y HTLV, pero el proceso no solo tiene que ver con los costos directos sino con los que se puedan generar por programas de promoción, ya sea telemercadeo, propagandas, redes sociales y televisión. La sangre es un bien público pero hay actores privados, de hecho el 61 % de los bancos son privados.

 ¿Los bancos de sangre privados funcionan igual?

Todos funcionan igual. La diferencia es que los excedentes que quedan para la Cruz Roja Colombiana, que es privada pero sin ánimo de lucro, se reinvierten en labores humanitarias, de socorrismo y voluntariado. Los privados con ánimo de lucro generan excedentes para los propietarios, y los públicos se retribuyen a la misma operación del sistema público.

¿Hay diferencias en los costos dependiendo de los tipos de sangre?

No hay diferencia. Por ejemplo un componente O-, que tiene 2 % de prevalencia en la población colombiana, no puede ser más caro ya que la sangre es un bien público. El procesamiento es el mismo y debe ser igual para todas las unidades, independientemente del grupo sanguíneo.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que el cuerpo del ser humano tiene 34 sistemas sanguíneos diferentes y únicamente tipificamos para dos que son ABO y RH (que es + y -). Hay otros 32 sistemas adicionales que no se hacen con regularidad pero igual se presentan casos en algunos pacientes especializados. Eso hace que los procesamientos de la sangre sean diferentes en los costos porque hay que hacer pruebas adicionales que dependen de cada paciente.

¿Cuáles son las normas que regulan los cobros?

Hay dos que no se refieren precisamente a los cobros, sino a la reglamentación. El Decreto 1571 de 1993 y la Resolución 4678 de 2015. Para los costos se hacen negociaciones con las empresas y la ley no regula precios. Hay una autorregulación del mercado.

¿Qué se debe hacer para cambiar la percepción de la gente de que “para qué donar sangre si luego van a cobrar”?

Hay una desinformación frente al tema. El costo es por el procesamiento. La sangre que se dona no se puede transfundir sin las pruebas y hay que tener en cuenta que se utiliza tecnología de punta. Lo que buscamos es que cada vez el proceso sea más seguro. A pesar de que podemos tener todas las herramientas, todavía sigue habiendo un riesgo mínimo debido al periodo de ventana, que es el tiempo en el cual puedo tener una enfermedad pero las pruebas no me las pueden detectar. Este tiempo puede estar cercano a los 10, 12, 13 y 20 días, dependiendo las pruebas.

Por eso no hay nada más seguro que tener donantes voluntarios que lo hagan de manera repetitiva y que al menos donen dos veces al año. Así se asegura un buen comportamiento y unos hábitos saludables, y la seguridad depende directamente de esos donantes.

¿Cuántas personas solicitaron unidades de sangre el año pasado?

En el 2015, se recolectaron 874 mil unidades y, más o menos, se realizaron un millón y medio de transfusiones. Según el Instituto Nacional de Salud, se necesitan 2.000 unidades de glóbulos rojos al día en Colombia.

¡Porque a esta hora hay alguien de la Cruz Roja trabajando por Colombia!