Impresionante el contraste entre la efectividad de aerolíneas de nuevo tipo (como vueling.com que mencioné en un blog anterior) y la torpeza de compañías emblemáticas, como Iberia a la que tuve que soportar días despues.

Increíble que a estas alturas del desarrollo informático, un burócrata pueda modificar a su capricho las listas de pasajeros, favorecer -en las narices de los asombrados pasajeros-, a sus amigos y demorar, durante una más de una hora, la salida de un vuelo internacional al comienzo de la temporada alta.

Fui testigo (y víctima), de semejantes atropellos. Me enteré tambien de cómo improvisan el menú, calculan al ojo el peso de la carga, olvidan las llaves de una bodega y cambian los turnos del personal de cabina…todo al antojo de un «coordinador» que, al uso de cualquier Perico Engredido elevado a punta de lambetazos, reina en el minúsculo reino de una sala de espera.

Una mole burocrática más grande (y, desde luego, menos útil) que la imponente terminal T4 del Aeropuerto de Barajas, campea prepotente y sorda, sin consideración a los pasajeros, modifica las reglas a su acomodo, sabiendo que no hay autoridad a la que deba responder pues sus víctimas no tienen medios para ahì mismo, en el escenario de los desafueros, pedir la protección de las autoridades (que siempre están invisibles).

Cualquier intento por quejarse a través de llamadas telefónicas o por correo electrónico, choca contra un muro inexpugnable de silencio. ¿Habrá que creer que una carta de protesta será algun dia respondida? Cuando eso ocurra, si ocurre, lo contaré aquí. Prometido.
cgc@km-center.com

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