Tecnología para pobres produce desastre. Gestión mortal en la ciudad de la indiferencia: las consecuencias de despreciar la planeaciòn de y despreciar la comunicación. Un hombre muere haciendo fila para actualizar los datos de afiliación al régimen subsidiado de salud: Los nuevos requisityos exigen que los «beneficiarios» pongan la huella digital en la hoja de registro.

Para eso, la Secretaría de Salud adecuó un pabellón de la sede de ferias y exposiciones.  De todos los suburbios se desplazaron millares (millón y medio de personas deben hacer esa diligencia en Bogotá) de niños y ancianos, hombres y mujeres a los que la pobreza les ha enseñado que el incumplimiento de un requisito mínimo puede significar que les nieguen el facor de una píldora para sus dolores o una inyección para sus quebrantos.

Van, por eso, ansiosos a cumplir las nuevas  condiciones exigidas por  las normas oficiales, los caprichos ridìculos de quien sabe qué grupo de burócratas (hasta esto lo resuelven en grupo, para resguardar su ineptitud).

Lo misma pasa en Santander (donde dos mujeres dieron a luz en la calle y cien ancianos de desmayaron), en el Valle del Cauca (donde el  tumulto casi acaba en masacre), en Tolima (donde la policia disolvió a garrotazos una aglomeración de muchachos hambrientos que vendía los turnos), en la Costa (donde hubo puñetazos para ganar un puesto).

Son 16 millones de personas. Y, al otro lado, el «sistema» (algo amorfo y negro que no merece ese nombre),  una casta anónima de burócrtas indolenetes y estúpidos que aún cree en los registros manuales, como Herodes; en  la huella digital como  la Inquisición y que pone a hacer  colas para ingresar a la gente en campos de concentración o para darle un carné.

¡Que hay de las redes de información, de las bases de datos cruzadas, de la informatización pública, de la conectividad social, de Internet para todas y todos, de la gestión por procesos, de la responsabilidda ético-social, de los registros binarios. de la codificación on-line, de la trasmisión de datos e imagen por banda ancha?

Ahí están, durmiendo el sueño de la mediocridad al lado de «dirigentes»que, por mantener sus mezquinos intereses, no pueden vencer el terror que les producen las cosas bien hechas.

Blogperlas.

 

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