Maryen Gracia, ingeniera teleinformática y delegada de zona en Antioquia, cuenta sus travesías de transporte para llevar computadores a comunidades que en algunos casos no tienen energía eléctrica. Serie Colombia Desconocida, nota 2.
Por Maryen Gracia Machado, especial para Color de Colombia.
Muchos se hacen a la idea de que Colombia es sólo sus departamentos y capitales, sus ciudades principales, sus sitios turísticos, sus municipios aledaños conocidos y hasta ahí llega el «Vive Colombia, viaja por ella».
Olvidan la zona rural, los corregimientos, las veredas, el campo donde se esmeran por labrar la tierra para entregarnos a los urbanos lo mejor de ella.
El campo, el lugar de los cultivos, donde habita parte importante de la nueva generación que requiere educación, inclusión social y, estando en la era de la información, conectividad.
Pocos somos los que hemos tenido el privilegio de viajar, conocer y trabajar con las comunidades rurales.
De adentrarnos hasta su hábitat utilizando diferentes medios de transporte: largos y extenuantes viajes en carros, chivas o escaleras, caminos de herraduras montando bestias, atravesando grandes ríos en garruchas porque con puentes no se cuenta.
Horas subiendo lomas que a la mitad sientes que no das más pero piensas en el objetivo y te esfuerzas en llegar a tu destino final; caminos pantanosos y cenagosos donde el debido calzado son las botas.
Expuestos al sol con mucho bloqueador, aunque no está demás llevar saco o poncho, prefiriendo el calor a que te queme el sol, y para proteger un poquito más el rostro, gorra o más bien sombrero, y llevar capa o sombrilla por si se viene la lluvia al final del día.
Infinidad de situaciones que se convierten en una aventura, toda un expedición que podría llamarse travesía, con el fin de apoyar a la educación desde las TIC (Tecnologías de la Información y Comunicación).
De registrar los rostros de los niños dibujando la alegría por saber que hemos llegado, de palpar su emoción a la hora de mirar, tocar y estudiar jugando en el computador.
De sentir en ese momento lo gratificante del trabajo hecho. Para Colombia, un chulo más en sus propósitos con la educación nacional.
Pero esto va más allá, porque aunque las fotos, las actas y demás muestran que se cumplió, que las sedes educativas cuentan con el acondicionamiento estipulado, tenemos claro qué es lo que está quedando, cómo se va a seguir desarrollando y cuánto tiempo estará funcionando.
En algunos casos la institución educativa y la comunidad no tienen energía eléctrica. Con computadores y sin electricidad. O los paneles solares o plantas eléctricas han sido hurtadas.
Sí!, muy buena la intención del gobierno colombiano y sus proyectos de inclusión de la tecnología en la educación pública básica y media, pero también iluminemos, conectemos de forma vial, acondicionemos las plantas físicas de las escuelas, capacitemos constantemente a los profesores, alfabeticemos, eduquemos y ahora si digitalicemos y expresemos que Colombia ya «VIVE DIGITAL».