Los africanos no reconocen a los negros latinoamericanos como negros y lo importante es el aporte de la población negra a la cultura, economía y desarrollo del país, dice Ana Carolina Quijano, de Cali.
Por Ana Carolina Quijano Valencia, profesional en Finanzas y Negocios Internacionales de la U. Santiago de Cali.
Hace días un familiar llegó de África, exactamente de Zambia. La esposa de mi primo trabaja en una ONG finlandesa llamada KEPA, que realiza trabajo con refugiados y desplazados.
Fui a visitar a mi primo y le pregunté ¿qué tal África?, «emocionada por la madre patria», y me contó de la belleza del continente, de los animales exóticos, del problema de educación, de la corrupción.
Cuando le pregunté qué tal se sentía vivir allá, y lo hice pensando en qué se puede sentir vivir en un país donde se es mayoría, él me respondió:
«No, prima, yo allá soy color, es decir, no soy ni negro ni blanco y ser color es peor que ser blanco, ya que los africanos no reconocen a los negros latinoamericanos como negros o ni siquiera como descendientes de su etnia».
Entramos en un debate con algunos de mis familiares que estaban ahí, y exclamó: «!Mi prima, entonces nosotros qué somos, ni de aquí ni de allí¡». Mi familia es bastante extensa; entonces cuando digo que hablo con mis primos es en serio.
Traigo a colación esto porque tengo otro primo que está realizando una maestría en la Universidad del Valle, en sociología. Su trabajo de grado es sobre el aporte que los afrocolombianos han realizado al desarrollo del país.
Yo le dije: no estoy de acuerdo con el término afrodescendiente, pues no creo que la reivindicación de la «raza» negra pueda encontrarse en un término.
Yo sé que no es un término que hace sólo referencia al color de piel; habla también de una postura política, pero por eso pienso y me digo a mí misma por qué las personas que son descendientes de españoles o italianos no son llamados italocolombianos, colombo-españoles; sólo dicen «ve, este es Andrés o Paula».
Es cierto: toda persona negra en este país debe tener claridad, y lo digo por el grave problema de racismo e invisibilización de la población negra en Colombia, de que nosotros descendimos del África y que fuimos traídos como esclavos.
Pero no creo que se pueda alcanzar la reivindicación de la población negra con el recordatorio constante de que no habitamos desde el principio esta hermosa tierra. Creo, además, que eso nos desvía del tema central e importante aquí, que es cuál es aporte de la población negra a la cultura, economía y desarrollo del país.