Esther tiene 52 años, 3 hijos y vive en Jaboncillo desde que nació y por primera vez ve como su casa tiene un sistema de distribución de agua potable, en el que podrá cocinar sus alimentos sin necesidad de desplazarse hasta la quebrada para recolectar el agua. La alegría de su familia y de toda la comunidad es inigualable, las sonrisas brotan en cada esquina de esta vereda, los habitantes se felicitan entre ellos y abrazan a los voluntarios de la Cruz Roja con un sentimiento que denota paz, armonía y resiliencia.
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6 voluntarios y empleados de la Cruz Roja Colombiana atravesaron ríos, cruzaron cordilleras, afrontaron climas agrestes y combatieron mosquitos por doquier, solo con la misión y el objetivo de construir un acueducto veredal que mejorara las condiciones humanas de esta población.
113 personas de Jaboncillo están disfrutando la construcción de este acueducto veredal, el cual garantizará que la comunidad tenga agua apta para el consumo humano, y pueda disminuir los riesgos de sufrir enfermedades digestivas entre otras cosas.
Jaboncillo es una vereda afectada por el conflicto armado ubicada en el Municipio de Barbacoas, está localizado en la costa pacífica del departamento de Nariño. A unos 36 metros sobre el nivel del mar, su relieve es variable y muy agreste, sus zonas onduladas y quebradas varían estrepitosamente entre alturas que van desde los 25 hasta los 200 metros, complicando el acceso a esta zona colombiana.
El esfuerzo, valentía y compromiso de nuestros voluntarios y empleados logró superar cientos de adversidades y construir la planta de tratamiento veredal que tiene una capacidad de 20.000 litros de agua diarios aptos para el consumo humano y que serán distribuidos con las mejores condiciones de salubridad por un sistema especial a cada una de las casas.
La planta quedó a cargo de la comunidad, el personal de la Cruz Roja Colombiana capacitó en el mantenimiento, uso y manejo de todos los procesos técnicos que esta requiera, a su vez se realizaron talleres de sensibilización en saneamiento básico y promoción de la higiene.
La colaboración de la comunidad fue esencial para lograr el objetivo, llevar agua a la comunidad, todos colaboraron los hombres con tareas pesadas, la mujeres con su paciencia y entusiasmo y los más chicos con su agilidad y conocimiento de las trochas, transmitiendo los mensajes y las indicaciones cuando los radios se quedaban sin pilas o sin señal; la ayuda de cada integrante de esta gran familia de Jaboncillo permitió crear un vínculo de amistad y humanidad alrededor del agua.
Esta importante gestión hace parte de la línea de Cooperación de Agua y Saneamiento, financiada por el CICR y liderada por la Dirección de Socorro Nacional de la Cruz Roja Colombiana en zonas afectadas por el conflicto armado y otras situaciones de violencia.