Brenda Garcés se hastió del cuento de la «dama de compañía» del Agente Secreto de Obama. «Hay otros demonios … solo que estamos tan acostumbrados a quedarnos con lo primero que vemos, que nuestros ojos no ven más allá de nuestras narices».

Por Brenda Garcés Bonilla, profesional en Marketing y Publicidad de la Universidad ICESI. Del programa «100 nuevas plumas en el Bicentenario, 2010-2021»
Sí, sí, sí… ya todos hemos oído el cuento de las putas, perdón, las honorables (sí, ajá) «damas de compañía» que se enredaron con los del Servicio Secreto de los EEUU… que eso hubo de todo, menos dolaretos.
Y como dignos colombianos, siempre caemos en la «realidad» que nos muestran los medios y creemos tanto en ello, que parece que se hubiese escrito en la mismísima roca.
En facebook,  twitter, y hasta en el más allá, salieron mil y un chistes acerca de la frustre, ay, otra vez perdón, «Cumbre» de las Américas…y el escándalo mediático del suceso con los agentes, pero nadie se ha puesto a pensar, del circo, maroma y teatro que siempre se arma en Colombia por x o y motivo.
Pasan mil cosas peores cada instante.  Por ejemplo, en este segundo en el que estoy redactando este escrito a alguien le están siendo robados sus derechos, alguna familia está sin comer, un niño está trabajando o está siendo maltratado.
En este preciso instante…hay alguna mujer que está abortando, o está siendo violada, y por ser más real, algún asesinato se está cometiendo, y la gente aun así, le dio suprema importancia a que se le quedara debiendo el favorcito a una puta?
Que a los días andaba de paseo por Dubái (lujo que sólo algunos, demasiados poquitos pueden darse) Pero por favor, en qué mundo estamos viviendo? Eso es una noticia? Eso es un extra? Eso lo que es, es una VERGÜENZA.
Medios y audiencia también, procuren enterarse de qué hubo más allá, qué avances realmente importantes se dieron para nuestro país.
Hagan debates televisivos, documentales o informativos que nos ilustren a los televidentes de lo que realmente ocurrió, pero lo que sea IMPORTANTE para nosotros los colombianos.
Qué se logró?.. qué se acordó?… qué se negoció?… qué  es lo positivo o lo negativo para el país, para que cuando llegue el tan anhelado TLC (y no precisamente el de teta, lipo, culo…) no nos cojan con los calzones abajo.
Hay otros demonios, más allá de lo de la «dama de compañía»… solo que, estamos tan acostumbrados a quedarnos con lo primero que vemos, que nuestros ojos no ven más allá de nuestras narices, y termina siendo importante lo que bien viene siendo la punta del iceberg.
Y les apuesto que si le preguntamos a alguien qué recuerda de la Cumbre, dirá: la puta, el agente, el burro para Obama, la salida a rumbear de Hillary…pero muy pocos sabrán que la lucha contra la pobreza, la inseguridad, el combate al crimen organizado, y la extensión de nuevas tecnologías por el continente quedaron resumidos en 47 mandatos.
Y mucho menos sabrán que por la misma seguridad (un poco opulenta, por cierto), los diversos mandatarios encontraron una Colombia más tranquila, más organizada, más segura, pues fue lo que expresaron, y así como ellos, muchos empresarios (y personas del común) de diferentes países que aprovecharon la sonada Cumbre para visitar Colombia, y conocer así, de primera mano, el país donde a futuro realizarán por qué no, algunas de sus inversiones.
Hay que leer, mi gente, hay que leer, y no acostumbrarse a quedar con la primera información, o con lo que se dijo en una cadena de pin (por el blackberry).
Trate de meterle a su cerebro información que le sirva, que nadie lo coja desprevenido, no hable tanta bobada, no le dé «me gusta»  a todo chiste barato que salga, edúquese y sea competitivo. Algún día le servirá.