«Cuando Villoro acabó de hablar, sentí una tranquilidad impresionante, pues supe que era una frase antigua, y que el panorama actual del periodismo es diferente».
Por Klarem Valoyes, becaria de la Universidad del Rosario. Especial para Color de Colombia
La verdad es que el 31 de enero, mientras estaba en la inducción de mi primer semestre en el Programa de Periodismo y Opinión Pública de la Escuela de Ciencias Humanas del Colegio Mayor de Nuestra señora del Rosario, escuché -en una de las tantas intervenciones- que nuestra primera conferencia externa se titulaba «Muchachos, estudien o van a acabar de periodistas», del sociólogo y periodista mexicano Juan Villoro.
¿Qué? En aquel momento pensé, ¿cómo es posible que un periodista se exprese así de su propio oficio? Les confieso que me asusté y empezaron a venir a mi cabeza muchas preguntas, pero por lo pronto los dejo con la primera que me cree.
El 1 de enero comencé clases. En todas las horas, me imaginaba en la inauguración del tercer semestre de la Maestría de Periodismo de la Universidad con revista Semana, en la que Juan Villoro haría su ponencia.
Antes de eso ocurrieron muchas cosas, que omitiré por falta de relevancia, pero bueno: el día llegó.
El pasado 9 de febrero, el Centro Cultural Gabriel García Márquez abrió sus puertas a más de 400 personas, entre ellas, estudiantes de periodismo, medios de comunicación, directivos y funcionarios de universidades, y público en general.
Cuando mencionaron su presentación, me dije: por fin, ahora sí voy a saber a qué se refiere el sociólogo con «Muchachos, estudien o van a acabar de periodistas». Le añadieron: «El periodismo, un oficio satisfactoriamente en crisis»)
Esta fue la explicación de Villoro: resulta que cuando nuestro invitado estudiaba en el colegio, un profesor siempre les decía esta frase cuando los veía que estaban flojos.
El periodismo -dice él- para esa época carecía de independencia y muchos de los periodistas estaban comprados por políticos, lo que hacía que este oficio fuera desvalorizado, tenido por muy poco.
De ahí, pues, la concepción de su maestro, que consideraba que aquellas personas que no estudiaban terminarían trabajando en periódicos -por ejemplo-, en los que les pagarían por hacer literalmente nada.
En cuanto a que el periodismo es un «oficio satisfactoriamente en crisis», explicaba que el papel de la internet ha producido muchos cambios en aquel, y que estos son una oportunidad para encontrar nuevos lenguajes.
Cambios respecto a diversos temas, que Villoro argumentó así:
La brevedad. Villoro asegura que es una ventaja para la celeridad de las noticias, pero que se necesita de mucho talento para expresar todas las ideas en torno a un tema, de manera breve y entendible.
La estandarización de la información ha permitido la homologación del periodismo, que la competencia entre medios se vuelva muy fuerte, porque en el caso de los canales, ninguno puede dejar de presentar las noticias que presentan los demás, convirtiéndose esto en un requisito.
El problema -comenta Juan- es que empresas muy pequeñas entran a competir con grandes canales y periódicos, porque la información está al alcance de todos.
La credibilidad es para él un problema grave, y asegura que no todo lo que hay en la red es verdad, que ya cualquier persona se convierte en trasmisora de noticias, sin tener la convicción de que lo que dice está correcto.
La capacidad de respuesta. Compartía que uno de sus primeros trabajos fue en la sección «Cartas de un Lector». Trabajaba en un periódico que seguramente casi nadie leía, y lo contrataron para que enviara opiniones, haciéndose pasar por diferentes personas.
Decía que ahora todos podemos responder a un periódico, o a otro medio.
Y, por último, el desafío: las personas siempre están esperando esas «noticias de sangre» pero, ¿cuál es la noticia de sangre que debemos presentar?
Pues bien, la noticia no es la sangre, sino quién pierde la vida -explica-.
Todos estos cambios, que de una u otra forma benefician y afectan el desarrollo del periodismo, son preocupantes; y preocupantes principalmente porque somos la primera generación, por ejemplo, en pasar de leer en el tiempo a leer en el espacio (se imaginan las generaciones que vienen).
La lectura, las redes sociales, el tiempo, la curiosidad y el pensamiento, también fueron temas claves en esta exposición.
Villoro dejó claro que el periodismo es muy necesario para el desarrollo de una sociedad, pero para que tenga el efecto que se quiere debe hacerse bien, y para hacerse bien el periodista debe interactuar con su entorno, pues son los demás quienes tienen la verdad.
Cuando Villoro acabó de hablar, sentí una tranquilidad impresionante, pues supe que era una frase antigua, y que el panorama actual del periodismo es diferente.