Del 7 al 12 de febrero, folclor, estrellas de la salsa y el reguetón, reinado, gastronomía y desfiles en un pueblo que quiere vivir sin violencia todo el año.
Por Andrews Fabrizzio Sinisterra, de la redacción de Color de Colombia
La «Perla del Pacifico» está de fiesta. El «Carnaval de Tumaco», donde propios y extraños celebran como hermanos, comenzó este jueves y termina el 12 de febrero.
Música folclórica y moderna, gastronomía, juegos, desfiles, playa, brisa y mar, son los componentes principales de esta celebración.
El  ‘Chiqui Carnaval’, que escoge a la reina infantil, el desfile náutico, conciertos de estrellas nacionales, desfile central y elección de la reina popular del carnaval del fuego, entre 17 candidatas de diferentes barrios y veredas del municipio, atraen al público.
También el «Día del Agua», donde las personas juegan echándole agua a todos aquellos que pasan por la calle y les pintan la cara con diferentes colores.
Las hermosas playas del Morro y el Polideportivo San Judas acogerán a los artistas. A los locales, como el famoso reguetonero Misterioso, Quendabum, Jhonny T, Mario Macuace y grupos folclóricos.
A los nacionales, porque en esta fiesta se les da gusto musical a todos. Junior Jein, Guayacán Orquesta, Willy García, Grupo Galé y Carlos Mario Zabaleta.
Y a los cantantes internacionales: la Sonora Ponceña y el reguetonero J. Alvares.
Como invitada especial estará la top model, empresaria y actriz Belky Arizala, que dijo a Color de Colombia que «el carnaval del fuego logra integrar y dar a conocer nuestra cultura y tradiciones».
En papel de embajadora, la actriz añadió:
«Que la gente de Colombia y del mundo sepa que somos un territorio de paz y tranquilidad.Por eso invito a todos a que vengan a la Perla del Pacifico.
El riesgo es que se quieran quedar a vivir en este paraíso terrenal, de gente amable, feliz y que siempre tiene una sonrisa».
La leyenda de la creación de Tumaco
Cuentan los abuelos que según la leyenda, tres gigantes pargos rojos estaban cansados de navegar en el mar. Cansados y exhaustos llegaron a una isla del Pacífico sur colombiano, y al arrullo y al vaivén de las olas se quedaron dormidos.
Poco a poco les fue saliendo una frondosa vegetación en sus espaldas y, así siglos más tarde, se formaron tres hermosas islas, las que hoy conocemos con el nombre de la isla Tumaco, El Morro y La Viciosa.
Dicen los abuelos que en ocasiones cuando se mueven las Islas es porque los pargos rojos están roncando y tratan de despertarse.