El líder de ChocQuibTown aportó a la memoria vida de los 20 años del Festival.
Por Carlos Valencia, Tostao. Publicado en la edición 2 de El Petronio*
Tengo los recuerdos del primer Festival en el que estuve. Fue hace como diez o doce años que llegamos por primera vez y al ver todas las expresiones, entendimos que no solo era cuestión de lo que uno tenía en la cabeza: San pacho y las festividades étnicas, sino que esto ya era lo mismo, pero en una ciudad como Cali, a donde no solo venía la gente del Chocó.
Era el Pacífico entero, como alguna vez lo habíamos planteado con ChocQuibtown. Entonces fue una experiencia bien bonita.
La primera vez como ChocQuibtown, la experiencia tuvo varios matices porque nosotros íbamos como concursantes. Teníamos la idea de probar cómo funcionaba nuestro repertorio en ese público tan diverso, pues no eran solo chocoanos, caucanos o tumaqueños, eran en general del Pacífico y desde una ciudad como Cali.
Fuimos en calidad de concursantes, y nos presentaron así: “Desde Bogotá, ChocQuibtown” y todo el mundo se emocionó, cuando en un festival el nombre del grupo no es lo que representa, sino más bien el nombre de la región. Pero a nosotros nos recibieron bien, pese a que nos nombraron como si viniéramos de una colonia de Bogotá. El festival fue muy agradecido con nosotros y el público también.
Creo que todo afro quiere que el festival crezca mucho más. Me imagino una transmisión y cobertura grande en televisión, eso a nivel de difusión. Que los detalles en cuanto al montaje y organización se corrijan.
Que de pronto haya unos conversatorios salidos de lo habitual; me parece que al Petronio le hace falta fortalecer una parte académica y eso va a garantizar que el Festival se piensa desde otras disciplinas. Todo esto suma a lo que ya ha sido el festival en estos veinte años.
* El diario El Petronio es producido por la Fundación Color de Colombia de modo independiente, desde el 2013. Este año fue apoyado por el Ministerio de Cultura y Arroz Blanquita.