Dos estudiantes de grado 10 de IEFEMP, de Quibdó, entrevistaron al Subdirector de La Opinión, de Cúcuta, en su regreso al Chocó. IEFEMP y la Normal Superior ganaron el concurso de prensa estudiantil de cubrimiento del homenaje a los chocoanos en «12 afrocolombianos de 2010».
Por Kiara Tatiana Cuesta Martínez y Ginary Tatiana Gutiérrez Robledo, estudiantes de grado 10 de la Institución Educativa Femenina de Enseñanza Media y profesional, IEFEMP, de Quibdó
50 años de experiencia periodística reafirman el profesionalismo en este campo de El Maestro, como se le conoce a Cicerón Ángel Flórez Moya, quien se desempeña como Subdirector del diario «La Opinión» de Cúcuta. Este chocoano ha llevado el nombre de su tierra natal a las fronteras orientales de Colombia
¿Cómo se siente en esta noche de su homenaje?
Estoy feliz de estar aquí. Enhorabuena este regreso, después de muchos años me llena de satisfacción, revive el pasado, irriga las vivencias pero también estoy aquí para compartir ideas, querencias y afectos.
¿Qué rescata de su niñez?
Entre los recuerdos de mi niñez rescato el paisaje familiar del San Juan y del Atrato, dos caudalosos ríos que corren hacia los mares Pacífico y Atlántico. La espesa selva cargada de suspensos, de olores fragantes, de frutas deleitosas, de misterios y de ese mundo que tanto identifica al Chocó
¿Y de su tierra natal, Condoto, que recuerda?
Allá en la lejanía, Condoto, asentado sobre el oro y la pobreza al mismo tiempo. Condoto taladrado por las dragas de la Trasnacional Chocó Pacífico, esa empresa explotadora inclemente de los yacimientos de los minerales que allí se encontraban.
Los yacimientos que fueron a parar a las cuentas de esas mismas transnacionales para enriquecerlas más y que poco representaron para el progreso del Chocó
¿Qué otros recuerdos le vienen a la mente?
Recuerdo a los trabajadores en huelga que casi siempre fueron vencidos cuando salían a expresar su inconformidad para obtener mejores salarios y chocaban con la incomprensión del gobierno y la arrogancia de sus mismos patrones.
Recuerdo los cantos entonados por esas voces agudas y dulces en los entierros, en las fiestas patronales o en los festejos familiares.
Recuerdo el aprendizaje de las primeras letras en la escuela pública a través de las cuales se me abrieron también los caminos.
Son muchos los recuerdos que brotan y que se convierten en referentes y no se olvidan así no más. Recuerdo un cúmulo de situaciones a las que quisiera referirme porque constituyen una rica memoria.
¿Qué personajes chocoanos tiene presente?
Tengo recuerdos de nombres chocoanos que escuché cuando tenía uso de razón. Diego Luis Córdoba, destacado en la política y en la cátedra, un conductor recio.
Adán Arriaga Andrade, a quien le correspondió portar la bandera de nuevos derechos laborales en la república liberal.
Manuel Mosquera Garcés, la voz conservadora en función de la causa de su colectividad. Daniel Valois Arce, con vocación de cambio.
Rogerio Velázquez, el autor de Las Memorias del Odio para enseñarnos el episodio aberrante del último fusilamiento en el patíbulo de la pena de muerte.
Arnoldo Palacios, el autor de Las Estrellas son Negras, esa novela que retrata la lacerante realidad de los problemas del Chocó.
Hay también otros nombres que no puedo olvidar como son los de mis padres Cicerón Flórez y Petrona Moya de Flórez, de quienes recibí tantas lecciones de humildad y de respeto para mi vida.
Sabemos que usted se siente orgulloso de ser chocoano pero… ¿Por qué tanto tiempo fuera de su tierra?
Mi familia salió de Condoto cuando yo era muy niño y vivimos en varias ciudades, hasta que estando en Bogotá tuve la oportunidad de viajar a Cúcuta para trabajar en un periódico y me escogieron para la jefatura de redacción de dicho periódico y ya cumplí 50 años de trabajar en él.
¿Cuáles fueron sus primero pasos en el periodismo?
En el periodismo me inicié participando en un medio estudiantil en el colegio Pascual de Andagoya de Buenaventura.
¿Qué le motivó a escoger la profesión de periodista?
Me motivó a escoger esta profesión la posibilidad de narrar historias, de contar los hechos, de tener un permanente contacto con la opinión pública, de promover soluciones, de estar al día en el conocimiento de la realidad del mundo.
¿Cuáles han sido sus mayores logros?
Mis mayores logros han sido permanecer en la carrera por más de medio siglo. Y permaneceré en ella hasta el último suspiro.
¿Qué recomendaciones les da a los chocoanos que ejercen la profesión de periodistas?
Que persistan en ella, que la asuman con pasión y que sean honrados en la información, es decir que se ciñan a la verdad y a la ética.
Hay que asumirlo como una función de servicio público en defensa de los valores fundamentales de la persona y en defensa del patrimonio de la sociedad, con la pulcritud que debe ser.
¿Usted considera que la tecnología acabará con la prensa escrita?
No. Muchas veces se ha pronosticado la extinción de la prensa escrita y también del libro, que la muerte de ellos sería inminente. No ha sucedido así.
Creo que los periódicos y las publicaciones impresas se seguirán imponiendo, que el libro va a sobrevivir, que la internet tendrá que transformarse para un público adecuado sin que la escritura tenga que desaparecer como medio de lectura directa.