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Al Debate Infinito sobre las relaciones entre literatura y poder, se agrega ahora la polémica sobre el Festival de Poesía de Medellín, en la que participan figuras como Jotamario, Harold Alvarado y Eduardo Escobar.
No te metas
La relación entre bardos y mandatarios –que es sólo una parte minúscula del Debate Infinito- incluye en nuestro caso, a varios presidentes poetas (¿o poetas que llegaron a la presidencia?) o, al menos, afectos a las letras. Dicen que Belisario, ha perpetrado versos. Es sabido que Lleras Camargo perteneció a Los Nuevos y Lleras Restrepo leía con frecuencia clásicos, románticos y modernistas y mantenía particular interés en las nuevas hornadas; de lo que di fe en una remembranza publicada, poco después del fallecimiento del mandatario, en 1994.
Otros, por el contrario, se muestran reacios, por distintas razones, a la lírica. Turbay Ayala, Barco Virgilio y Gaviria Trujillo, por ejemplo y, obviamente, los Pastrana, Misael y Andrés y Uribe Vélez también.
Esto es un dilema
Llama la atención, en la disputa actual, la vuelta a la jerga propia de los tiempos del macartismo versus stalinismo: un diario denuncia el “copamiento del comunismo”, otro se lamenta de la “politización de la poesía”, alguien denuncia a los “agitadores políticos que profanan el arte” y no faltan, desde luego, las denuncias, cartas abiertas, firmas de solidaridad y el inefable tema de la financiación: oficial, de empresas o de gobiernos extranjeros.
“Comprendí, metido en el escenario de las luchas de América, que mi misión humana no era otra sino agregarme a la extensa fuerza del pueblo organizado, agregarme con sangre y alma, con pasión y esperanza, porque solo de esa henchida torrentera pueden nacer los cambios necesarios a los escritores y a los pueblos. Y aunque mi posición levantara o levante objeciones amargas o amables, lo cierto es que no hallo otro camino para el escritor de nuestros anchos y crueles países, si queremos que florezca la oscuridad, si pretendemos que los millones de hombres que aun no han aprendido a leernos ni a leer, que todavía no saben escribir ni escribirnos, se establezcan en el terreno de la dignidad sin la cual no es posible ser hombres integrales” (Pablo Neruda).
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A proposito de festivales de poesia, en nuestra ciudad Cúcuta, hace mas o menos cinco años un puñado de muchachos organizo y llevo a cabo un festival , que por pequeño y nuevo no dejo de ser muy bueno, poetas sencillos con aspiraciones sencillas, de aca y de alla , hicieron de las suyas en parques, teatros, universidades y en el cementerio central tambien. No se ha vuelto repetir, lastima. Seguiremos esperando mas oxigeno, como era uno de los “slogan” de tal festival.
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Cuando Fernando Rendon inició esta idea genial, del festival de poesia, nadie daba nada por él. Fue gracias al tesón de Fernando que se constituyo en un festival internacional. Hace unos años, el festival obtuvo un reconocimiento internacional muy importante. Me imagino que la polemica se disfraza de intelectual cuando en el fondo lo que uno puede percibir son los celos de aquellos que no hicieropn nada por ese festival y ahora se abrogan el derecho de decir que hacer o no.
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PAPELETA un festrival poético es para escuchar recitaciones de memoria de las mejores poesías, pero para ver unos sujetos leyendo, sentados muy cómodos, es una verdadera payasada. y llegan personas extrañas cuyo mérito nadie conoce. es mi opinión, al respecto.
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Una acalaración: no creuqe ése sea el dilema, nada de subyugarse al poder dominante o de la oposición (que es también un poder, el de la resistencia) o comer. El poeta no puede ni debe vivir de la poesía, eso es claro. De hecho pocos lo hacen, pues eso llevaría a convertirla en mercancía del mejor postor.
Los poetas son profesionales de muy diversas áreas que han escogido a la poesía como su lugar desde el cual mirar el mundo y como su voz para expresarse.
Mezclar la poesía con la polìtica o mejor con los gustos políticos personales es tan idiota como seleccionar a quien se ama por el partido al que pertenezca, no tienen nada que ver y se hacen daño mutuo.
La poesía es un río silencioso que recorre nuestras vidas y algunas veces, con suerte, nos mancha de belleza los zapatos.
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