Una de las más recordadas presentadoras del Festival Petronio Alvarez, Pilar Copete, dice que «así es como nos quieren ver los que no desean el progreso para los afros».
Por Pilar Copete Alvarez, abogada.
La revista SoHo titula la portada de su más reciente edición, «Elogio a la mujer negra», recreando la escena de la revista «Hola» que en diciembre de 2011 provocó una inmensa polémica.
Muy seguramente todos ya vieron las fotos. Desde el primer momento, la aparición de la imagen de Soho en los medios masivos de comunicación generó una ola de reacciones positivas y negativas.
En mi caso, al verla en el noticiero del medio día, desató una cantidad de emociones que me confundían.
No podía identificar realmente qué sentía en ese momento con esa imagen frente a mí, pero les puedo asegurar que no era nada bueno.
Después de pasar por la frustración, la pena y la decepción, me senté a escribir lo que pienso sobre el tema.
He escuchado muchos discursos, de muchas personas que profesan fanáticamente un amor a la identidad afro, y en cuanto tienen la oportunidad de amarrarse una pañoleta en la cabeza, a la cual llaman turbante, lo hacen.
Van a los eventos para así verse más «afros». Esas personas que utilizan palabras muy lindas y hablan de la causa, y solamente hacen eso…hablar, pero en sus vidas muchas veces desean ser diferentes, pero como los afros «estamos de moda».
Es esa la impresión que también me generó ver la portada de esa revista, con las mujeres afros recreando esa escena, reafirmando no el poder que la mujer afro ha luchado y logrado, sino el estereotipo sexual que tienen muchos sobre nosotras.
Mostrándose de la manera en que todos los que no desean el progreso para los afros, nos quieren ver.
Quiero aclarar que no me refiero al hecho de estar desnudas propiamente, ya que SoHo es una revista para hombres y el requisito para aparecer es el estar desnudas.
Lo que no comparto es el permitir recrear la escena donde se mostraba a las mujeres más poderosas del Valle, blancas con sirvientas negras, mostrando el poder de las curvas de las mujeres afros y no el poder de sus causas e ideología.
Esa sería para mí la mayor respuesta en contra de la discriminación racial en los medios de comunicación.