Educadora, ganadora de 20 congos de oro con su grupo de danza infantil, traza la presencia de palenqueros en los festejos del dios de la mascarada.
Luego de 10 años de estudio e investigación, la educadora barranquillera Esther Hernández Morón presenta su ensayo Cultura y folclor afropalenqueros en el Carnaval de Barranquilla, con el apoyo de la Secretaría de Cultura, Patrimonio y Turismo.
Esta obra establece con precisión el carácter popular de las fiestas más importantes de la región caribe, declaradas por la UNESCO como Patrimonio oral e intangible de la humanidad.
Se trata de un libro de 135 páginas que devela los aportes de los afrodescendientes y afropalenqueros  a la cultura caribe y a los festejos del dios de la mascarada.
Aportes que son palpables desde los inicios del Carnaval de Barranquilla, cuando afrodescendientes provenientes de uno de los antiguos poblados de negros cimarrones libertarios, el Palenque de San Basilio, se establecieron en el conocido Barrio Abajo de Barranquilla.
Desde allí contribuyeron con su capacidad laboral y cultural en los oficios de boga en las piraguas que cruzaban el canal del dique, en la construcción del muelle de Puerto Colombia, y en otras áreas como el deporte, la gastronomía, la música y la educación.
La diáspora de palenqueros y palenqueras, y sus nuevas generaciones nacidas en Barraquilla, están presentes actualmente en las fiestas del dios momo, con 12 danzas, conformadas en su totalidad por miembros de la comunidad palenquera.
Así mismo, el sin número de grupos musicales que confluyen en la región, tiene entre sus integrantes el sello palenquero, que se refleja en la tesitura de sus ritmos africanos. Entre ellos, se destacan el Sexteto Tabalá y Las alegres ambulancias.
También, este ensayo destaca a personajes que irrumpen en la vida y cultura más allá del caribe, como:
Abraham Cáceres Julio,  a quien se le considera promotor de uno de los ritmos musicales propios de la cultura de Palenque, «El mapalé».
Jairo Cáceres Julio,  Rey Momo en el año 2011, y quien
se hizo llamar palenquillero, por considerarse hijo del palenque y Barranquilla, y
María Angélica Salgado, la «Diosa Maquenbá», ganadora en el  2010 del reality «Protagonistas de nuestra Tele», del Canal RCN Televisión.
Sin duda, la profesora Esther Hernández Morón, magister, gestora cultural, nominada a mujer sobresaliente del premio Cafam, ganadora de 20 Congos de oro con su danza Congo infantil Alegrías, y trabajadora incansable del folclor, hace con su libro una valiosa contribución a reivindicar la importancia de la etnia afropalenquera en la cultura caribe y nacional.
Palenque de San Basilio
Es un corregimiento del municipio de Mahates. Se encuentra ubicado en el norte del departamento de Bolívar, a 50 kms de Cartagena de Indias.
Hacen parte del territorio de Palenque de San Basilio, las veredas de Bonga, Catibal y Todo Sonrisas, comunidades que han sido objeto de desplazamiento forzado.
En su perímetro urbano alberga una población de 278 familias representadas en 2.800 habitantes.
Existe una población flotante que oscila entre 5.000 y 6.000 habitantes, aproximadamente (DANE), que se distribuyen en toda la costa cribe colombiana, Bogotá y Venezuela.
Esta población diásporica acostumbra a regresar a su tierra natal en las fiestas patronales de San Basilio, Navidad y Año Nuevo.
La comunidad palenquera descendiente de negros cimarrones establecida en el Palenque de San Basilio hace más de cuatro siglos y se caracteriza por conservar manifestaciones culturales de la tradición africana de origen Bantú.
Entre estas manifestaciones, se mencionan: la lengua criolla palenquera, la organización social en cuagros, herborística y prácticas tradicionales de salud, sistemas de creencias y tradiciones religiosas. Ritos fúnebres como el lumbalú, expresiones dancísticas, musicales y literatura oral.
Estas características singulares de la cultura palenquera y la amenaza cultural a la que están sometidos por las constantes migraciones, han sido objeto de valoración por parte de la UNESCO, para reconocer el Palenque de San Basilio, como OBRA MAESTRA DEL PATRIMONIO ORAL E INMATERIAL DE LA HUMANIDAD, declaratoria firmada en 2005.