Las bibliotecas de 29 municipios del Chocó fueron intervenidas durante cinco meses, con el fin de identificar las necesidades y aspectos por mejorar en estas. Jaime Giraldo, uno de los interventores, cuenta la experiencia.
Por Isaura Zapateiro Mena, coordinadora de comunicaciones de Color de Colombia
Jaime Giraldo, es bibliotecólogo y fue uno de los dos tutores que intervinieron las 34 bibliotecas que se encuentran en el Chocó.
Durante este proceso se conoció que bibliotecas públicas como las de Río Sucio, Belén de Bajirá, Nuquí y Río Iró, no tienen una estructura definida, lo cual impide su óptimo funcionamiento. Quibdó no tiene biblioteca pública municipal.
Según Giraldo, la mayoría de las bibliotecas visitadas tienen una bibliografía actualizada, pero la estructura de la mayoría requiere mucha atención.
La única biblioteca que se acerca al ideal es la de Medio San Juan, que fue construida con recursos de cooperación internacional. Esta biblioteca cuenta con instalaciones amplias y en buen estado, personal capacitado y bibliografía actualizada.
La capacitación del personal es fundamental para el buen funcionamiento de estas y el apoyo por parte de las alcaldías es necesario, añadió.
Para Giraldo, la falta de políticas y compromiso de alcaldes en el sostenimiento bibliotecario y ejecución de actividades impide el crecimiento de estas.
El acceso a los municipios donde hay bibliotecas públicas en el Chocó, dificulta que estas se integren a la Red Nacional, lo que es indispensable para que se pueda gozar de las políticas de esta red y así contribuir al crecimiento de estos espacios.
Según lo planteado por la Biblioteca Nacional, la Red Nacional de Bibliotecas Públicas tiene por objetivo aumentar y garantizar las posibilidades para el libre acceso a la información, a una rica oferta literaria, documental y de recursos informáticos, aumentando así las posibilidades educativas y culturales de la población colombiana».
¿Cómo fue el primer encuentro con las bibliotecas en el Chocó?
Conjuntamente con la Coordinación Departamental oficializamos a las 34 bibliotecas de los 29 municipios el trabajo de intervención.
La expectativa de los Alcaldes, bibliotecarios y allegados a la biblioteca fue positiva ya que era una presencia directa del Ministerio de Cultura, a través de la Biblioteca Nacional, en los municipios que resaltaba el trabajo de estas.
¿Cómo fue la distribución del tiempo para lograr el objetivo en las bibliotecas que visitaron?
Fueron 2 visitas en diferentes tiempos de mínimo tres días por cada municipio. Se realizó una agenda con un cronograma ajustado a las fechas y a las características de los desplazamientos (tierra, mar, río, aire).
¿Cuál eran las reacciones de las personas de los municipios frente al trabajo que realizaban con las bibliotecas?
Con los pobladores no se interactuó mucho. Esta primera fase consistía en hacer este acercamiento para conocer la realidad de las bibliotecas y proyectar acciones de mejora. Creemos que hubo impacto frente a los usuarios, pero no fue medido.
Siendo 1 la más baja y 10 la más alta, ¿cuál era la interacción que tenían las personas con los servicios que ofrecen las bibliotecas?
La respuesta varía de acuerdo con el municipio: en su gran mayoría hay municipios con puntaje 8, otros 5, otros 2.
Después de la intervención realizada en las bibliotecas del Chocó, ¿podría mencionar avances o logros de los que hoy gozan estos espacios?
El principal es haber conocido de primera mano el estado de las mismas para proyectar acciones concretas.
Se hicieron compromisos con los mandatarios locales, sobre los cuales recae la responsabilidad del sostenimiento de las bibliotecas.
Se organizaron planes con los bibliotecarios, se les capacitó en el manejo de las mismas, se instaló tecnología para el manejo de las colecciones, entre otras.
¿Cuáles son las expectativas después de haber realizado esta labor con las bibliotecas del Chocó?
Que el proceso interventor continúe de la mano de la administración departamental, de manera que se visibilice y exista un compromiso a este nivel. Lograr que en un futuro próximo las bibliotecas puedan tener proyectos municipales medibles y de impacto real.