¿Qué podemos sacar de este incidente?, se pregunta el profesor chocoano Beinerth Chitiva Mosquera. «La mejor arma que debemos empuñar es la excelencia en todo lo que hagamos», concluye.
Por Beinerth A. Chitiva Mosquera, licenciado en idiomas, abogado y magíster en tecnología de la educación de la Universidad de Michigan.
«Lo que contamina al hombre no es lo que entra por su boca, sino lo que sale de la boca»: Jesucristo (Mateo 15:11)
El infortunado y reprochable episodio protagonizado por el diputado antioqueño Rodrigo Mesa, es digno del repudio nacional. Pero como de costumbre, incluso en aquello que tildamos de nocivo o malévolo, siempre hay una oportunidad de aprendizaje y reflexión.
Por lo menos eso creo yo, tal vez por mi formación pedagógica. Entonces la pregunta pertinente es: ¿Qué podemos sacar de este incidente?
La opinión del diputado Mesa –«la plata que uno le meta al Chocó es como meterle un perfume a un bollo»– es la exteriorización del ideario de la clase política colombiana, de buena parte de nuestros gobernantes, del establishment y muchos más.
La diferencia entre Mesa y los demás es que éste hizo público su sentir. Esta línea de pensamiento ha servido de sustento a quienes desde el gobierno les han negado a los chocoanos las inversiones que traerían empleos y crecimiento económico.
Son estos mismos grupos los que se sienten cómodos con el modelo económico vigente, con una Colombia fraccionada entre las regiones pudientes y la otra Colombia: la marginada y carente de oportunidades para la gente.
Nuestra sociedad está permeada por los estereotipos, que en palabras sencillas, son la generalización injusta que se hace de algo o de alguien a partir de cierto número de casos particulares. El estereotipo imperante es que el pueblo chocoano es corrupto, lo cual constituye una gran falsedad e injusticia.
No se puede confundir al pueblo chocoano con su evidentemente corrupta clase política, que ha sido inferior a la misión encomendada. Por fortuna, la región tiene líderes recientemente electos que pueden escribir una nueva historia.
Sin ánimo de defender a la clase política regional, no es muy diferente a lo que se cosecha en el resto del país. Los invito a que le den un vistazo a lo que pasó en Bogotá durante la administración de Samuel Moreno; caso idéntico ocurrió en múltiples niveles en el gobierno central.
Cualquier ciudadano medianamente informado sabe que esta no es una mera opinión; es lo que muestran diariamente los titulares de prensa y las decisiones judiciales.
Tan injusto es decir que el pueblo chocoano es corrupto como decir que los paisas son bellacos o que los colombianos somos narcotraficantes.
No hay que ser un genio para saber que en todo pueblo hay buenos y malos, por decirlo de un modo comprensible para todos. Por lo tanto, la recomendación más sana es evitar los estereotipos que siempre se alimentan de la falta de conocimiento de algo.
En el presente caso no cabe duda de que el mismo diputado Mesa es víctima de su ignorancia; no ha leído o estudiado el Plan de Desarrollo de su departamento, pues de haberlo hecho sabría que a Antioquia le interesa ser más competitiva en el escenario internacional.
Para lograr dicho propósito tendrá que ampliar el comercio marítimo internacional, deberá hacer unas inversiones estratégicas, y por cosas de la naturaleza, los dos departamentos comparten una amplia frontera.
Otra realidad, corroborada por el mismo gobernador de Antioquia, es que dicho departamento no va a gastarse un peso en la solución de las tantas necesidades de Chocó.
Antioquia no está en el plan de caridad, y cualquier inversión hecha por el pueblo paisa será para beneficiar a los pueblos antioqueños de su zona fronteriza, especialmente con Chocó y Córdoba.
Además, por ley una inversión según los términos ignorantes del diputado Mesa constituiría un quebrantamiento de nuestra ley penal.
Queda, pues, exhortado el susodicho diputado a que cuide su lenguaje escatológico, que lea cuidadosamente el Plan de Desarrollo de Antioquia 2012-2015, la Ley Orgánica de Ordenamiento Territorial (Ley 1454 de 2011) y las normas relacionadas con el nuevo sistema de regalías para que por fin entienda que Antioquia no está regalándole nada a otras regiones.
Si en el pasado hubiéramos tenido gobernantes visionarios, nuestras regiones se habrían integrado hace mucho tiempo. Por eso el Plan de Desarrollo de Antioquia 2012-2015 establece: Antioquia es Caribe e integrada a la visión compartida del desarrollo con Chocó, también es Pacífico.
Reitero que esta es una oportunidad para aprender y reflexionar, no para llenarnos del veneno de la ira que siempre nubla el panorama.
Lo primero es que se puede expresar una opinión sin necesidad de ataques bajos y grotescos, especialmente cuando se hace desde un foro público.
Segundo, que los paisas siempre han sido eficaces en el manejo de sus relaciones económicas y ponen sus recursos donde van a obtener crecientes dividendos. El plan de integración y de inversión fronteriza apunta a generar beneficios para Antioquia; de lo contrario, ni siquiera lo pensarían.
Por otro lado, los chocoanos debemos luchar por cambiar el modelo económico de desarrollo actual, que ha mantenido a muchas regiones del país como meros espectadores pasivos del crecimiento económico que ha venido experimentando Colombia.
Es precisamente ese modelo de crecimiento lo que ahora nos tiene en desventaja ante el TLC firmado con Estados Unidos, un país altamente preparado e integrado para este tipo de tratados.
Urge integrar a todas las regiones para que la prosperidad económica llegue a todos los rincones del país.
Creo que ha sido positivo ver a los chocoanos unidos en contra de las palabras del diputado antioqueño.
Igualmente, es importante no perder la perspectiva de que históricamente la clase política, tanto regional como nacional, y el establishment con sus acciones, le han dado peor trato al Chocó, causando la muerte o una existencia de miseria para miles y miles en el departamento negro por excelencia.
Para los que nos desprecian o subestiman la mejor arma que debemos empuñar es la excelencia en todo lo que hagamos. Les digo que soy chocoano y me siento orgulloso de ello.
Si volviese a nacer quiero hacerlo bajo las estrellas que cubren el Pacífico y dormir arrullado por las lluvias eternas de mi tierra linda.