«Esos globos que se ponen en la cola». Manifiesto contra el mal gusto, por Pepa María Riascos

En días pasados no pude contener mis agallas rebeldes al responder a la grotesca crítica que hizo un conocido holandés, al hablar de la estética y estilo de la mujer en mi país.

‘Esos globos que se ponen en la cola’, ‘de moda y estilo no saben nada’… fue lo más castizo que dijo.

Alguien que me conozca de cerca sabrá (e imaginará) el lío que armé. Como siempre, defiendo mi país con sus pros y sus contras en cualquier situación, pero no sirvo para deshonesta, ni morronga.

De manera que NO puedo afirmar que sus frases fueron totalmente erradas.

Es triste para mí que esa sea la única impresión de moda y estilo femenino que muchos se lleven de Colombia.

Pero a mí lo que me ofendió en sí, es que NO tenía muchos puntos a favor para ganar ese debate, pues más rodeada de ‘yayitas’ no podía estar, y en Feria de Cali, menos.

Me quedó patinando en la cabeza este temita, y me arropan cientos de preguntas alrededor del por qué rayos se visten mal?

Es claro (y notorio) que los estándares de estilo y estética de la última década en Colombia están influenciados por secuelas que ha dejado la narco-cultura, creando estos famosos estigmas sociales que debemos enfrentar casi a diario.

He llegado a la conclusión de que gran parte de las mujeres en Colombia Sí SABEN qué ponerse en el interior de su cuerpo (más defectos que atributos), pero NO SABEN qué ponerse en el exterior de sus cuerpos.

Allí entra en materia el estilo y es ahí donde intervengo a fondo porque no hay nada peor que el mal gusto. Y si careces de buen gusto, careces de estilo.

¿Cómo es posible que sea hermoso tener unos globos en la cola del tamaño de Rusia y  otro par del tamaño de Texas en el pecho?

Y, además, que forrarte en cuanta lycra transparentosa y llevar la blusa ombliguera mostrando el morado post-lipociento, sea el estándar de estilo que abunde en las calles del clima cálido.

Y no se relajen que en las ciudades del clima frío también hay mal gusto.

¿Cómo es que cientos de maniquíes en cuanta tienda de ropa ‘XYZ’ ya responden a esta anti-estética ola de perversas proporciones?

Mis pechos son naturalmente grandes y si algo me choca es que algunas mujeres me pregunten en el baño de un bar, o tienda:  ¿quién es tu cirujano?, en vez de decirme otra cosa!

Al parecer, los estándares de estética han quemado neuronas y todo lo bello ahora es falso o puesto.

Aclaro, esto no es un manifiesto contra la cirugía plástica, esto es simplemente un manifiesto contra el mal gusto.

¿Por qué asociar lo sexy a lo apretado o ultra-escotado?… Si vas a mostrar arriba, cúbrete abajo. Si usas un ajustado pantalón abajo o leather legging, usa un top suelto con un blazer arriba.

En fin, son tantas las combinaciones perfectas que puedes lograr y salir de lo vulgar a lo sexy sin necesidad de andar forrada en mil lycras y tops con escarchas y zapatos espantosos.

Hay algunas tan osadas que hasta el uniforme de la oficina lo entallan a la proporción del implante. Nada más grotesco que ir al punto de información de un elegantísimo edificio y ver ‘la mamita rica y apretadita’.

¿Por qué rayos una mujer debe vestirse para ser aceptada por un hombre y no para gustarse ella misma?

Creo que allí está el origen de mis inquietudes. El estándar social que abunda en las calles es que se visten para levantar manes y NO para ellas mismas.

Y es que preferiría que la respuesta fuera que se visten para causar envidia entre sus amigas.

Se visten mal porque NO saben descubrir su propio estilo. Afirman que taparse es aburrido y, peor aún, llegan a pensar que ponerse algo que lo lleve puesto raymundo y todo el mundo en su entorno, es estar al último grito de la moda.

Muchas mujeres se visten mal, y por eso carece esta sociedad de mujeres con estilo y abunda de grotescos estereotipos de belleza y estética.

Por eso, es que el estilo es un tema casi tabú y para muchas mujeres estilo es solo un programa de ‘RCN’.

Muchas mujeres desconocen la moda, desconocen cuán maravilloso es llegar a descubrir qué te queda bien y qué no.

Dejar una marca en el vestir cada vez que vas a un escenario distinto.

Yo las invito a que se asesoren. Hoy en día la moda es mantenerte fiel a ti misma y explorar.

Pregúntale a alguien que sí sepa del tema si no lo sabes, paga una asesoría de imagen.

Empieza con pasos pequeños. Si tienes un ícono de estilo, inspírate en él, mas no lo imites. Es un proceso lento, pero como todo, es cuestión de práctica.

Vestirse bien no es cuestión de cantidades garrafales de dinero. Es simple y llanamente cuestión de buen gusto.

Y si no lo tienes o definitivamente no naciste con ello, puedes ser modesta, curiosa y asesorarte bien.

Si tienes poco dinero empieza por cuanto magazín de moda y estilo haya a tu disposición, y ve educando el ojo.

¿No les parece demasiado aburrido ir vestidos por allí y de repeso bien mal, como un montón de copy-paste? Si somos millones de habitantes, por qué no ser tú misma-o.

Exploten su sello personal al vestir y no dejen que estereotipos falsos de belleza definan tu estilo, o peor aún, oculten tu verdadero estilo.

No más frases como: ‘a mí me da pena ponerme esto porque a nadie más se lo he visto’.

Difundan esto y colaboren con la causa por unas calles con más buen gusto y menos mal gusto.

Quiero tener muchos más puntos a favor la próxima vez que un extranjero o cualquiera  me incite a un debate con sus críticas frente a la moda y el estilo de la mujer colombiana.

Y recuerden: Los CROCS, NO hacen  parte de ningún atuendo fabuloso.