Los hechos que sacuden a Francia y al mundo ¿Nada tienen que ver con nosotros? O sea ¿Nada que ver?

Uno de los llamados profetas del nuevo milenio, Baudrillard, ya había advertido, curiosamente en una conferencia en Bogotá cuando vino a una Feria Internacional del Libro, que un nuevo tipo de violencia se incubaba en esos asentamientos sub-urbanos.

Solo faltó que anticipara al dia. En todo lo demás, hay que decirlo, acertó: anónimos y quizás desarraigados, jóvenes deciden porque sí, cualquier noche de octubre, levantarse y prender fuego al un carro del vecino bien parqueado. Otros, cientos, miles, siguen ese ejemplo iconoclasta y se produce en la Ciudad Luz algo parecido a lo que ocurrió en Bogotá, la Ciudad Sombra, un dia cualquiera, por decir algo un 9 de abril.

La tecnología, pregunto, ¿Nada que ver en el asunto? Hace poco vimos lo que pasó en las inmediaciones  de Corferias cuando una masa de pobres decidió irse en Masa (¿Porqué los pobres optan por ir en Masa, no de uno en uno, ordenados?) a actualizar los datos del registro del sistema subsidiado de salud?).

El florero de Llorente (para quienes no lo recuerdan, fue el 20 de Julio de 1810), ahora se reconvierte en dos muchachos electrocutados en un hueco en algún suburbio sin nombre de París. ¿Quién afirma que no estaban pidiendo «conectividad» o algo así?.

Dicho de otra manera: si eso ocurre en el mundo «civilizado», al que aspiramos llegar (todas  y todos , tal como  lo ofrece el proyecto incluyente y sin indiferencia), ¿qué se puede esperar?

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