Reflexión y entrevista a Klarem Valoyes, becaria rosarista, egresada de la Normal de Quibdó
Desde 1936, la Institución Educativa Normal Superior de Quibdó se ha encargado de formar maestros superiores competentes para cumplir con su labor en cualquier parte del territorio nacional.
La Normal Superior de Quibdó les brinda la oportunidad a sus estudiantes de graduarse en el nivel 11 con el título de bachiller con profundización en educación, o de continuar en el programa de formación complementaria.
Sin embargo, no todos los bachilleres siguen con este proceso, pues deciden emprender el arduo camino de la educación superior en otras carreras. Este hecho ha generado gran diversidad en los campos laborales en que se mueven egresados normalistas.
Los estudiantes de grado 11 de la Normal, a pocos meses de terminar la educación media son conscientes del gran reto al que se enfrentaran al asumir con responsabilidad la entrada a la educación superior.
Una educación que no solo les garantizaría un futuro, quizás con mejor estabilidad económica, sino que también le permitiría a la institución una gran visibilidad a nivel nacional dependido del desempeño que cada uno de ellos tengan en sus respectivas carreras.
Lastimosamente, no todos los estudiantes tienen una definición clara de qué quieren hacer con sus vidas una vez terminada la educación media, tema que causa gran preocupación entre la comunidad normalista.
Si todos sus estudiantes fueran consientes del reto que es ingresar a la educación superior, se prepararían más para las pruebas Saber 11.
También se sabe que muchos de los estudiantes no tienen una buena economía para pagar estudios universitarios, pero si esos estudiantes se informan de las diversas oportunidades que ofrece el Estado para salir adelante, lo lograrán y de esta manera llegarán a ser parte de la gran lista de egresados normalistas que han contribuido al desarrollo nacional del país.
Egresados ilustres como, por ejemplo, Porto Latino Díaz Murillo, de la promoción de 1960, quien fuera viceministro de Educación,
O como una joven egresada que va camino de convertirse en ilustre, Klarem Valoyes Gutiérrez, becaria de la Universidad del Rosario en Periodismo y Opinión Pública, considerada un ejemplo a seguir por muchos estudiantes de la comunidad normalista. Por tal motivo, la entrevisté.
Creo que más que un compromiso, tengo un reto personal: ser ejemplo para las generaciones que vienen tras de mí.
Como egresada de la Normal, pienso que es importante que cada uno de los estudiantes tenga un norte, un norte positivo.
Esto no solo va a contribuir a mejorar su calidad como personas, sino que también va a permitir que nuestra institución vuelva a tener el renombre que hace unos años tenía.
Considero que cuando uno está enfocado, todas las cosas que emprende empiezan a salir bien. Y eso es lo que yo espero dejarle al colegio que tanto me ha enseñado: demostrar que sí se puede salir adelante.
Y claro, cada que voy a Quibdó, visito a los jóvenes y les cuento cómo va mi vida. Intento compartirles lo que he aprendido en la universidad.
¿Qué dificultad se te presentó al asumir la educación superior y cómo la superaste?
Aunque siempre he sido muy responsable, me parece que uno sale muy pequeño del colegio. Yo, por ejemplo, me gradué cumplidos los 16, y me enfrenté a una ciudad que para mí era enorme. A un nuevo mundo, por decirlo así. Eso por una parte, me parece un gran reto.
Ahora, la universidad también resulta ser un paso que requiere de mucho esfuerzo. Si estás becado en una institución privada, te toca primero demostrar que tus capacidades pueden ser iguales y hasta superiores a las de cualquier otra persona, sostener la beca y aprovechar todo lo que te enseñan para aprender.
Pero esa es la clave, no ver estas cosas como un obstáculo o una dificultad, sino como impulso que te va a ayudar a ser mejor. Pensar en la familia y en quién querés ser es fundamental para que estas cosas no te atrasen.
¿Cuáles son tus planes?
Quiero ser una gran periodista. Creo que Colombia, el Chocó y la gente de la que estoy rodeada lo necesita. Necesita personas comprometidas con causas que nos ayuden a todos. Obvio, no quiero cambiar el mundo, pero pienso que sí puedo cambiar lo que tengo cerca.
Me encanta compartir los conocimientos que tengo, por eso no descarto la idea de alguna vez poder enseñar. Quiero continuar con el proyecto de mi colegio en el que di mis primeros pasos en el periodismo; y hacer -en compañía de otras personas, claro-, una escuela que enseñe a jóvenes y niños a comunicar. También quiero ver una nueva Normal.
La invitación es a que crean en sus capacidades y tomen las riendas de sus vidas para que se demuestren a ustedes mismos que si se puede salir adelante en medio de tantas dificultades económicas y ante todo para dejar en alto el nombre de nuestra institución educativa ¡NORMAL SUPERIOR DE QUIBDO!
[Foto de Heiner Yesid Mosquera, por Talentochocoano.com, Jeison Riascos; y foto grupal, por Carlos Ramírez]