Ninguno de los tres candidatos resultantes de la votación estudiantil y profesoral convence al periodista Yefferson Asprillar. Advierte riesgo de «anexión» a la UniValle. Columna en el diario EXTRA de Buenaventura.

Por Yefferson Asprilla Escobar*

La contienda para escoger el huésped de la rectoría de la Universidad del Pacífico por los próximos 4 años entró en furor tras el reciente voto de los estudiantes y profesores.

Félix Suárez arrancó en punta y ya tiene el 30% de la elección asegurada, pero lo cierto es que ese voto no lo es todo;  le falta un 70%, que lo decide el Consejo Superior. Suárez, magister en Lingüística, se dice tiene la mayor opción, por su vinculación de más de 12 años con la institución; es el que mejor la conoce. Sin embargo, no tiene experiencia como administrador educativo.

En la competencia también está el profesor Daniel Garcés, de la Universidad del Cauca, con altas credenciales académicas, pues tiene hasta doctorado, pero su radical discurso reivindicador de los derechos de los afrodescendientes y su cercanía al Proceso de Comunidades Negras lo convierte en un candidato sin muchas opciones.

Si bien la UniPacífico está llamada a ser protagonista en el proceso de reivindicación étnica, no puede hacer de este tema el centro de su existir,  como lo hace ver el profesor Garcés.

A Ceferino Mosquera, la misma mala suerte que ha tenido cuando se ha lanzado a la Alcaldía de Buenaventura, lo acompaña en su aspiración a la rectoría; son muy bajas las probabilidades de que pueda llegar. Además,  los líos administrativos de la Universidad en los que, al parecer, se ha visto involucrado su nombre,  no le favorecen en nada.

Con estos candidatos, pareciera que lo importante no es cuál de los aspirantes es el mejor preparado, sino cuál es el menos regular.

Pero mientras en Buenaventura estamos embelesados en elegir un rector, pocos se dan cuenta de que, desde Cali y Bogotá, siguen tramando la estrategia para que prácticamente la Universidad del Pacífico sea hija de la del Valle.

Esto por esa creencia de que los negros no somos capaces de administrar nada bien, pero lastimosamente, los descalabros administrativos y el déficit mensual de más de 400 millones de Unipacífico, refuerzan ese tipo de percepciones.

El gobierno nacional está buscando los mecanismos para que la Unipacífico, en lugar de ser cerrada por problemas administrativos y presupuestales, siga adelante, pero bajos las alas de la Universidad del Valle, es decir, dependa de lo que se decida en Cali.

Esto jurídicamente no es viable, pero hay que recordar que el presidente Santos no conoce de impedimentos jurídicos. El ejemplo más claro es cómo se burló de la ley y mantiene como gobernador a Francisco Lourido, quien jurídicamente está impedido para estar en el Palacio de San Francisco.

No olvidemos que el gobierno tiene mucho poder en el Consejo Superior a la hora de elegir el rector. Ese consejo tiene 9 integrante, de los cuales 4 son de la línea del gobierno actual así:

el representante del Presidente Santos, la Ministra de Educación, el Gobernador (lo representa el rector de la Univalle), un representante de las universidades públicas de la región (un ex rector de la Universidad del Valle).

Esto quiere decir que si ese bloque consigue un voto más entre los otros 5 representantes ante del Consejo Superior, son los que al final decidirán quién se sienta en el sillón de rector de Unipacífico siguiendo el legado del académico Omar Barona (QEPD) . Eso sí, autonomía es de lo primero que va carecer quien resulte elegido.

* Periodista radicado en Washington. Artículo publicado el miércoles 6 de abril de 2011. Página 4.