Lo más emocionante para un Voluntario es hablar de su accionar. Ser consciente de que se está realizando como ser humano al servir con desinterés, sin esperar nada cambio, sin pretender protagonismos o anhelar reconocimientos, simplemente se siente feliz de estar ayudando a quien lo necesita y esto lo llena de orgullo y lo impulsa a seguir cumpliendo con su misión humanitaria.
@Cruzrojacol
El corazón del Voluntario de la Cruz Roja está revestido de una dosis inimaginable de amor, de sensibilidad y de compromiso. Su mente y su cuerpo están siempre en disposición para el servicio, con compromiso firme y permanente con la prevención y el alivio del sufrimiento del ser humano.
Hablar de ser Voluntario es mostrar lo que puede hacer una persona cuando desarrolla el espíritu del servicio a plenitud, no importa si se es voluntario en el Amazonas o en San Andrés, en el Chocó o en el Vichada, en La Guajira o en Nariño. Ser voluntario de la Cruz Roja Colombiana, desde las agrupaciones de Juventud, Socorrismo y Damas Grises, en cualquier parte del mundo, es un impulso que viene de la necesidad y el deseo ferviente de servir, de ser parte activa de la solución, desde lo material, lo físico y lo mental.
Los Voluntarios de la Cruz Roja Colombiana, quienes son mi familia cruzrojista, son mi inspiración en este preciso instante, por su abnegación, alegría, sacrificio, porque son la luz y la esperanza en la adversidad, porque donde está un voluntario de la Cruz Roja hay convicción plena de que se dignifica la esencia del ser humano desde la acción y el servicio.
Henry Dunant, fundador de la Cruz Roja, se encuentra vigente y presente en los voluntarios del mundo, en todas y cada una de las acciones que se desarrollan a raíz de los desastres, de los conflictos o controversias, pero esencialmente se ve en todos los hombres, mujeres, niños y niñas que a diario se benefician con nuestra acción humanitaria.
Si alguien me preguntara cuál es la mayor de las conquistas personales, respondería sin dudar: Servir, y servir desde la Cruz Roja Colombiana, es un orgullo. Poder ser Dama Gris, ser Voluntaria, y brindar en la noche o en el día apoyo y ayuda a quien lo requiera, cumpliendo y aplicando la frase del ilustre ciudadano del mundo Dunant, quien trascendió las fronteras buscando sencillamente socorrer a quien lo requería, “Tuti Tratelli” (Todos Hermanos), muchos de mis colegas son los Henry Dunant de siglo XXI, ellos y yo buscamos con nuestro accionar humanitario lograr que todos seamos hermanos, despertando la solidaridad y la corresponsabilidad de todos los que habitamos Colombia y el mundo.
Cada día necesitamos más manos para hacer esta gran labor. En la actividad humanitaria de la Cruz Roja hay espacio para todos los que quieren servir y este compromiso es la razón de ser del voluntario. Por consiguiente, lo más importante de ser Voluntario es querer SERVIR.
Patricia Prada Ayala
Voluntaria Dama Gris
Representante Nacional Agrupación Damas Grises