Internet, escenario de la creación humana, debe mantenerse libre y abierto, pues la sociedad asi lo reclama y lo necesita.

En el anterior Foro Social Mundial (Porto Alegre, 2004), Manuel Castells señaló cómo la apropiación privada del software equivale a la apropiación privada del alfabeto que efectuaron los escribas de Babilonia quienes «según descubrimientos arqueológicos realizados por los Marines en Irak, ya disponían de una licencia Microsoft».

Con ese alfabeto, que es una realización colectiva y mediante el software libre y el acceso al código fuente es posible construir los lenguajes que sustentan la existencia misma de la sociedad, las narraciones, las tradiciones, la historia y la literatura.

Internet es el escenario donde se despliegan las creaciones humanas en la Era Digital. Ya tiene más de mil millones de usuarios en el planeta y cubre, prácticamente, todas las acciones sociales desde un simple trámite burocrático en alguna provincia del mundo hasta las transacciones financieras de los grandes conglomerados.

Por eso es preciso evitar la tentación «tecnocrática futurológica» que concibe una sola forma de organización social posible, regida por el pulso de hierro del mercado y el corazón grande de la globalización.

Entre 1969 y el 2000 Internet se desplegó por iniciativa de comunidades autogestionarias, libertarias, sin propiedades privadas ni talanqueras burocráticas.

Ese espíritu se mantiene aún, en lo fundamental, pese a que algunos quisieran, bajo el prurito de la «defensa de la propiedad intelectual», que la web tuviese territorios infranqueables, fronteras electrificadas, muros y perros guaardianes disfrazados de mariposas multicolores y ventanas abiertas.

Acaso ¿No es evidente que Internet se ha convertido en un fenómeno social incontrolable?. La mayoría de los usuarios comparte, colabora, genera contenidos y establece relaciones a través de la Red, gracias a los llamados flocks y a los agregadores de contenidos.

La navegación y la lectura pasivas son cosas del pasado: ahora la gente ingresa a la web para aportar sus opiniones, conceptos y puntos de vista, no sólo para «consumir» elaboraciones ajenas.

Ese carácter social de las TIC en general y de Internet en particular será objeto de discusión en la el Foro Social Mundial que se reune la semana próxima en Caracas (24 al 29 de enero de 2006), donde estaremos afirmando la alternativa progresista, libertaria y social de las tecnologías informacionales.

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