Con la invasión de Rusia a Ucrania a comienzos del año 2022 se inició una guerra que ya ha dejado un millón y medio de militares muertos o heridos en ambos bandos. A pesar de las grandes pérdidas humanas y económicas, las posibilidades de llegar a un acuerdo para un cese al fuego o detener los combates son muy pocas, de acuerdo a un experto en relaciones internacionales y negociaciones.
Rusia invadió a Ucrania el 24 de febrero de 2022, ocasionando un conflicto que completa más de tres años con cerca de 1,5 millones de víctimas militares entre ambas partes y unos 15 millones de ucranianos desplazados o refugiados.
De acuerdo con un estudio publicado el pasado 4 de junio por el Centro para Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS, por sus siglas en inglés), se calcularon las cifras de militares rusos muertos o heridos en casi 1.000.000 (un millón) mientras que las ucranianas alcanzaron unos 400.000. Entre estos se estiman unos 250.000 militares rusos muertos y entre 60.000 y 100.000 fallecidos ucranianos.
En entrevista con el profesor Anthony Wanis-St. John, doctor en Relaciones Internacionales, experto y profesor de negociación de American University (en Washington DC), autor de varios libros y artículos de negociaciones en las más prestigiosas publicaciones en el mundo, considera que las perspectivas para terminar la guerra entre Rusia y Ucrania, o siquiera alcanzar un cese al fuego, es muy difícil pero que vale la pena intentar la paz con el fin de salvar vidas.
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Profesor Wanis-St. John, usted ve la posibilidad de terminar la guerra de Rusia contra Ucrania mediante una negociación o por lo menos un cese al fuego?
Primero, quisiera decir que llevo dos décadas de investigación en ceses al fuego: cómo se negocian, cómo se logran cumplir y cómo fracasan. No hay garantías de antemano y este caso es como en muchos otros: las partes casi siempre prefieren ganar que negociar un cese al fuego porque quisieran lograr sus metas políticas unilateralmente sin tener que dar algo de concesión a la otra parte.
Un cese al fuego es una oportunidad para ambas partes, puede ser simétrica o asimétricamente para que dejen de pagar los altos costos de sangre, dinero y bienes que la guerra siempre impone. Pero como el lector verá y apreciará en estos días, las partes siguen peleando a pesar de que hay informes de que están negociando bajo los auspicios de varios países: el apoyo de varios países europeos, uno que otro del Golfo Pérsico y supuestamente con bastante presión de Estados Unidos.
Pero siguen hablando y peleando, lo cual es un poco curioso y paradójico para nosotros apreciar que estén hablando de terminar la guerra pero siguen persiguiéndola. Así que quisiera comenzar con esa observación dolorosa.
¿Pero eso no es precisamente lo que se hace en una primera etapa de negociación, mostrarse fuertes para conseguir que el otro conceda bastante?
Precisamente y entonces existe el peligro de que una, ambas o varias partes estén allí de mala fe. O sea, que estén en la mesa por ceder a presiones pero realmente lo que quieren es alargar conversaciones mientras siguen haciendo intentos de triunfar en el campo de batalla.
A la misma vez es posible que una parte con mala fe también resulte cumpliendo con lo que se terminará cumpliendo o acordando. Así que no se sabe de antemano si la parte contraria va a cumplir, va a negociar completamente de mala fe o buena fe. Hay que intentar y los ucranianos creo que lo están intentando.
Obviamente les conviene a las dos partes llegar a un trato, a un cese al fuego ahora. Pero es curioso porque el combate se agrava. Los ucranianos han lanzado una serie de atentados muy fuertes, muy adentro de Rusia, y esta responde igual mientras están las dos delegaciones en conversaciones.
Obviamente quieren demostrar fortaleza, como dijo usted, y hacer que la otra parte se sienta obligada a conceder.
Usted hablaba de mala fe. Precisamente el presidente ucraniano Volodímir Zelensky afirmó que Vladimir Putin, presidente de Rusia, no quería un cese al fuego y lo que estaba haciendo era ganar tiempo para no indisponer al presidente estadounidense Donald Trump, quien quiere actuar como negociador. ¿Usted qué cree?
Es muy posible porque Putin nunca ha mostrado gran interés en ceses al fuego. Los rusos, en los conflictos en que ha estado involucrado en los últimos 30 años, terminan de pelear cuando se les da la gana y cuando creen que ya han conseguido todos los logros que pueden en el campo de batalla. Nunca ceden por una negociación de cese al fuego aunque sí participan en ese tipo de conversaciones.
Me parece que Rusia es un actor que ahora prefiere pelear y no está perdiendo absolutamente nada en presentar una delegación para conversar con los ucranianos. No les cuesta nada estar ahí.
Hablando del nivel de las delegaciones, Recep Tayyip Erdogan, presidente de Turquía, está promoviendo una conferencia de paz entre Putin y Zelensky, con la presencia de Trump y él mismo. ¿Usted cree que esto se puede dar y llegar a cierto tipo de acuerdo?
Pues no descartaría ninguna posibilidad cuando se trata de salvar vidas. Para mí la cuestión ahora es cómo minimizar el costo de esta guerra en vidas humanas, especialmente en los ucranianos. Y tengo que decir que tengo cierta compasión para el soldado común y corriente ruso que está ahí sin realmente una causa. Van a perder sus vidas por nada.
Así que terminar la guerra es algo bueno. Erdogan empezó en el poder con el deseo de crear un tipo de política turca diplomática nueva, energética y proresolución de conflictos pero rápidamente abandonó ese camino y es interesante que ahora él quiere renovar y reanudar ese tipo de política, lo cual me parece bien.
Pero Erdogan también ha sido experto en promover sus propios intereses para mantenerse en poder y por esto tengo una cierta falta de confianza en su voluntad. No ha sido muy bueno para la democracia turca y la sociedad civil.
Pero si él provee un espacio donde las partes pueden charlar y tiene la confianza de todas las partes, ¿por qué no?. La cuestión es que si van a hacer un tipo de emboscada contra Ucrania, en ese contexto, eso no sería bueno porque Ucrania ha sido maltratada por Rusia y por Estados Unidos diplomáticamente. Y tenemos que ver cómo van a tratar los turcos a los ucranianos.
Pero Turquía puede hacer algo bueno. Ha intentado negociar tratados entre los europeos y los iraníes sobre su programa nuclear. Han intentado en el pasado presentar un tipo de papel diplomático entre los palestinos y los israelíes. Ya no lo hacen, pero lo intentaron y ahora tienen las pretensiones de ser un actor diplomático nuevamente.
Vamos a hablar en términos concretos profesor Wanis-St. John. Las condiciones de Putin para un cese al fuego es que Ucrania no reclame las regiones invadidas por Rusia, no movilice más tropas y no reciba más ayuda de la Organización del Tratado Atlántico Norte (OTAN); mientras que Ucrania pide que Rusia se retire de los territorios invadidos y que les devuelvan a los niños que Rusia ha secuestrado durante la guerra. Usted, como experto en negociación ¿En qué puede ceder cada uno?
Un puro cese al fuego si fuera deseado por las dos partes, sería básicamente vamos a parar los combates en tal hora, de tal día, congelar todo lo que está en su lugar y crear el espacio para negociar todos los demás temas y controversias. Pero como usted está observando, cada parte pone condiciones al otro para dejar de combatir.
El peligro es que esas condiciones empiezan a ser muy difíciles de concretar a corto plazo. Aunque es muy tentador agregar condiciones, al mismo tiempo es peligroso porque eventualmente la otra parte va a decir no puedo, no quiero, o eso requiere más tiempo, así que prefiero seguir la guerra que intentar hacer esas concesiones.
A veces creo que las partes ponen condiciones a propósito muy difíciles para un cese al fuego y lo hacen para poder demostrar que sí están negociando pero realmente no quieren llegar a un acuerdo y prefieren, como dije al principio, ganar en el campo de batalla.
He estudiado, por ejemplo, cómo Israel negoció ceses al fuego, con Hezbollah y con Hamas en el pasado, y siempre pusieron condiciones imposibles que la otra parte no pudiera cumplir nunca. Y siempre pensé eso: Israel está haciendo eso para decir que sí tienen voluntad de negociar a pesar de que no tienen la más mínima intención de dejar sus operaciones militares.
Por lo que lo escucho, usted es muy pesimista para un posible cese al fuego entre Ucrania y Rusia…
Soy realista, creo que es difícil llegar a un acuerdo porque hay demasiadas precondiciones y las partes prefieren combatir. El momento más adecuado para un cese al fuego es cuando las partes están ya cansadas de pelear, han perdido demasiado y ven que hay el peligro de quedarse siempre en la guerra.
Son las condiciones que decía mi mentor Bill Zartman, las condiciones que pertenecen a lo que él llamaba ‘madurez’ del conflicto: exhaustos de la guerra ven en el cese al fuego una oportunidad de escape.
¿Es posible llegar a ese punto con Putin cuando tiene suficiente gente, recursos económicos y todo el apoyo político de los rusos, porque con mentiras convence a la gente que Rusia está siendo agredida o porque con su dictadura encarcela, tortura y asesina a los opositores para continuar hasta que le plazca? A Putin no le importa que sus soldados sigan muriendo…
Sí, porque es posible que Rusia comience a percibir que Ucrania, a pesar de que le falten tropas, tienen tecnologías y capacidades innovadoras para causarle daño. Y puede ser que Rusia prefiera conseguir sus metas políticas de forma no violenta, aunque eso sería novedoso en los rusos.
Sin embargo, la delegación rusa está poniendo en la mesa temas políticos como la expansión de la OTAN y las poblaciones rusoparlantes en Ucrania, etcétera.
Así que no quiero decir que es imposible, pero hay que reconocer que es muy, muy difícil y no muy probable que se logre un cese al fuego. Sin embargo, vale la pena intentar. Y vale la pena apoyarlo desde afuera.
¿Cuáles son las debilidades de un cese al fuego?
Hay que reconocer que se requieren recursos diplomáticos muy altos para negociar un cese al fuego mientras que para romper ese cese al fuego se necesita nada más que un combatiente común y corriente, uno solo, un dron, una bala, un misil. Un saboteador no necesita gran esfuerzo para arruinar lo que fue muy difícil de negociar.
Por eso me pueden llamar pesimista, pero las condiciones hay que reconocerlas. Es algo muy frágil de negociar y de consolidar.
Pero también el cese al fuego puede ser el momento para empezar negociaciones políticas sobre los demás temas: es importante parar el combate y crear espacios para dialogar sobre las demás controversias.
¿Es posible detener la guerra mediante negociaciones sin un cese al fuego previo?
Sí es posible, en el pasado por ejemplo Armenia y Azerbaiyán llegaron a un tipo de condición de guerra congelada. Nadie está peleando pero tampoco nadie ha dejado de intentar vencer al otro y las partes pueden estar así décadas, sin un proceso político pero sin combate diario. El peligro es que vuelva la guerra como ha sucedido entre estos dos países varias veces.
Así que un tipo de paz congelada es inestable, pero es adecuado por el momento si las partes pueden recuperar los restos humanos de combatientes, que pueden alimentar a poblaciones aisladas, que pueden intercambiar presos, etc.
Hay condiciones humanitarias también muy importantes que cumplir en un cese al fuego. Al final creo que se deben cumplir este tipo de tratos relativamente rápido porque son importantes y urgente crear espacios para los temas más complicados.
Para detener la guerra definitivamente, Putin le pone las siguientes condiciones a Ucrania: que le reconozca los territorios ya invadidos a Rusia, disminución de la capacidad militar de Ucrania, el ruso como el lenguaje oficial en Ucrania y que no dependa ni reciba ayuda militar de la OTAN. Ucrania lo ve como una capitulación, ¿usted qué piensa?
Sí, es la postura rusa de dame todo y no te doy nada. Es un tipo de robo, como el que llega al banco y dice quiero que me den todo el dinero que tienen en la caja fuerte y yo voy a salir aquí libre.
Es una postura inicial, maximalista, muy rusa y hay que definitivamente negarlo si uno es negociador ucraniano o mediador. Ese es el rol, el papel que puede jugar Erdogan o los europeos: comunicar a Rusia la absoluta indisposición de Ucrania a aceptar esas condiciones porque es muy fácil decir yo quiero que me concedas todo y no te doy nada.
Ese no es negociación de buena fe, es un truco barato, pero hay que reírse un poco y decir no es muy serio, voy a contraproponer algo más razonable y quizás lleguemos a algo en etapas, por ejemplo el intercambio de presos y comunicar que nunca vamos a conceder esas zonas a Rusia. Creo que Zelensky puede encontrar bastante apoyo en articular ese tipo de exigencias.
¿Cree que existe alguna posibilidad que algún momento Trump presione a Putin para negociar en serio?
Es posible, nadie puede encajar a Trump en una categoría ideológica y nadie sabe qué va a pensar mañana. Ese tipo decide aranceles hoy y mañana las cancela. Ya ustedes los lectores sabrán que aquí (Estados Unidos) le hemos puesto el nombre de Taco (Trump Always Chickens Out), -echarse para atrás en español-.
No tiene una política muy rígida y es un poco impredecible a propósito. A él le gusta ser impredecible pero es obviamente claro que él se acercó mucho a Putin y Putin nunca ha sido amigo de Estados Unidos. No se entiende pero últimamente ha señalado que puede imponer más sanciones contra Rusia. No se sabe.
Lo que ha mostrado la experiencia es que a Rusia no le importan las sanciones…
No le importan pero es simbólico y simboliza que Trump es impredecible. Un día puedes ser tu amigo y mañana quizás no.
¿Con la ayuda que le está dando Europa a Ucrania usted ve posible que Rusia ataque a Europa, o a algún país particular como Alemania, Francia o Gran Bretaña, o sencillamente está tratando de asustar a los europeos?
Nadie tiene una bala cristal pero yo creo que sería muy remota la posibilidad de un ataque militar contra Europa que por definición invocaría al tratado del Atlántico Norte y crear una ola de combate contra Rusia. No sé si Putin quiere arriesgar todo eso pero él tiene otras cartas en su mano: puede hacer daño a las economías, con el dark web, por cripto. Tiene muchas formas de hacer daño que son más rusas que mandar unos misiles contra Polonia, o Rumania, por ejemplo. Son riesgos muy grandes y no creo que es el juego que le gusta a Putin.
A Putin le gusta atacar enemigos chiquitos y dominarlos lo más fuerte, fácil y rápidamente que puede y la excepción ha sido la última fase de la guerra contra Ucrania.
Por lo que estamos hablando, está muy complicada la solución pacífica a ese conflicto que se originó con la invasión de Rusia a Ucrania…
No es complicado, es muy sencillo, porque la parte técnica no requiere gran experticia. Lo difícil es la parte de la voluntad política que se necesita trabajar y eso es algo que los europeos, que la presidencia americana, que los turcos todos pueden presionar a Rusia.
La parte técnica es bastante sencilla: ponerse de acuerdo en terminar las operaciones militares, separar fuerzas para que no haya la tentación de renovar combates y manifestar una serie de gestos humanitarios: el intercambio de presos, de restos humanos, la ayuda humanitaria a las poblaciones que han sido afectados por la guerra y después crear el espacio para dialogar sin violencia sobre los demás problemas.
Es sencillo y es más sencillo decirlo obviamente pero hay bastantes casos de éxito. Lastimosamente también hay bastantes casos de fracasos y por eso uno tiene que reservar en su corazón un poco de idealismo y obviamente modularlo con bastante realismo: si la guerra vale la pena, combatir con valor y con experticia por la paz aún más.
Cuáles serían las condiciones para terminar este conflicto sin que Putin ‘pierda la cara’ y no verse como un perdedor
Sí él pudiera mostrar a sus seguidores más radicalizados en Rusia que logró algo, podría ‘salvar su cara’. Y podría tomar muchas formas: una aparición juntos de Zelensky y Putin que anuncian un nuevo amanecer para los pueblos fraternos de esa parte del mundo, dejar a un lado la demonización del otro y hacer un tipo de campaña proexistencia apoyado desde los más altos niveles, o también puede terminar la guerra sin decir nada.
Los rusos tienen muchos otros problemas en que concentrarse: una economía muy complicada, no tienen muchos amigos políticos en el mundo y ocuparse un poco de su propia sociedad.
Así que no creo que sea muy importante para él ‘salvar su cara’, si él quiere mantenerse en el poder, que es lo mas seguro, puede hacerlo aún retirándose de Ucrania.
Fíjese lo que sucedió en Afganistan, las superpotencias nunca han sido capaces de gobernar y mantener una presencia fuerte en ese país. Es ingobernable, yo creo que es algo así en Ucrania. Las metas de Putin no son realizables o alcanzables.
Para mí, hay que mostrarle a Putin de los caminos que tiene: retirarse peleando bajo fuego, o sea una derrota táctica, o una guerra en que va a continuar con muchas pérdidas humanas y económicas. Una conquista 100% no es alcanzable por Rusia. Alguien le tiene que mostrar los caminos que son más factibles para Rusia, que no son los que él creyó al principio de la guerra.
Pero él se puede ver como perdedor…
La vanidad es muy grande en el ser humano y en los lideres más que nada. No quieren ‘perder la cara’, pero tienen bastantes formas de hacer parecer que no fue así, aún cuando han perdido.
Por: Pedro Miguel Vargas Núñez